Denise Maione-Schwind es una azafata de 35 años que sufría enormemente al usar zapatos ajustados durante muchas horas. Pero lo peor de todo era que tampoco podía tolerar los tacones altísimos que tanto le gustaban, y en su guardarropas había varios pares de los diseñadores más renombrados.
Por eso se decidió pasar por la llamada "cirugía de Cenicienta" para modificar el tamaño y la forma de sus pies, y aunque tuvo que desembolsar una suma de dólares considerable, lo hizo con gusto ya que significaba poder usar el calzado que tanto amaba. Como Denise, son muchas las mujeres que recurren a este tipo de cirugía para acortarse los dedos o modelar sus pies.
En el caso de esta azafata, se le removieron los juanetes (foto abajo). Según explica la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., dependiente de los Institutos Nacionales de la Salud, los juanetes o hallux valgus son formaciones óseas en los costados del pie, que causan dolor e impiden usar calzado ajustado o con tacos altos.
La cirugía se realiza con anestesia local, y el cirujano repara la zona deformada cortando y eliminando huesos y tendones según corresponda. Luego coloca clavos, tornillos, placas o una férula para mantener los huesosen su lugar. Algunos pacientes pueden volver a caminar normalmente en una semana, y esta cirugía se sugiere cuando no resultaron otros tratamientos, entre ellos utilizar calzado con hormas anchas o parches ortopédicos.
En la cirugía de Cenicienta, además de remover los juanetes también se pueden alargar o acortar los dedos, limar los excesos de hueso y hasta extraer la grasa de más en quien encuentra que sus pies son demasiado gordos. Esta práctica que se realiza por liposucción se conoce familiarmente como “toebesity” y se hizo famosa en EE.UU. y Europa.
En el Reino Unido también se realiza una operación bautizada como “Loub Job” en alusión al dieñador del calzado Christian Louboutin, famoso por sus tacones altísimos. En la intervención se hace más acolchada la planta del pie, para poder tolerar los zapatos con una sonrisa.
El cirujano podiátrico Jason Hargrave explica que esta tendencia ganó popularidad con la serie “Sex and the City”, donde la protagonista Carrie Bradshaw tenía una admiración casi maniática por los zapatos de diseño con tacos interminables.
La Asociación Médica Americana de Podólogos sostiene que la cirugía de pies debería realizarse únicamente por razones médicas. Y declara: “Los procedimientos quirúrgicos en tobillos y pies son generalmente para aliviar el dolor, restablecer la función y reconstruir deformidades. Y pueden tener el beneficio adicional de mejorar la apariencia”.
El riesgo de estas cirugías es que si se hacen en forma incorrecta pueden afectar el movimiento del pie y causar más problemas que soluciones. Muchos cirujanos ortopedistas sostienen que son muy invasivas, y que tienen un alto riesgo de complicarse y dejar dolores articulares permanentes y hasta restringir el normal movimiento del pie.
En defensa de este tipo de intervenciones, hay quien sostiene que muchas mujeres odian tanto sus pies que hasta los ocultan de sus propios maridos y jamás usan calzado abierto.
Otras se sienten avergonzadas por tener pies grandes, y llegan a usar zapatos de un talle más chico que terminan sacándoles callos y produciendo dolores intensos. Para muchas mujeres, tener pies bonitos las puede ayudar a mejorar su autoestima y aumentar su confianza.
A la hora de elegir, “el dolor de pies se nota en la cara”, decían las abuelas. Y es tan real que vale la pena tenerlo en cuenta.