Jenny Fry fue encontrada muerta cerca de su casa en Chadlington, en Reino Unido, el 11 de junio de 2015. Ahora el caso sale de nuevo a la luz porque su familia fue a la corte.
La joven padecía de discriminación y su cuerpo acusaba constantes dolores de cabeza, cansancio, mareos y problemas de vejiga debido a su electro-hipersensibilidad (EHS), una condición agravada por el Wi-Fi en su escuela. Había comenzado a mostrar síntomas en noviembre de 2012.
Antes de suicidarse, había enviado mensajes de texto a un amigo en la mañana diciendo que no iba a la escuela y que tenía intención de morir.
Ahora, a meses de su muerte, sus padres reclaman en la corte el descuido de la escuela, ya que por la condición de la joven, ya no tenían conexión de Wi-Fi en su hogar, pero sí estaba expuesta en la escuela Chipping Norton School.
Un tipo de alergia rara e incomprendida. "Tan pronto como Jenny se alejaba de un router, se sentía mejor al instante. Era consciente de lo que estaba pasando, pero nada se podía hacer", dijo la madre.
"Es una condición mal interpretada y las escuelas son reacias a hacer algo, y a su vez, las empresas hacen su negocio" expresó la mujer.
El director de la escuela, Simon Duffy, dijo: "La seguridad de Jenny en la escuela era tan importante como la de cualquier otra persona y al igual que en muchos otros espacios públicos. Chipping Norton School tiene Wi-Fi instalado para poder operar con eficacia, y el equipo instalado cumple con los reglamentos pertinentes y garantizará que lo siga siendo”.
Ahora, la familia de Fry está haciendo campaña para crear conciencia acerca de este tipo de alergia y para tratar de eliminar la tecnología Wi-Fi gratuita en las escuelas.
La EHS que padecía Jenny no es una condición reconocida en el Reino Unido. Y los funcionarios de Salud Pública expresaron que no hay evidencia de que los campos de radiación de bajo nivel, como el tipo que emiten los aparatos domésticos de Wi-Fi, dañen la salud.
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