Cuando aparecen el dolor y el cansancio, muchas personas que sufren de artritis creen que sólo el reposo les proporcionará alivio. Sin embargo, un estudio reciente ha demostrado que, por el contrario, para aliviar los síntomas es recomendable iniciar un programa de ejercicios.
La investigación estuvo a cargo de Leigh F. Callahan, de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, e involucró a 346 pacientes de alrededor de 70 años con artritis, que se dividieron en dos grupos. Uno de los grupos tomó clases de ejercicios de una hora, dos veces a la semana, durante ocho semanas, mientras que el otro grupo siguió el mismo programa pero al término del primero.
Los investigadores encontraron que el grupo que hizo ejercicio, experimentó una disminución del dolor y la fatiga, a la sexta semana. Al terminar las ocho semanas, los participantes expresaron mayor fuerza en las extremidades.
Alrededor de 1,3 millones de americanos sufren de artritis reumatoide, una enfermedad inflamatoria crónica de las articulaciones que genera daño, dolor, inflamación y pérdida en las funciones de los órganos afectados, que pueden ser las manos, los pies, las muñecas, las rodillas, los codos y los tobillos.
Caracterizada por ser generalmente una enfermedad “simétrica”, si la articulación de un lado es afectada; la otra también lo está; la artritis puede involucrar a otras partes del cuerpo como la piel, el corazón, los vasos sanguíneos y los pulmones.
El ejercicio más adecuado
Una de las preguntas más frecuentes que los pacientes les hacen a sus médicos, ante la recomendación de hacer actividad es: ¿qué ejercicio puedo hacer?
Según la publicación Arthritis Today, de la Fundación Artritis, se puede realizar cualquier ejercicio.
Si bien comparte propuestas para alcanzar distintos objetivos, la institución sugiere opciones para combatir el dolor de la artrosis, producida por el desgaste de las articulaciones y los huesos.
Para este fin, propone ejercicios suaves de estiramiento, como el tai chi y el yoga, o ejercicios en el agua, como la natación o el acua gym, en especial para los picos de mayor dolor. Si se desea conseguir beneficios a más largo plazo, se pueden agregar ejercicios de fuerza.
Si bien lo ideal son 150 minutos a la semana (es decir, 3 veces de 50 minutos cada una); con tres sesiones de ejercicios de 20 minutos, es suficiente.
Los beneficios de la actividad física están comprobados en la prevención y el tratamiento de varias enfermedades. En el caso específico de la artritis, sus efectos positivos se pueden apreciar en el corto plazo, debido a que el ejercicio reduce la inflamación celular.
Según un reporte publicado en la “Reseña Sistemática de la Base de Datos Cochrane” (en inglés, Cochrane Database of Systematic Reviews), el ejercicio es tan efectivo para el dolor de rodilla, por ejemplo, como los medicamentos anti-inflamatorios no esteroides como el Ibuprofeno o el Naproxeno.