Enterarse de las calorías que tienen las palomitas de maíz que, puede provocar un grito aterrador, el mismo que cuando uno va al estreno de una película de terror.
Según un informe del Center for Science in the Public Interest, que analizó las calorías que aportan los diferentes snacks que se ofrecen en las principales salas de cine, cada vez que entramos a ver un estreno con balde de pop corn, estamos consumiendo en promedio 1600 calorías. 
Pero no todas las palomitas ostentan la misma cantidad de calorías: los investigadores encontraron que una las cadena de cine más grande, de EE. UU., las salas Regal, son las que poseen los pop corn con más calorías: el combo mediano tiene 1,610 calorías y 60 gramos de grasas saturadas, debido a ser preparados con aceite de coco.
En los cines AMC, la segunda cadena más importante, las calorías disminuyen. No porque no sean preparados con aceite de coco sino porque las porciones, en este cine, son más pequeñas: el tamaño grande tiene 1,030 calorías y 57 gramos de grasas saturadas; el mediano posee 590 calorías y 33 gramos de grasa, y el pequeño tiene 370 calorías y 20 gramos de grasas saturadas.
Otro cine, otro aceite
En la cadena Cinemark, la tercera en magnitud, las palomitas se fríen en aceite de canola, una opción más saludable. La porción grande tiene 910 calorías, con 4 gramos de grasas saturadas; la porción mediana tiene 760 calorías y 3 gramos de grasas, mientras que la pequeña posee 420 calorías y 2 gramos de grasas saturadas.
A pesar de su sana elección, Cinemark posee las palomitas con más alto índice de sodio: una porción grande reúne 1,500 miligramos de sodio, algo para tener en cuenta, en especial, por aquellos que tienen propensión a la hipertensión arterial.
Debido a que por lo general la diferencia de precios entre los combos medianos y grandes es generalmente mínima, gran parte del público termina llevándose el tamaño más generoso y con éste, ¡más calorías y grasas!
Es cierto que, a esta altura, las palomitas están tan instaladas en la cultura popular como acompañamiento indispensable para ir al cine, que no es fácil despedirse de esta idea. Sin embargo, si pensamos en las calorías que nos aportan, tal vez podamos llegar a darnos cuenta que en realidad al cine, se va a ver una película, ¡no a comer!
