¿Eres trabajador por tu cuenta? Necesitas un seguro de accidentes para freelance

Cada vez es más frecuente ser trabajador freelance. Son personas que no dependen de una empresa concreta, sino que, de manera autónoma, trabajan para muchos clientes a los que ofrecen sus servicios. Con el auge de la llamada economía colaborativa, estos profesionales son cada vez más abundantes y se pueden encontrar en los sectores y actividades más insospechados.

Como muchos de estos profesionales tienen unos ingresos limitados, a menudo no tienen un seguro de accidente. Sin embargo, lo necesitan tanto como los trabajadores convencionales. Si eres un profesional freelance, te interesa este artículo. Sigue leyendo para saber por qué es útil y necesario un seguro de accidente para freelance.

¿Eres trabajador por tu cuenta? Necesitas un seguro de accidentes para freelance
Freelance | Foto: GETTY IMAGES

Seguro de accidentes para un trabajador freelance: Qué vas a encontrar en este artículo

Trabajadores freelance, símbolo de una nueva economía

A medida que la economía colaborativa se expande, aumenta el número de trabajadores freelance en todo el mundo, pero especialmente en Estados Unidos. Siempre hemos tenido trabajadores autónomos: plomeros, electricistas, carpinteros, limpiadores, propietarios de comercios, bares, tiendas, taxistas... Partiendo de esa base, la idea de freelance se ha ido asentando en nuestra sociedad.

Hace una década, freelance eran algunos periodistas, fotógrafos, diseñadores, arquitectos… Pero en los últimos años, con el fenómeno ‘uberización’, el modelo se ha disparado. Hoy, nuestras calles están pobladas por conductores de Uber o Cabify, repartidores de Deliveroo, JustEat o Glovo, ‘juicers’ que recargan skates, guías turísticos improvisados, gestores de alojamientos de AirBNB y otros muchos nuevos trabajos que van surgiendo con los cambios económicos y sociales.

Todos estos nuevos empleos suelen compartir una característica: no están bien regulados y es frecuente la precariedad entre sus trabajadores. Son salarios bajos, muchas veces ganados a comisión, y en un marco legal que prácticamente no contempla sus necesidades.

Esta situación se traduce en una gran exposición y un cierto desamparo. Esta falta de protección se hace patente cuando se produce un accidente que incapacita al trabajador para seguir trabajando. A menudo, estas personas no cuentan con planes de salud, o los que tienen son muy básicos y no cubren los accidentes. Por este motivo, se hace muy necesario tener un seguro de accidentes para freelance.

Con esta cobertura extra, por muy poco dinero al mes, se dispone de una protección adicional que resultará muy útil en caso de sufrir algún percance. Si eres freelance y crees que los accidentes no te van a afectar, te equivocas. Los accidentes suceden continuamente y nadie está libre de sufrir uno.

Los trabajadores freelance y los accidentes

Muchos trabajadores freelance piensan que no necesitan un seguro de accidentes porque, por la labor que desarrollan, no van a tener ningún percance. Hay muchos freelance que trabajan en casa, a través de internet, o que solo dedican a su actividad unas pocas horas al día y no creen que en ese tiempo les vaya a pasar nada. Se equivocan.

Según el Consejo Nacional de Seguridad, en Estados Unidos la mayor cantidad de accidentes se produce precisamente en el hogar. Los accidentes domésticos son constantes: caídas, cortes, quemaduras, intoxicaciones, sobreesfuerzos, malas posturas… El hecho de trabajar en casa no reduce los riesgos de sufrir un accidente, pero sí puede hace que el trabajador se relaje y olvide algunas medidas de seguridad elementales.

Lo mismo sucede cuando estos trabajos más o menos informales se desarrollan en la calle. Muchos ‘riders’ creen que, por ir en bicicleta, no les va a suceder nada grave y, sin embargo, están expuestos a caídas, atropellos y colisiones.

Cuando llega el percance y no se puede trabajar, los ingresos se cortan inmediatamente. Además, es probable que haya que hacer frente a tratamientos médicos, desplazamientos, pruebas… Los ingresos se transforman inmediatamente en gastos, con la consiguiente merma en los ahorros o, peor, la necesidad de recurrir al endeudamiento. Si no se dispone de un seguro, sea de salud o de accidentes, o un seguro complementario, el trabajador estará en una situación de gran vulnerabilidad.

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