La investigación publicada en la revista British Journal of Nutrition y realizada por científicos del York Health Economics Consortium (YHEC) en Reino Unido, analizó ocho bases de datos de trabajos diseñados para evaluar los efectos de la suplementación con probióticos, específicamente de las cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium, sobre la duración de las infecciones de vías respiratorias en adultos y niños.
A través del análisis de los datos que incluyeron 20 estudios, entre ellos, el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (CENTRAL) y los registros de MEDLINE, los investigadores encontraron que la ingesta de probióticos acortó significativamente la duración promedio de los episodios de resfrío, disminuyó la gravedad de los síntomas y se registraron menos ausencias al trabajo o escuela en comparación con quienes no los tomaban o se les administró un placebo.
Las personas que consumen probióticos además, son menos propensas a tomar los antibióticos en los casos de infección del tracto respiratorio superior, de acuerdo con la revisión.
Los estudios revisados sugieren que los probióticos tienen un efecto inmunomodulador en el organismo, es decir, que contribuyen a regular el sistema inmune, defendiendo al organismo de una "amplia variedad" de agentes patógenos que pueden ocasionar diferentes enfermedades.
Los resfriados son la razón más común por la cual los niños faltan a la escuela y los padres a su trabajo. En los Estados Unidos hay más de mil millones de resfriados al año, se calcula que cada adulto sufre entre 2 y 4 episodios por año, sobre todo en invierno, cuando las condiciones climáticas facilitan la producción y propagación de virus.
¿Qué son los probióticos?
Son microbios “buenos” que se pueden ingerir para ayudar a combatir algunas enfermedades, y que se utilizan como bacterias “beneficiosas”, según indican los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, su sigla en inglés). Uno de los más conocidos y utilizados es el Lactobacillus acidophilus.
La mayoría de los probióticos provienen de fuentes alimenticias, especialmente de productos lácteos con cultivos. Los probióticos pueden ser consumidos como cápsulas, tabletas, bebidas, polvos, yogures y otros alimentos.
En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) clasifica los probióticos como suplementos alimentarios por lo que no está regulada su pureza, viabilidad o eficacia.
Más para leer:
- 10 buena razones para comer yogurt
- Alimentos que te evitan un resfriado
- Ataca la gripe con remedios naturales