En un nuevo estudio, la Dra. Shreyasee Amin, investigadora líder y profesora asociada de la Clínica Mayo, y colegas, analizaron las medidas de densidad mineral ósea (DMO) en 28 miembros de tripulaciones espaciales de EE. UU. (24 hombres y cuatro mujeres) cuyas misiones en el espacio duraron entre 95 y 215 días. La DMO es un indicador de la fuerza de los huesos.
A los 28 miembros de la tripulación se les midió la DMO antes de sus vuelos espaciales, y en un plazo de 33 días tras su regreso a la Tierra. Además, a 24 miembros del personal se les evaluó la DMO una vez más entre seis y 18 meses tras volver del espacio.
Puntos clave
Las medidas de DMO se tomaron de todo el cuerpo, la cadera, el área lumbar de la espina dorsal, y dos lugares de la muñeca. Los resultados de DMO de la tripulación se compararon con los de adultos sanos que nunca habían salido de la Tierra.
La DMO de los astronautas inmediatamente después de los vuelos espaciales era mucho más baja de lo normal, y concordaba con lo que se sabe sobre la pérdida ósea durante los vuelos espaciales, señalaron los investigadores. Pero los investigadores también encontraron que unos doce meses después del regreso del espacio de la tripulación, la DMO seguían siendo más baja de lo normal en varios sitios.
Los hallazgos indican que un periodo largo en un ambiente de poca gravedad podría tener un efecto nocivo a largo plazo para la salud ósea.
Se ha programado presentar el estudio el 9 de noviembre en la reunión científica anual del Colegio Estadounidense de Reumatología (American College of Rheumatology, ACR), en Atlanta.
"Idealmente, necesitamos identificar mejores estrategias para evitar la pérdida ósea que ocurre durante los vuelos espaciales, para que podamos mantener los huesos de los que sirven en misiones espaciales de larga duración sanos y fuertes a largo plazo", comentó Amin en un comunicado de prensa del ACR.
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