El consumo constante de extracto de ginkgo biloba reduciría a la mitad el daño que el cerebro recibe a causa de un ataque cerebral, concluyen varios estudios que se han hecho durante décadas.
Este efecto podría deberse a que el ginkgo tiene poderosos efectos neuroprotectores y antioxidantes, pero más allá de eso el extracto de esta planta estimularía al cerebro a desarrollar una mejor defensa ante el estrés producido antes y durante un ataque cerebral.
Puntos clave
El ginkgo biloba es conocido por su capacidad para mejorar la memoria y la concentración, si bien muchos estudios cuestionan esos beneficios.
Qué dice la ciencia médica
La Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) explica que el daño que sufre el cerebro a raíz de un ataque cerebral eleva el riesgo de padecer discapacidades, como parálisis, problemas del lenguaje o problemas cognitivos. Los investigadores creen que si el ginkgo es capaz de reducir el daño cerebral, sería también efectivo para reducir el riesgo de discapacidad.
Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos, junto con el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa (NCCIH), financiaron uno de los ensayos clínicos más grande que se ha hecho sobre el ginkgo.
En esa investigación se encontró que el ginkgo no influye en la presión arterial, la hipertensión, ni en eventos cardiovasculares. En cambio, sí puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedad vascular periférica, una condición dolorosa y potencialmente mortal que afecta la circulación en piernas, brazos, estómago y riñones.
Por lo que se concluye que el extracto de la planta resultaría benéfico como complemento un tratamiento del accidente cerebrovascular. Dado que los ensayos fueron hechos con ratones, aún faltan realizar estudios clínicos en humanos. Si los resultados fueron similares, los médicos podrían recomendar el uso de ginkgo biloba a los pacientes con un alto riesgo de ataque cerebral, así se minimizarían los daños que puedan padecer.