El estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista científica PLoS ONE, refiere que la naringenina, lo que le da el sabor amargo al pomelo y a otros cítricos, es un potente antioxidante que activa varias proteínas que ayudan al hígado a regular la presencia de lípidos e hidratos de carbono al descomponer los ácidos grasos, y con ello, reduce el azúcar en la sangre al incrementar la sensibilidad a la insulina y la tolerancia a la glucosa.
La naringenina, destacan los autores del trabajo, produciría un estado similar al del ayuno durante el cual se descomponen los ácidos grasos en lugar de los carbohidratos. “Es un hallazgo fascinante”, comentó el Dr. Yaakov Nahmia, autor principal de la investigación. “Nosotros mostramos el mecanismo por el cual la naringenina aumenta dos importantes objetivos farmacéuticos, el PPAR alfa y PPAy, mientras que bloquea un tercero, el LXR alfa. Los resultados son similares a aquellos inducidos por largos períodos de ayuno”, añadió.
El hígado es el órgano responsable de la regulación de los niveles de carbohidratos y lípidos. Luego de una comida, la sangre es inundada con azúcares, las cuales activan el receptor hepático LXR alfa, lo que a su vez provoca que el hígado cree ácidos grasos para el almacenamiento a largo plazo. Durante el ayuno, el proceso es al revés; los ácidos grasos son liberados por las células adiposas, activando el PPAR alfa en el hígado, y son descompuestas en acetonas. Un proceso similar, involucra al PPARy e incrementa la sensibilidad a la insulina.
Los investigadores confían en que si los resultados del estudio se extienden a los pacientes humanos, la naringenina del pomelo podría convertirse en un elemento básico en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y quizás del síndrome metabólico.
Más sobre el pomelo o toronja
De acuerdo con Natural Standard (empresa de investigación internacional sobre medicina alternativa), el zumo de pomelo se ha utilizado en la medicina popular para el tratamiento de la diabetes, así como para fortalecer el sistema inmunológico, pero no existe evidencia científica suficiente que apoye su uso para cualquier desorden médico.
Contiene grandes cantidades de potasio y enzimas, y es reconocida por su capacidad de quemar grasas. La gran cantidad de agua que contiene ayuda a mejorar el metabolismo y a reducir el peso.
La temible diabetes
La diabetes se ha convertido en una epidemia que afecta a casi 350 millones de personas en todo el mundo según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se prevé que se convierta en la séptima causa de muerte en 2030 y el número de casos alcance los 552 millones, o un adulto de cada 10 en el mundo.
Según las estadísticas de la ADA, unos 22.3 millones de personas en los Estados Unidos (hombres, mujeres y niños) han sido diagnosticados con diabetes, es decir, casi el 7% de la población total y 5 millones más que en 2007. Se estima que 6 millones de personas tienen diabetes pero no lo saben y se prevé que unas 44 millones de personas desarrollen la enfermedad en los próximos 15 años.
Para la ADA, las complicaciones de la diabetes representan una carga del 5 al 10% del presupuesto de salud de un país. En el 2012, en los EE.UU. se gastaron 245 mil millones de dólares en costos médicos directos, lo que incluye la atención hospitalaria y de emergencias, las consultas médicas y los fármacos. De esa cantidad, 69 mil millones de dólares representan los costos indirectos, lo que incluye una menor productividad en el trabajo o productividad perdida, así como la muerte prematura.
La ADA indica que es la cuarta causa de muerte a nivel mundial y que las personas diagnosticadas con diabetes tipo 2 morirán de 5 a 10 años antes que las personas sin diabetes debido a enfermedades cardiovasculares.
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