Cuando vamos de compras al supermercado y escogemos diferentes alimentos para incluir en nuestra alimentación, buscamos un equilibrio entre lo que es saludable para nuestro cuerpo y al mismo tiempo pensamos en incluir sabores agradables.
Con esa amplia elección de productos en ocasiones tardamos en terminar toda la comida que se ha almacenado en el refrigerador o nevera. A veces olvidamos o dejamos algo para después y pasa la fecha de caducidad, he aquí donde pensamos ¿puedo comer esto todavía?
Comencemos mencionando que para una mejor conservación de los alimentos es necesario mantener los alimentos perecederos en refrigeración, la temperatura varía para algunos productos, pero lo importante es que al regresar del supermercado entren directo al refrigerador o sean congelados lo antes posible para evitar que las bacterias los puedan descomponer.
Es cierto que los productos poseen una fecha de caducidad en sus empaques y ésta sirve para determinar el periodo donde la calidad del producto está presente de acuerdo al fabricante.
Así mismo, hay que considerar también la fecha en que se abre el empaque de cada alimento pues de ahí en adelante la cuenta regresiva comienza hasta llegar a un punto en el que ya no es apto para consumirlo, el cual consta de unos cuantos días.
Lo que se conoce como “fecha de caducidad” se encuentra en empaques o envases de muchos alimentos perecederos como la carne, los lácteos, los huevos. La “fecha de consumo preferentes se utiliza en cajas o productos enlatados.
Existen algunas frases que se mencionan en los empaques o envases de los productos que se expenden en EE.UU. que nos ayudan a tomar mejor en cuenta cómo descifrar las fechas límite de caducidad o consumo preferente:
-Usar preferentemente antes de: ("Best if Used By/Before") esta frase nos menciona el periodo en el que la calidad del alimento esta óptima.
-Fecha límite de venta: ("Sell-By") es la fecha límite en la que la tienda debe sacar el producto y debe llegar al hogar del consumidor.
-Consumir antes de: (“Use-By”) es la última fecha apta para el consumo del alimento considerando su calidad.
En la mayoría de los casos cuando un producto pasa su fecha de caducidad y éste se encuentra en casa y fue manejado correctamente durante ese periodo es posible consumirlo unos cuantos días después, siempre y cuando no sea de origen animal, de igual manera uno debe estar atento ante los indicios de que este ya no esté apto.
Los productos en proceso de descomposición suelen tener un aroma inusual, cambian de color y forma, aparecen hongos y otras características que nos ayudan a identificar esto, al ver algo de esto es importante ya no consumir el alimento; también consideremos que hay procesos de la descomposición que pasan por alto a nuestros sentidos puesto que son procesos microscópicos.
A continuación, una lista de alimentos que debes consumir antes de la fecha de caducidad:
1.Quesos suaves (queso crema, queso de cabra, ricotta). Por lo general dura máximo 1 semana después de abierto.
2.Lácteos (leche, yogur), 5 días después de abierto.
3.Carnes frías procesadas frescas como jamón, salami, chorizo, pepperoni, entre otros) de 3 a 5 días. Al vacío tienen mayor rango de caducidad, una vez abierta consumir de 3 a 5 días.
4.Carne roja cruda (de res, ternera, cerdo, etc.) Comer inmediatamente al llegar a casa, antes de la fecha de venta o congelar.
5.Aves (pollo, pavo, etc.)
6.Sustitutos de huevo, después de abierto en refrigeración dura de 3 a 5 días y 10 días sin abrir si está dentro de la fecha de caducidad.
7.Carne picada o molida (de res, de pollo, pavo, ternera, etc.) comer de inmediato de preferencia o refrigerar uno o dos días como máximo y congelar dentro de los dos días de compra y antes de la fecha de consumo preferente.
8.Pescados consumir o congelar de inmediato después de la compra para evitar se descompongan.
9.Mariscos (camarones, ostiones, almejas etc.), de inmediato después de la compra, máximo 24 horas, siempre y cuando estén frescos.
10.Productos enlatados (cualquier producto enlatado o envasado) consumir antes de la fecha de vencimiento y observar que no esté abombado ni oxidada la lata o desechar.
Ante la duda de consumir un producto, pregúntate: ¿Cuál es el riesgo? Y ¿Cuál es el beneficio? Sin duda preferirás desecharlo a enfermarte o contraer una enfermedad transmitida por alimentos en descomposición o causada por sus toxinas.