Cuando hace calor, las personas que hacen ejercicio al aire libre deben tomar medidas para evitar las lesiones, según el Consejo Americano del Ejercicio (American Council on Exercise).
Mantenerse hidratado es esencial, y puede lograrse al beber una gran cantidad de líquidos (hasta justo antes de sentirse hinchado) 30 minutos antes de hacer ejercicio, bebiendo al menos unos 175 mililitros (6 onzas) de líquidos cada veinte minutos durante el ejercicio, y beber hasta ya no tener sed tras el ejercicio, señaló en un comunicado de prensa del consejo el Dr. Cedric Bryant, director científico del Consejo.
El agua es por lo general el mejor líquido, a menos que la sesión de ejercicio dure más de una hora. En ese caso, una bebida deportiva podría ser más beneficiosa.
Otra recomendación del Consejo es adaptar el cuerpo gradualmente cuando se haga ejercicio en el calor. Por lo general esto toma de 10 a 14 días y puede reducir en gran medida los riesgos de lesión por calor. Una vez que el organismo está adaptado, transpirará antes y en forma más abundante, y perderá menos electrolitos, apuntó Bryant.
Los beneficios de aclimatarse incluyen una temperatura central corporal más baja, un ritmo cardiaco más lento durante el ejercicio y un menor riesgo de deshidratación.
Los expertos también sugieren reducir el nivel de intensidad del ejercicio cuando haga calor, sobre todo durante el periodo de aclimatación. Y aconsejan evitar las sudaderas cubiertas de caucho y ropa impermeable al agua. Ese tipo de indumentaria evita la evaporación del sudor de la piel, aumentando el riesgo de lesión por calor, advirtió Bryant. Lo mejor es la ropa liviana, suelta, de colores claros y hecha de materiales que permitan que la transpiración evapore más fácilmente.
Es importante no ignorar las condiciones térmicas y en general, se debe pensar en prescindir del ejercicio cuando la temperatura es superior a 32 Cº (90 Fº) y la humedad relativa supera el 60 por ciento.
El Departamento de Salud Pública de Texas informa que algunos de los riesgos o lesiones por calor son: deshidratación, cansancio extremo, golpe de calor, insolación, quemaduras de sol y sarpullido, pero se pueden prevenir si se toman los recaudos necesarios. Sin embargo, quien los ignora puede exponerse a una emergencia que ponga en riesgo su vida.