Brittany, una mujer sana cuya edad no fue reportada, tiene dos puestos de trabajo. No tiene seguro de salud porque pensó que nunca lo iba a necesitar, y ahora está viviendo una verdadera pesadilla, pues al haber estado tratándose una semana en el hospital, debe $ 100,000 en cuentas médicas.
"He tenido un seguro de salud antes y nunca lo usé. Nunca fui al médico y ahora que lo necesito, no lo tengo”, dijo Brittany. Recordemos que La Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, (Affordable Care Act en inglés) promulgada en 2010 por el presidente Barack Obama, establece la obligatoriedad de contar con cobertura médica.
Cuando Brittany intervino en la competencia, no sintió nada, pero a los pocos días, su ojo comenzó a arder y consultó al médico, quien le recetó antibióticos y le dijo que tenía lesiones en la córnea. Pero el dolor empeoraba día a día y una mañana, despertó sin poder ver con su ojo izquierdo.
"Toda la habitación estaba blanca" dijo Williams a WTOC.com. Según el diagnóstico médico definitivo, las bacterias carnívoras presentes en el lodo, destruyeron su córnea. "Simplemente, derritieron mi ojo por completo", agregó la damnificada.
Williams tiene que seguir bajo tratamiento médico con antibióticos y eventualmente debe operarse para recuperar la visión, pero en el hospital le piden que afronte los gastos médicos con un dinero que ella no tiene, y por eso su familia decidió juntar fondos a través de Gofundme.com y así poder enfrentar el costo de $100,000.
Bacteria carnívora al acecho en Florida
El 15 de junio las autoridades de salud de Florida anunciaron que allí se han registrado varios casos de infecciones con la bacteria Vibrio Vulnificus, también llamada popularmente “carnívora”.
Según informó el Departamento de Salud de Florida, esa bacteria provocó en el país, 8 casos y 2 muertes en lo que va de 2015, y 32 casos con 7 muertes en 2014.
Los expertos informaron que lo más importante es recordar que el agua y las heridas no se mezclan, por lo tanto, no se debe entrar en el agua si se tienen cortes frescos (heridas) o raspaduras.
Pero también son un blanco peligroso las personas que consumen mariscos crudos o las que están inmunocomprometidas, por ejemplo, con enfermedad crónica del hígado, enfermedades del riñón, o un sistema inmune debilitado; éstas deben utilizar protección adecuada en los pies para evitar cortes y lesiones causadas por las rocas y conchas en la playa.
Si se consumen o se manipulan mariscos crudos o se entra en contacto con la bacteria a través del agua, se presentan náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, fiebre, escalofríos, y la formación de lesiones tipo ulcerosas en la piel o ampollas.
Casos y prevención en EE.UU.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), cada año se registran alrededor de 50 casos y 16 muertes por infección con Vibrio v. en la región de la Costa del Golfo (Alabama, Florida, Louisiana, Mississippi y Texas). Y a nivel nacional, hay aproximadamente 95 casos y un total de 35 muertes por esta causa. El 85% de las infecciones ocurren generalmente entre mayo y octubre.
Si se sospecha de una infección por esta bacteria, se debe recurrir al médico urgente, quien iniciará de inmediato el tratamiento con antibióticos. La atención y vigilancia de la zona infectada debe ser profunda, de lo contrario, podría ser necesario recurrir a las amputaciones.
Para ponerse a salvo de esta amenaza invisible e inesperada, el Departamento de Salud de Florida aconseja:
• Evita la exposición de heridas abiertas o piel abierta en las aguas saladas o al manipular mariscos crudos cosechados de esas aguas.
• No comas ostras crudas u otros mariscos crudos.
• Cocina los mariscos (ostras, almejas, mejillones) cuidadosamente.
• Los mariscos con cáscara deben ser hervidos hasta que las conchas se abran y continuar hirviendo durante 5 minutos más. No comas los mariscos que no se abran durante la cocción.
• Evita la contaminación cruzada de mariscos cocidos y otros alimentos. Usa una tabla de cortar y limpia las superficies después de usarlas.
• Come mariscos inmediatamente después de cocinarlos y refrigera las sobras.
• Usa ropa protectora (guantes) al manipular mariscos crudos.