La artritis es una de las enfermedades más comunes en los Estados Unidos. Afecta a millones de adultos y a la mitad de la población mayor de 65 años.
Produce dolor y pérdida de movimientos. Puede afectar las coyunturas en cualquier parte del cuerpo.
Frecuentemente es una enfermedad crónica, lo que quiere decir que puede afectar por un largo período. Los tipos más serios de artritis pueden causar inflamación, calor, enrojecimiento y dolor.
Hay más de 100 tipos diferentes de artritis, muchos síntomas y distintos tratamientos. Los científicos no conocen el origen de la mayoría de los tipos de artritis, pero conocen algunos mejor que otros.
Tipos Comunes de Artritis
Los tres tipos más comunes de artritis en las personas mayores son la artritis ósea, la reumática y la gota.
- Artritis ósea (OA, su sigla en Inglés)
Este es el tipo más común de artritis en las personas mayores. Afecta principalmente al cartílago el tejido que amortigua las terminaciones de los huesos en el interior de las articulaciones. La artritis ósea frecuentemente afecta las manos y las grandes articulaciones que soportan peso en el cuerpo, tales como las rodillas y las caderas.
La artritis ósea se presenta cuando el cartílago comienza a deshacerse, desgastarse y deteriorarse. En algunos casos, todo el cartílago puede desgastarse entre los huesos de la articulación, haciendo que los huesos se rocen entre si. Los síntomas pueden ir desde el entumecimiento y un dolor moderado que se va y regresa, hasta un severo dolor de la articulación. La artritis ósea puede producir:
- Dolor en la articulación,
- Disminución en el movimiento de la articulación,
- Y algunas veces invalidez. Los científicos piensan que la artritis en las diferentes articulaciones puede tener diversas causas. La artritis ósea de las manos o caderas puede tener origen familiar. La artritis ósea de las rodillas se vincula con el sobrepeso. Lesiones o un excesivo uso pueden ser la causa de la artritis ósea en las articulaciones de las rodillas, caderas o manos.
El descanso, el ejercicio, una dieta saludable y bien balanceada y aprender a usar correctamente las articulaciones son partes importantes de cualquier programa de tratamiento para la artritis. El tratamiento es diferente para cada tipo de artritis.
En este momento no hay tratamientos que curen la artritis ósea, excepto la cirugía para reemplazar las articulaciones. Pero mejorar la manera cómo usted utiliza sus articulaciones, por medio del descanso y el ejercicio y mantenerse bien de peso, le ayudarán a controlar el dolor.
Hay algunas medicinas que ayudan a las personas a manejar el dolor de la artritis ósea. Se llaman inhibidores COX-2 y NSAID drogas anti-inflamatorias sin esteroides tales como el ibuprofeno y el naproxeno. Estas medicinas reducen la inflamación sin utilizar drogas más fuertes como la cortisona y otros esteroides. Los inhibidores COX-2 son un nuevo tipo de medicamento, que funciona como los NSAID pero pueden causar menos efectos secundarios.
En un nuevo tratamiento se inyecta ácido hyalurónico visco-suplemento de ácido hyalurónico en el área alrededor de la articulación de la rodilla. En este tratamiento se agregan líquidos que reemplazan los fluidos naturales que el cuerpo ha perdido, para ayudar a las personas con artritis a mantener movimiento en la rodilla sin dolor.
- Artritis Reumatoidea (RA por su sigla en Inglés)
La artritis reumatoidea es una enfermedad inflamatoria que causa dolor, inflamación, rigidez y pérdida de la función de las articulaciones. Las personas que sufren artritis reumatoidea con frecuencia presentan una gama amplia de síntomas tales como cansancio, fiebre o malestar general.
La artritis reumatoidea puede presentarse de forma balanceada en todo el cuerpo, por ejemplo, si una rodilla o mano está afectada, la otra también se afecta. La enfermedad frecuentemente afecta la muñeca y las articulaciones de los dedos más cercanas a la mano.
Los tratamientos para la artritis reumatoidea pueden aliviar su dolor, reducir la inflamación y disminuir o detener el avance del daño en la articulación, aumentar su habilidad para funcionar y su sensación de bienestar. El tratamiento puede incluir drogas anti-reumáticas llamadas DMARD medicamentos anti-reumáticos modificadores de la enfermedad que pueden retardar el avance de la enfermedad. Los médicos a veces le prescribirán otras medicinas llamadas corticoesteroides para aliviar la inflamación mientras usted espera que las DMARD produzcan efecto. Otros medicamentos llamados modificadores de respuesta biológica, a veces pueden servirle a personas con artritis reumatoidea de ligera a moderada, que no hayan recibido alivio con otros tratamientos.
- La Gota
La gota es una de las enfermedades reumáticas más dolorosas. Es causada por depósitos en los tejidos de cristales de ácido úrico similares a agujas, en los espacios de las articulaciones o en ambos. Estos depósitos producen artritis inflamatoria causando inflamación, enrojecimiento, calor, dolor y rigidez en las articulaciones.
La gota afecta los dedos del pie, los tobillos, los codos, las muñecas y las manos. La inflamación puede causar que la piel se estire alrededor de la articulación y puede enrojecerla, amoratarla y volverla muy sensible. Hay medicinas que pueden detener los ataques de gota y prevenir ataques futuros y daños de la articulación.
Con el tratamiento correcto, la mayoría de las personas con gota se sienten mejor. El tratamiento puede aliviar el dolor de los ataques agudos, evitar ataques futuros, y prevenir la formación de nuevos depósitos de ácido úrico y de cálculos renales.
En los tratamientos más comunes para los ataques agudos de gota se utilizan altas dosis de NSAID e inyecciones de medicamentos glucocorticoides en la articulación afectada para disminuir la inflamación. Usted puede empezar a sentirse mejor a las pocas horas de haber iniciado el tratamiento. El ataque generalmente se terminará totalmente en unos pocos días.
¿Cuáles son los síntomas de la artritis?
- Inflamación de una o más articulaciones,
- Rigidez alrededor de las articulaciones, que dura por lo menos 1 hora temprano en la mañana,
- Dolor o sensibilidad constante o frecuente en una articulación,
- Dificultad para utilizar o mover una articulación normalmente,
- Calor y enrojecimiento en una articulación.
Si cualquiera de estos síntomas dura más de 2 semanas, consulta con tu médico o un especialista en la artritis reumatólogo. El médico te hará preguntas sobre la historia de tus síntomas y te realizará un examen físico. El médico puede tomar radiografías o hacer pruebas de laboratorio antes de ordenarte un plan de tratamiento.
¿Qué más Puedes Hacer?
Además de tomar las medicinas apropiadas el ejercicio es muy importante en el manejo de los síntomas de la artritis. Los ejercicios diarios, tales como caminar, bailar o nadar, ayudan a mantener las articulaciones en movimiento, reducen el dolor y fortalecen los músculos alrededor de las articulaciones. El descanso también es importante para las articulaciones afectadas por la artritis.