Bill Kochevar agarró una taza de agua, se la llevó a los labios y bebió a través del sorbete.
Sus movimientos eran lentos y deliberados, pero Kochevar no había movido su brazo o mano derecha durante ocho años, después de que sufriera un accidente en bicicleta.
Y se necesitó algo de práctica para comprender que sólo lo lograría pensando en ello.
Kochevar, que estaba paralizado desde sus hombros hacia abajo tras el accidente, es la primera persona con cuadriplejia en el mundo que recupera los movimientos del brazo y la mano con la ayuda de dos tecnologías temporalmente implantadas.
Se trata de una interfaz cerebro-computadora con electrodos de grabación bajo su cráneo, y un sistema de estimulación eléctrica funcional (FES) que activa su brazo y su mano, y reconecta su cerebro a los músculos paralizados.
Kochevar, sosteniendo un mango improvisado atravesado por una esponja seca, se rascó el costado de la nariz con la esponja. Recogió un poco de puré de patatas de un tazón, tal vez su objetivo principal, y saboreó cada bocado.
"Para alguien que ha estado lesionado ocho años y no podía moverse, ser capaz de mover sólo ese poco, es impresionante", dijo Kochevar, de 56 años, oriundo de Cleveland, EE.UU. "Es mejor de lo que pensé" agregó.
Gran desafío médico
La investigación que culminó con el implante de este paciente sin movildad, fue realizada entre Case Western Reserve University, y el University Hospitals Cleveland Medical Center (UH). El estudio fue publicado en The Lancet el 28 de marzo de 2017.
"Realmente se está abriendo terreno para el tratamiento de lesiones de la médula espinal. Éste es un paso importante hacia la restauración de una cierta independencia". dijo Bob Kirsch, presidente del Departamento de Ingeniería Biomédica de Case Western Reserve e investigador principal.
Cuando se les pregunta, las personas con cuadriplejia, dicen que su primera prioridad es rascarse una picazón, alimentarse o realizar otras funciones simples con el brazo y la mano, en lugar de confiar eso a los cuidadores.
"Al tomar las señales cerebrales generadas cuando Bill intenta moverse, y usarlas para controlar la estimulación de su brazo y mano, fue capaz de realizar funciones personales que eran importantes para él", dijo Bolu Ajiboye, profesor asistente de ingeniería biomédica.
Nueva esperanza para millones
La investigación con Kochevar es parte del ensayo clínico piloto BrainGate2 que está siendo llevado a cabo por un consorcio de instituciones académicas que evalúan la seguridad y viabilidad del sistema de interfase cerebro-computadora implantado (BCI) en personas con parálisis.
Otras investigaciones BrainGate han demostrado que las personas con parálisis pueden controlar con un cursor en una pantalla de computadora, un brazo robótico.
"Todos los días, la mayoría de nosotros damos por sentado que cuando lo deseamos, podemos mover cualquier parte de nuestro cuerpo con precisión y control en múltiples direcciones, pero aquéllos con traumatismos de la médula espinal o cualquier otra forma de parálisis no pueden", dijo Benjamin Walter, profesor asociado de neurología en la Escuela de Medicina de Case Western Reserve,
"La última esperanza de cualquiera de estas personas es recuperar esta función", dijo Walter. "Establecer la comunicación de la voluntad desde el cerebro directamente al cuerpo, es una idea innovadora que devolverá la esperanza a millones de personas paralizadas que algún día podrán volver a moverse libremente" finalizó.