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Higo (Ficus carica L.)

Resumen:

Se cree que los higos fueron cultivados primero en Egipto, se expandieron a la Antigua Creta y subsecuentemente a la Antigua Grecia, en donde se volvieron un producto básico de la dieta tradicional; fueron considerados con tan alta estima que se crearon leyes que prohibían la exportación de los higos de mejor calidad. Los higos fueron respetados en la antigua Roma y se consideraban como una fruta sagrada. Según el mito romano, los gemelos fundadores de Roma, Rómulo y Remo, descansaron debajo de una higuera.

Tradicionalmente, los higos se han utilizado para tratar estreñimiento, bronquitis, hiperlipidemia (colesterol alto), eczema, soriasis (enfermedad crónica de la piel), vitiligo (parches blancos en la piel), y diabetes (azúcar alto en la sangre). Como tópico, su látex se ha usado para remover verrugas y tratar tumores de la piel.

Higo (Ficus carica L.)

En este momento, no hay ensayos humanos de alta calidad que sustenten la efectividad del higo para ningún síntoma. Sin embargo, la actividad antioxidante y la citotoxicidad contra varias líneas de células cancerígenas que se le atribuyen al higo son potencialmente promisorias en sus futuros usos terapéuticos.

Usos:

Los siguientes usos están basados en la tradición, teorías científicas o investigación limitada. A menudo no se han probado completamente en humanos y no siempre se han demostrado su seguridad y eficacia. Algunas de estas afecciones son potencialmente serias y las debe evaluar un proveedor médico calificado. Podría haber otros usos propuestos que no están señalados a continuación.

Antioxidante, cáncer, potencialidad hemostática (detiene el sangrado), fotosensibilidad (sensibilidad anormal a la luz solar).

Evidencia:

Se han sometido a prueba los siguientes usos en humanos o animales. La seguridad y eficacia de los mismos no siempre se han demostrado. Algunas de estas afecciones son potencialmente serias y las debe evaluar un proveedor médico calificado.

  • Diabetes (tipo 1) (C)

    Cierta evidencia preliminar sugiere que el higo tiene propiedades antioxidantes y podría ser beneficioso en diabetes tipo 1. Se justifica hacer estudios adicionales en esta área.

Seguridad:

Los profesionales de la salud que tienen instrucción formal practican muchas técnicas complementarias, de acuerdo con los estándares de organizaciones nacionales. No obstante, este no es el caso universal; es posible que se presenten efectos adversos. Debido a la limitada investigación existente, en algunos casos solamente hay poca información disponible sobre la seguridad del tratamiento.

Alergias

Debe evitarse en individuos con alergia o hipersensibilidad conocidas al higo o a hierbas de la familia de las Moráceas. Se han atribuido algunos síndromes de alergia oral a la sensibilidad cruzada al césped y al polen de abedul. También se ha reportado alergia alimenticia al higo debido a sensibilización cruzada al higo llorón (ficus benjamina) o a la morera. Igualmente, se ha reportado sensibilización al higo con sensibilización cruzada al higo llorón y al látex de caucho natural.

Se pueden presentar reacciones alérgicas a higos frescos o secos como consecuencia de sensibilización primaria a los alergenos de ficus benjamina transportados por aire independientes de la sensibilización a los alergenos del látex de caucho. Las frutas de kiwi, papaya, y aguacate, así como la piña y el banano podrían ser otras frutas asociadas con sensibilización a los alergenos del ficus.

Efectos secundarios y advertencias

Hay pocos reportes de efectos adversos asociados con el higo. Al menos un reporte indicó que no hubo efectos secundarios en sujetos que fueron tratados con una decocción de hoja de higo suministrada por vía oral (por la boca) durante un mes. Sin embargo, ya que la hoja de higo contiene psoralenos, podría presentarse fotodermatitis cuando se aplica en la piel. Debe evitarse una excesiva exposición a la luz solar o ultravioleta en tanto se usen productos que contengan hojas de higo.

Se han reportado muchos casos de alergia ocupacional al higo llorón en trabajadores que cultivan las plantas, y los efectos secundarios pueden incluir conjuntivitis, rinitis, anafilaxia o asma.

Aunque de manera escasa, se han reportado íleo obstructivo (obstrucción intestinal), anemia hemolítica (deficiencia de glóbulos rojos), y hemorragias retinales (sangrado de la retina). Debe usarse con cautela en pacientes con trastornos de sangrado.

Embarazo y lactancia

El higo, ingerido como agente medicinal, no se recomienda para mujeres embarazadas o lactantes debido a la falta de evidencia científica disponible. Sin embargo, la fruta fresca o seca se considera segura cuando se ingiere por vía oral en las cantidades encontradas comúnmente en los alimentos.

Las posibles interacciones:

Interacciones con drogas

En teoría, debido a que las hojas de higo contienen furocumarinas, se podría aumentar el riesgo de sangrado cuando se toman con drogas que tienen este mismo efecto. Algunos ejemplos incluyen aspirina, anticoagulantes ("adelgazantes de sangre") tales como warfarina (Coumadin®) o heparina, drogas anti-plaquetarias, como clopidogrel (Plavix®), y drogas anti-inflamatorias no esteroides como ibuprofeno (Motrin®, Advil®) o naproxeno (Naprosyn®, Aleve®).

Teóricamente, la hoja de higo podría reducir los niveles de azúcar en la sangre. Se aconseja precaución cuando se usan medicamentos que también pudieran tener este efecto. Los pacientes que ingieren drogas para la diabetes por vía oral o insulina deben ser monitoreados de cerca por un profesional de la salud calificado, incluso por un farmaceuta. Podría ser necesario ajustar los medicamentos.

Interacciones con hierbas y suplementos alimenticios

Teóricamente, debido a que la hoja de higo contiene furocumarinas, se podría aumentar el riesgo de sangrado cuando se toma con hierbas y suplementos que se cree incrementan dicho riesgo. Se han reportado múltiples casos de sangrado con el uso de Ginkgo biloba, y otros pocos casos con ajo y palma enana americana. Numerosos otros agentes adicionales podrían, en teoría, incrementar el riesgo de sangrado, aunque esto no se ha comprobado en la mayoría de los casos.

Teóricamente, la hoja de higo podría reducir los niveles de azúcar en la sangre. Se recomienda precaución cuando se usan hierbas o suplementos que también pudieran tener este efecto. Podría ser necesario monitorear los niveles de glucosa en la sangre y ajustar la dosis.

Dosificación:

Adultos (mayores de 18 años)

No se ha comprobado una dosis segura o efectiva para el higo. Sin embargo, como decocción de té, se ha empleado 1 taza diaria de 13 gramos de hoja de ficus carica.

Niños (menores de 18 años)

No se ha comprobado una dosis segura o efectiva de higo en niños, y su uso no se recomienda.

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No obstante se han estudiado de forma científica ciertas técnicas complementarias y alternas, para la mayoría de las terapias hay limitación o controversia sobre los datos de alta calidad respecto a la seguridad, eficacia y mecanismo de acción. Se recomienda, al máximo posible, que los practicantes cuenten con licencias expedidas por una organización profesional reconocida que se adhiera a normas claramente publicadas. Además, antes de iniciar una nueva técnica o contratar a un practicante, se recomienda que los pacientes consulten con su(s) proveedor(es) médico(s) principal(es). Se deben considerar atentamente los beneficios y riesgos potenciales (incluye los costos financieros) así como las alternativas. La siguiente monografía está diseñada para ofrecer una historia y un resumen de la investigación con orientación clínica, y la misma ni defiende ni se opone al uso de una terapia en particular.

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