Una mujer del Reino Unido, Julie Matthias, se levantó un día de 2011 hablando con acento francés, a pesar de que había vivido toda su vida en su país natal y nunca había siquiera estudiado ese idioma.
Este caso, que publicó oportunamente la cadena BBC es llamativo, pero no es único, hay un grupo de personas que sufren de este trastorno llamado síndrome de acento extranjero.
"El día antes, sin saberlo, había sido la última vez que escuché mi propia voz". Aunque habla inglés de forma fluida, su voz tiene una extraña característica: suena como si hubiera nacido en otro país.
La mujer cree que su experiencia puede vincularse con un accidente automovilístico que sufrió hace algunos años, que estuvo acompañado de fuertes jaquecas, pérdida de visión y dolores corporales intensos.
"Fue justo después de ese ciclo de dolores cuando comencé a hablar de forma extraña: con acento francés” dijo a la BBC.
Para ella, su vida empezó a cambiar y está padeciendo un proceso doloroso, especialmente por la falta de un diagnóstico definitivo.
"Esto confunde por completo tu identidad. Pierdes de alguna manera lo que eres", dijo Mathhias. "Es duro mirarse al espejo y hablar, porque ésa no es mi voz" agregó.
La voz es una parte vital en la identidad de una persona. "La forma en que hablamos es una ventana a nuestro interior", explicó Nick Miller, académico de la Universidad de Newcastle, en Inglaterra. "Marca nuestra educación, clase social, el lugar del que vienes. Usamos el acento para evidenciar quiénes somos. Y no poder hacerlo se convierte en una pesadilla” agregó.
Miller, junto a Jack Ryalls de la Universidad Central de Florida, en EE.UU., publicaron el libro "Síndrome de acento extranjero: las historias que la gente tiene que contar".
Enfermedad rara e incomprendida
El síndrome del acento extranjero, SAE (o FAS según las siglas en inglés, Foregin Accent Syndrome) también llamado acento pseudoestranjero, fue descrito por Pierre Marie en 1907.
Se trata de un déficit del habla en el que se ve alterada la prosodia y la segmentación del lenguaje.
En la mayoría de los casos es debido a una lesión en el sistema nervioso central (SCN), y es una enfermedad muy rara, de la que se conocen 70 casos en todo el mundo, según el Hospital Nisa, de España.
El trastorno no influye en otras habilidades lingüísticas como la corrección léxica y gramatical o el entendimiento, sino que provoca que la pronunciación de la persona parezca de otro país.
En el artículo de la revista Neuropsychologia, investigadores de la Universidad de Málaga, en España, publicaron el análisis completo de varios casos, en los que se estudiaron a fondo los síntomas para trazar un mapa completo que permita buscar una cura para este mal.
Entre varios síntomas, encontraron que el síndrome de acento extranjero se caracteriza por:
- Pérdida de la fluidez verbal: se expresan frases más cortas y simples.
- Uso inadecuado de los rasgos suprasegmentales del lenguaje, como el ritmo, el acento y la entonación. Disminuye el tiempo trascurrido entre sílaba y sílaba y entre las palabras; cambia la tonalidad de las frases, donde es difícil percibir las oraciones de interrogación, por ejemplo.
- Cambios fonéticos-fonológicos y segmentarios del lenguaje: hay una mayor afectación en la articulación de vocales que de consonantes, aunque también se perciben errores en la pronunciación de algunas de éstas (sobre todo en la d, la b y la g).