Si llevas un estilo de vida muy agitado, es posible que estés dejando de hacer una de las cosas que te ayudará a cumplir con todas las tareas y actividades del día: ¡desayunar! Es cierto que quedarse un ratito más en la cama puede ser muy tentador, pero a media mañana, seguramente te arrepentirás de no haberle dedicado unos minutos a la comida más importante del día.
Primero lo primero
Los carbohidratos son la fuente más importante de energía. Puedes encontrarlos en forma de harinas refinadas o integrales y en el azúcar. Entre las mejores opciones están el pan integral, las tortillas de maíz, los cereales de desayuno integrales y bajos en azúcar, la avena y los frijoles. Para asegurar el buen funcionamiento tanto de tu cuerpo como de tu cerebro es esencial que estos alimentos formen parte de tu desayuno . También es fundamental incluir una fuente de proteína, como leche o yogur descremado, queso bajo en grasa, jamón de pavo o huevos para mantenerte satisfecho hasta el siguiente tiempo de comida. Por último, siempre incluye frutas o vegetales para obtener todas las vitaminas y minerales que tu cuerpo necesita.
A continuación, te damos algunas opciones de desayunos que puedes preparar en cinco minutos y que incluso puedes transportar fácilmente.
- Batido de Avena
1 taza de yogur descremado
¼ taza de jugo de naranja
2 fresas grandes
3 cucharadas de avena cruda
Colocar todos los ingredientes en la licuadora y licuar hasta que estén mezclados. Tómatelo al instante o llévatelo en un vaso portátil.
- Muffin de Huevo
1 huevo
1 rodaja de jamón de pavo
1 rodaja de queso bajo en grasa
4 rodajas de tomate
Prepara un huevo cocido la noche antes y guárdalo en la refrigeradora. En la mañana siguiente, coloca todos los ingredientes dentro del muffin, caliéntalo 30 segundos en el microondas, y listo.
- Cereal con leche
½ taza de cereal de hojuelas de maíz
½ taza de cereal integral (All Bran u hojuelas de avena cruda)
¼ taza de fruta deshidratada picada
1 taza de leche descremada
Mezcla el cereal con la fruta un día antes y guárdalo en una bolsa con cierre. En la mañana siguiente, sírvelo en un recipiente y agrégale la leche. Si necesitas llevártelo, guarda el cereal en un recipiente desechable desde la noche anterior y llévate un cartoncito de leche de 8 onzas para agregar más tarde.
Empieza cada mañana con un buen desayuno. ¡Llegarás al final del día con mucha más energía!