En 2011 Tracy Saunders tuvo un accidente mientras iba a su trabajo en bicicleta. Al girar en una rotonda su pierna derecha quedó aplastada bajo las ruedas de un camión. En un principio los cirujanos del hospital Addenbrooke, en Cambridge, Inglaterra, lograron salvarle la pierna, pero una infección puso en riesgo su vida y tuvieron que realizar una amputación. Desde ese momento utilizó una prótesis estándar que le dieron en el hospital, que no le permitió retomar sus actividades cotidianas.
Pero a comienzo de 2015 la mujer de 46 años adquirió una pierna prostética de última generación, que le permite adaptarla para volver a andar en bicicleta e incluso esquiar.
Según declaró a la publicación Cambridge News, el accidente ocurrió el 30 de septiembre de 2011. Era un bonito día de sol y se dirigía a su trabajo a las 7.30 de la mañana. Ella trabaja con su familia en Go Glass, una empresa de Cherry Hinton que fabrica vidrio.
Usaba la senda para ciclistas y en una rotonda el conductor de un camión no la vio y al doblar enganchó la rueda trasera de su bicicleta tirándola al piso y pasando por encima de su pierna derecha y su vehículo.
Pasó 9 semanas en el hospital durante las cuales tuvo 14 operaciones. Así lograron salvar su pierna asegurándola con tornillos y placas de metal. Al volver a su casa estuvo un año haciendo fisioterapia y 6 meses después, cuando los médicos vieron que ya estaba bastante fuerte, decidieron que ya era el momento de darle movilidad a la rodilla.
Pero luego de la cirugía apareció una infección y tres días más tarde tuvo que ingresar en la sala de cuidados intensivos, donde según informaron a sus familiares, no pasaría de esa noche con vida.
La sedaron durante 5 días para poder tratar la infección y le pidieron que decidiera si quería que su pierna quedara sin movilidad en la rodilla o si prefería una amputación para usar una prótesis. Tracy optó por lo segundo y al principio admite que le costó mucho retomar su vida normal con una pierna prostética común.
A principios de 2015 se decidió a adquirir una de última generación con un microprocesador, y según admite, "cambió significativamente su vida". La pierna artificial llamada Genium está fabricada por la companía Otto Bock y tiene una articulación electrónica en la rodilla con una sofisticada computadora que regula los movimientos de la parte inferior de su pierna.
Un vocero de la firma dice que si bien no permite correr miles de millas por hora, trata de reproducir con bastante exactitud los movimientos de una pierna normal al caminar, subir y bajar escaleras. Si la persona que lleva la prótesis alza un niño, el dispositivo detecta el peso extra y se fortalece para compensar. La prótesis cuenta con un control remoto que se puede ajustar para pedalear, y permitir que la pierna pueda hacer movimientos circulares (ver video).
Tracy dice que hoy puede caminar con naturalidad y confiar en el equilibrio de su cuerpo, y logró retomar sus actividades habituales. Según admite, decidió que el accidente no la va a detener. Ya empezó a manejar y tiene una bicicleta nueva, pero confiesa que se siente incómoda cuando ve cerca un gran camión de carga.
Después del accidente valora mucho más a su madre, a su familia y a sus amigos, ya que todos la ayudaron a superar el mal trago. Y dedica un recuerdo especial al personal del hospital de Addenbroke, donde dice haber conocido gente maravillosa, en especial en la guardia, la unidad de cuidados intensivos y el centro de rehabilitación. Para ella el 2015 empezó, literalmente, con el pie derecho.