Muchas cosas fueron cambiando en la mentalidad de los jóvenes respecto del control de la natalidad, y de su concepto sobre lo que establecen las religiones en ese sentido. Un estudio de Public Religion Research Institute (PRRI) revela lo que piensan y sienten los jóvenes de entre 18 a 35 años sobre estos temas.
Para empezar, cuando se trata de religión, no estar afiliado a ninguna tradición religiosa es la identidad religiosa más común entre esta generación. Y cuando se trata de sexo, no respetan ciertos dogmas religiosos, mostrando un apoyo abrumador en el uso de anticonceptivos, por ejemplo.
En una encuesta 2,314 mujeres y varones respondieron a preguntas acerca de la sexualidad, la salud reproductiva y las creencias, y se encontraron interesantes conclusiones.
Un total del 71% de jóvenes blancos católicos y un 68% de católicos hispanos dijeron que para ellos es moralmente aceptable el uso de los anticonceptivos, mientras que el 9%, cree que son moralmente incorrectos.
Algo que va en contra de la doctrina oficial de la iglesia católica, que advierte que el control artificial de la natalidad, incluyendo todos los métodos, son inmorales.
Los católicos son instruidos para practicar la planificación familiar natural, en la cual deben abstenerse de tener relaciones sexuales durante el período fértil de la mujer.
Los jóvenes creen que cuidarse debe ser también más accesible. Alrededor del 78% quiere que todas las formas de anticoncepción legal estén disponibles en los campus universitarios, y el 81% desea asegurarse de que las mujeres que no pueden pagar los anticonceptivos, tengan de algún modo acceso a ellos.
Además, el 58% de ellos cree que los anticonceptivos deben estar cubiertos en los planes de salud de forma obligatoria. Y el apoyo a éstos tiene sentido porque la pubertad llega más temprano y la gente se casa mucho más tarde. Eso significa que la mayoría de los integran la generación "Y" estarán sexualmente activos durante más de una década antes de establecerse en pareja fija.
Otra tendencia se hizo evidente en la encuesta PRRI: esta generación quiere aprender más sobre sexo. Y las tres cuartas partes cree que debe haber educación sexual en las escuelas públicas; esta necesidad es común en todos los grupos raciales, étnicos y religiosos.
Por último, sobre un tema controversial como el aborto, la generación de millennials concuerda con las actitudes del público en general: alrededor del 79% expresó que debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos. Una opinión que, números más, números menos, fue común en todos los grupos étnicos y en las dieferentes religiones.
