Para lograr las súper naranjas, investigadores del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias y la empresa de base Tecnológica del CSIC Biopolis, analizaron la actividad genética de las plantas de naranja dulce y bloquearon la expresión de un gen que codifica el Beta-caroteno hidroxilasa, responsables del color anaranjado.
Simultáneamente, se estimuló un gen regulador (el CsFT), con lo que se consiguió acortar el periodo de floración de las naranjas a 4 meses, es decir, menos de la mitad del tiempo habitual en condiciones de laboratorio.
Puntos clave
- Creadas mediante ingeniería genética tendrían mayor contenido de Beta-caroteno en su pulpa.
- Su capacidad antioxidante sería 20% mayar al de las naranjas tradicionales.
- Los Beta-carotenos fortalecen las defensas naturales del organismo.
De acuerdo con lo publicado en la revista Plant Biotechnology Journal, las naranjas obtenidas son de color amarillo intenso y contienen hasta 36 veces más Beta-caroteno en la pulpa, precursor de la vitamina A, que las tradicionales. Los experimentos realizados mostraron que el efecto antioxidante del zumo de estas naranjas es 20% mayor al de los frutos del grupo control.
Los investigadores del CSIC refieren que las naranjas contienen una gran cantidad de moléculas antioxidantes relacionadas con la prevención de enfermedades degenerativas, como los carotenoides (pigmentos responsables del color), la vitamina C y otros metabolitos, como los flavonoides y los polifenoles, sin embargo, los niveles de otros carotenoides nutricionalmente importantes como el Beta-caroteno son considerados deficientes.
El poder del Beta-caroteno
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos refiere que el Beta-caroteno es un pigmento natural que se encuentra en numerosas especies vegetales y tiene múltiples propiedades, se le asocia con la prevención de ciertos tipos de cáncer, así como para combatir problemas cardiovasculares. En general, fortalece las defensas naturales del organismo y favorece la producción de glóbulos blancos.
Los Beta-carotenos se encuentran en las frutas y verduras de colores vivos, incluso en las zanahorias, arvejas (chícharos), melón cantalupo, albaricoques, papayas, mangos, duraznos, calabaza, brócoli, batatas y calabacín. Estos también pueden encontrarse en algunos vegetales (verduras) de hojas verdes, incluso en las hojas de las remolachas, espinacas y col rizada.
Un gran antioxidante
El Beta-caroteno es considerado un gran antioxidante. Los antioxidantes son sustancias que pueden proteger las células de los efectos de los radicales libres. Los radicales libres son moléculas producidas cuando el cuerpo degrada los alimentos o por la exposición ambiental al humo del tabaco y la radiación.
Con el tiempo, los radicales libres pueden desencadenar una reacción en el cuerpo que daña substancias químicas importantes, el ADN (DNA en inglés) y algunas partes de las células. Algunas células pueden sanar pero en otras el daño es permanente. Los científicos creen que los radicales libres pueden contribuir al proceso de envejecimiento, al igual que al desarrollo de enfermedades tales como cáncer, diabetes y enfermedad del corazón.
La mejor manera de obtener antioxidantes es consumir una dieta rica en vegetales, frutas, granos enteros, semillas y nueces.
