Albert Buitenhuis es un chef exitoso a quien la comida le está causando problemas. La esencia de su trabajo le jugó una mala pasada, ya que le negaron la renovación de su visa de trabajo a causa de su sobrepeso.
Ocurrió en Nueva Zelanda, donde las autoridades determinaron que este cocinero sudafricano de 286 libras (130 kg), no tiene buena salud, por los riesgos de diabetes, hipertensión y enfermedades cardíacas a las que se enfrenta. Paradójicamente, vive allí desde 2007 junto a su esposa, y aunque al llegar al país pesaba 352 libras (160 kg), no tuvo problemas con su residencia. Sin embargo ahora, a pesar de haber rebajado 66 libras (30 kg), peligra su estadía.
Puntos clave
Este tipo de políticas buscan concientizar a la población sobre los riesgos de la obesidad para la salud. Sin embargo, no siempre son efectivas o consiguen los objetivos buscados. Un estudio reciente lo comprueba, ya que demostró que discriminar a una persona por su alto índice de masa corporal (IMC) tiene efectos negativos. Y en lugar de promover la pérdida de peso en este individuo, lo lleva a seguir subiendo.
La investigación fue dirigida por expertos de la Escuela de Medicina de la Florida State University. Se compararon los valores de peso y altura de 6,000 participantes al comienzo del estudio en 2006 y nuevamente en 2010. En base a los datos obtenidos se dedujo que quienes habían sufrido discriminación por su sobrepeso tenían 2,5 más probabilidades de seguir subiendo.
La coautora del estudio, Angelina Sutin, explicó que esta situación es claramente un círculo vicioso, ya que quienes tienen sobrepeso son más propensos a ser discriminados. Y esta discriminación los lleva a seguir subiendo y a tener cada vez más problemas para manejar su peso.
Un segundo estudio publicado en el journal Obesity demostró que la empatía y la valoración tienen un efecto positivo en las personas obesas. Esto se deduce a raíz de un experimento de la Escuela de Medicina John Hopkins, donde se estudiaron a 39 doctores de primeros auxilios y a 208 pacientes. Se comparó el IMC de los pacientes con la capacidad de los médicos para mostrar empatía usando con ellos frases de autoconfianza y valoración. El estudio no encontró diferencias entre la cantidad de consejos, asesoramiento o tiempo dedicado para explicar y discutir los tratamientos con los pacientes. Sin embargo, notaron que no hay un mayor compromiso emocional con los pacientes obesos y con sobrepeso.
Según explica la doctora Kimberly A. Gudzune, líder del equipo de investigación de este segundo estudio, esta actitud de los médicos puede llegar a ser problemática. Los pacientes ven a sus doctores como aliados, por eso es posible que tengan mejores resultados a la hora de intentar que sus pacientes sigan sus consejos. Pero según evidencian los pacientes, todo el tiempo están siendo sojuzgados por su sobrepeso. Pero en estos casos los doctores tendrían que actuar como consejeros y ser capaces de apoyar los estados emocionales de sus pacientes.