Estados Unidos es una nación donde los niveles de dolor son sorprendentes, según los investigadores, quienes desentrañaron las complejidades de este mal a través de un informe financiado por los National Institutes of Health’s National Center for Complementary and Integrative Health (NCCIH) que fue publicado en The Journal of Pain.
Se halló que un estimado de 25,3 millones de adultos (11.2%) tuvieron dolor todos los días durante los últimos 3 meses, mientras que casi 40 millones (17.6%) experimentan niveles severos. Se observó que las personas con dolor severo también son propensas a tener peor estado de salud en general.
"El número de personas que sufren de dolor severo y permanente es sorprendente", dijo Josephine Briggs, de los NCCIH.
"Este análisis añade valiosa información para comprender el dolor, podría ayudar a diseñar la Estrategia Nacional del Dolor y observar las disparidades que existen en la población. Puede contribuir a dar forma a futuras investigaciones y a diseñar intervenciones eficaces, incluidos los enfoques complementarios" agregó.
El dolor es una de las razones que llevan a buscar enfoques alternativos como el yoga, los masajes y la meditación, que pueden ayudar a controlarlo y a sobrellevarlo. Por esta razón, las prioridades de investigación de los NCCIH incluyen el estudio de estas alternativas y su eficacia para tratar el dolor.
La SNIS, de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) es un estudio anual en el que se entrevistan a decenas de miles de estadounidenses. En este último informe, se encuestó a 8,781 personas y se les preguntó sobre la frecuencia e intensidad del dolor experimentado en los últimos 3 meses. Entre las conclusiones del análisis, las más importantes son:
- Se estima que 23,4 millones de adultos (10.3%) experimentan mucho dolor. Y 126 millones (55.7%) reportaron algún tipo de dolor en los 3 meses anteriores a la encuesta.
- Los adultos con dolor más grave son más propensos a tener un peor estado de salud, a usar más el seguro de salud, y sufren de más discapacidad que los que tienen dolor menos severo.
- El impacto en el dolor varía según la raza y el origen étnico. Las mujeres, las personas mayores y los no hispanos fueron más propensos a reportar cualquier dolor, mientras que los asiáticos eran menos proclives.
- Las minorías que eligieron no ser entrevistadas en inglés son mucho menos propensas a reportar dolor.