Angelina decidió que le extirparan los ovarios para escapar del cáncer, dado que una serie de pruebas genéticas arrojaron que tenía un 50% de probabilidades de padecerlo. Su proximidad con este cáncer es muy familiar: su madre falleció a los 56 años por esa causa, luego de luchar durante 7 años.
No siempre que una madre tiene cáncer de ovario lo trasladará a sus hijas. Respecto a las probabilidades de padecerlo por herencia genética, el Instituto Nacional del Cáncer informa que "El cáncer de ovario hereditario representa alrededor del 5 al 10% de todos los casos de este tipo de cáncer". Y el cáncer de trompas de Falopio también se puede presentar por ciertas mutaciones genéticas heredadas. Ambos se pueden predecir por pruebas genéticas.
Este cáncer, que se forma en los tejidos del ovario o en las trompas de Falopio, pone en riesgo a las mujeres con antecedentes familiares de la enfermedad, o a las que poseen ciertas mutaciones genéticas (en los genes BRCA1 y BRCA2 y otros vinculados al cáncer de colon). También aumenta el riesgo el uso de terapias de reemplazo hormonal sólo con estrógenos, la utilización de medicamentos para la fertilidad, el uso de talco, la obesidad y ser de estatura alta.
¿Los especialistas aprueban la medida preventiva de quitarse los ovarios? Si. Las mujeres que se sabe tienen un riesgo mayor de padecerlo -debido a mutaciones genéticas- y aunque no tengan signos de la enfermedad, pueden considerar hacerse una cirugía para extirpar los ovarios y las trompas de Falopio, informa el Instituto Nacional del Cáncer.
Incidencia en el país
El cáncer de ovario representa aproximadamente el 3% de todos los cánceres en mujeres y es la quinta causa principal de muerte relacionada con cáncer en las mujeres en Estados Unidos.
Se calcula que en 2014, 22,000 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de ovario y 14,000 murieron debido a la enfermedad.
Los índices de incidencia de cáncer de ovario disminuyeron anualmente casi un 1% entre 1987 y 2011, y los de mortalidad bajaron un 1,6% entre 2001 y 2010. Ambos son más altos en mujeres blancas que en las de otros grupos raciales o étnicos.
El cáncer de ovario causa más muertes que ningún otro cáncer del aparato reproductor femenino. Se debe, en gran parte, a la ausencia de síntomas iniciales y a la falta de exámenes de detección eficaces. Con frecuencia, se diagnostica en un estadío avanzado, cuando la enfermedad se ha extendido fuera de los ovarios.