En los últimos años los suplementos de colágeno cobraron una enorme popularidad, posicionándose entre las principales búsquedas en Internet.
Aunque suelen tomarse para aliviar dolores articulares, incrementar la masa ósea y muscular, fortalecer cabello y uñas, proteger los intestinos e incluso perder peso, su principal uso es mejorar la salud de la piel. Pero ¿qué tan efectivos son?
El colágeno es un grupo de proteínas (hasta la fecha se han identificado 28 tipos) que constituyen aproximadamente 1/3 de todas las proteínas del cuerpo. Tiene diferentes funciones y beneficios para la salud, entre los que se encuentra:
- Evitar la rigidez de las articulaciones.
- Favorecer la elasticidad de la piel (otorgándole un aspecto joven y saludable).
- Fortalecer el tejido muscular.
- Mejorar el funcionamiento del sistema digestivo (al fortalecer el revestimiento intestinal).
- Reducir la aparición de celulitis.
A pesar de su abundancia, el colágeno no es eterno e inevitablemente comienza a reducirse con la edad (a partir de los 30 años aproximadamente). Esto se debe a que a medida que envejecemos, el cuerpo pierde la capacidad de sintetizar y regenerar colágeno, aunque otros factores pueden contribuir a esta disminución, como:
- Beber alcohol en exceso.
- Exponerse excesivamente al sol.
- Fumar.
- No dormir correctamente.
- Ser sedentario.
- Tener una alimentación poco saludable, conformada principalmente por productos ultraprocesados.
Como consecuencia de la pérdida de colágeno, se puede experimentar:
- Dolor articular.
- Enfermedades óseas, como osteoporosis.
- Síntomas de envejecimiento cutáneo, como arrugas, marcas, manchas o pérdida de elasticidad y brillo en la piel.
¿Ayudan los suplementos?
Los complementos nutricionales, mejor conocidos como suplementos dietéticos, son productos que poseen "ingredientes alimenticios" para ayudar al organismo a obtener sustancias vitales.
Entre los ingredientes alimenticios se puede encontrar aminoácidos, enzimas, hierbas, minerales o vitaminas. Sin embargo, como su nombre lo indica, son complementos para una dieta saludable, pero nunca deben funcionar como sustitutos.
Los suplementos de colágeno generalmente se obtienen a partir de ciertos tejidos, como cartílago, escamas espinas, huesos, o piel de distintos animales, como cerdo, vaca, oveja o pescado.
La evidencia sobre sus beneficios es contradictoria. Algunos expertos aseguran que la ingesta de suplementos de colágeno en realidad no tiene beneficios, principalmente sobre la salud de la piel, debido a la complejidad del sistema digestivo humano, que los descompone en aminoácidos simples antes de llegar a la dermis.
Otros estudios señalan que esto no sería un problema cuando los suplementos poseen colágeno hidrolizado, que se absorbe con mayor facilidad a nivel intestinal y se aprovecha mejor por parte del organismo. Esto se debe a que se reduce su tamaño molecular, facilitando su asimilación.
Una revisión publicada en Journal of Drugs in Dermatology, señaló tras analizar 14 estudios (que incluían a más de 800 participantes), que los resultados preliminares son prometedores para el uso a corto y largo plazo de suplementos de colágeno oral para la cicatrización de heridas y el envejecimiento de la piel.
Aunque resaltaron que son necesaria más investigaciones para determinar los regímenes de dosificación óptimos.
Otro ensayo clínico aleatorizado y controlado con placebo, publicado en Nutrients, confirmó que los péptidos de colágeno oral junto con otros dermonutrientes mejoraron significativamente la hidratación, elasticidad, rugosidad y densidad de la piel en un grupo de pacientes, después de tres meses de ingesta.
Además, los suplemento de colágeno no causaron ningún efecto secundario y demostraron ser seguros y bien tolerados durante el período de aplicación y posterior.
Lo cierto, es que un factor que dificulta conocer los beneficios de los suplementos de colágeno, así como de otros complementos, es que este tipo de productos no está regulado por las autoridades sanitarias. No se someten al mismo tipo de control, por ejemplo, que el que reciben los medicamentos.
Por este motivo, es imposible conocer con certeza si el suplemento de colágeno que estás tomando en verdad puede hacer algo por tu piel o articulaciones, o, en caso de que lo haga, si este beneficio se debe al colágeno en sí o a otros tipo de compuestos que se encuentra en el suplemento.
Además, también existen registros sobre distintos efectos secundarios asociados a la ingesta de suplemento de colágeno, como problemas gastrointestinales, mal aliento o erupciones cutáneas.
Los investigadores creen que esto puede deberse a que se fabrican con alérgenos alimentarios, como pescado o maricos. Para evitar cualquier problema, lo ideal es consultar a un profesional de la salud antes de comenzar a utilizar suplementos de colágeno.
Cómo aumentar el colágeno
Actualmente, no existe un consenso claro entre los profesionales y fabricantes sobre como los suplementos de colágenos deberían manufacturarse y presentarse para que el cuerpo pueda aprovecharlos.
Existen otros tratamientos u opciones comprobadas para incrementar el colágeno en el organismo, aunque no son tan atractivas y accesibles como la ingesta de polvos, cápsulas o líquidos:
- Radiofrecuencia: se calientan capas profundas de la piel para ayudar a reactivar la producción de colágeno. Al ser un tratamiento relativamente nuevo, solo se han realizado pocos y pequeños estudios sobre su eficacia, pero los resultados son prometedores.
- Microagujas: para inducir el colágeno se usa un rodillo con muchas agujas pequeñas, que al rodar sobre la piel accede a las capas más profundas.
- Exfoliaciones ligeras.
- Tratamiento con distintos tipos de láser.
Sin embargo, la mayoría de los expertos coincide en que la mejor forma de garantizar la presencia de colágeno en el organismo es manteniendo el ya que tenemos naturalmente. Para ello, se aconseja:
- Mantener una alimentación adecuada, rica en frutas, vegetales, carne magra y legumbres.
- Mantener una correcta hidratación.
- Cuidar la piel, especialmente utilizando protector solar con regularidad.
Cuidado con los suplementos
Los efectos negativos de los suplementos dietéticos no solo se deben a que es imposible conocer con certeza que contiene, sino también a:
- Presencia de ingredientes activos en los suplementos con fuertes efectos biológicos sobre el cuerpo.
- Consumo excesivo de los suplementos, para obtener mejores y más rápidos resultados.
- Combinación inadecuada entre suplementos.
- Combinación de suplementos con medicamentos.
- Sustituir medicamentos por suplementos.
Para no correr peligro cuando uses suplementos debes tener en cuenta distintas medidas de seguridad. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU., comparte estos consejos para que el usuario conozca los suplementos y no caiga en el uso inadecuado de los mismos:
- Si buscas suplementos en Internet, usa sitios no comerciales, como Instituto Nacional de Salud, FDA, o Departamento Federal de Agricultura. De esta forma, no dependerás de la información ofrecida por vendedores.
- Permítete dudar cuando las declaraciones son demasiado buenas para ser ciertas, como: "funciona mejor que un medicamento recetado", "totalmente seguro" o "carece de efectos secundarios".
- Recuerda, natural no siempre significa seguro.
Para recordar:
Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado.
No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.
Recuerda, las propiedades medicinales de las hierbas y suplementos también pueden interactuar con los fármacos recetados, con otras hierbas y suplementos, e incluso alterar tu dieta.
Fuentes consultadas: Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU, Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.