D.C. ya puede fumar marihuana

La nueva ley, aprobada en un referéndum en noviembre pasado, permite que los mayores de 21 años posean hasta 60 gramos de marihuana, fumarla en su casa o en espacios privados, compartir hasta 30 gramos y cultivar en su casa seis plantas, aunque sólo tres podrán tener flores.

Sin embargo, la prohibición para la venta de marihuana, su posesión en edificios y propiedades federales, y su uso en lugares públicos, incluso en vehículos estacionados sigue en pie, toda vez que el Distrito de Columbia, como se denomina oficialmente a la capital de Estados Unidos de 650,000 habitantes, no es considerado un estado, y la ley federal prohíbe el consumo de marihuana.

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Marihuana medicinal

Si bien, el gobierno de Estados Unidos considera que la marihuana es una sustancia de Categoría I (que no tiene usos medicinales y conlleva un alto riesgo de abuso), 21 estados han aprobado leyes que permiten su consumo “medicinal” como tratamiento para ciertas afecciones médicas (Alaska, Arizona, Arkansas, California, Colorado, Connecticut, Delaware, Hawaii, Illinois, Maine, Massachusetts, Michigan, Montana, Nevada, New Jersey, New Hampshire, New Mexico, Oregon, Rhode Island, Vermont, Nueva York, Washington y el Distrito de Columbia).

Según una encuesta de los servicios de Salud Mental de 2011, cerca del 42% de los estadounidenses mayores de 12 años han fumado marihuana en algún momento de su vida.

Efectos de la marihuana

El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés) de EE.UU., refiere que la marihuana es una mezcla triturada y seca de flores, tallos, semillas y hojas de la planta de cáñamo Cannabis sativa y el abuso en su consumo puede resultar en problemas con la memoria, el aprendizaje y el comportamiento social.

Además, la marihuana es una sustancia que irrita los pulmones, y los fumadores frecuentes de marihuana pueden tener muchos de los mismos problemas respiratorios que experimentan los fumadores de tabaco, como tos y producción de flema a diario, enfermedades agudas más frecuentes en la zona del tórax y un mayor riesgo de infecciones pulmonares.

Las dosis altas de marihuana pueden producir una reacción psicótica temporal (que implica alucinaciones y paranoia) en algunos consumidores. El consumo de marihuana también se asocia con otros problemas de salud mental, como la depresión, la ansiedad, los pensamientos suicidas entre los adolescentes y los trastornos de la personalidad, que incluye la falta de motivación para participar en actividades típicamente gratificantes.

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