La investigación publicada en British Medical Journal, examinó el impacto del picante en la dieta y halló que quienes comían picante, principalmente chiles, una o dos veces a la semana, tenían un riesgo de muerte 10% menor que aquellas personas que lo comían menos de una vez a la semana. Además, quienes consumían comida picante seis o siete veces a la semana reducían el riesgo de morir prematuramente en un 14%.
El consumo frecuente de alimentos picantes también se relacionó con un menor riesgo de muerte por cáncer, cardiopatía isquémica y enfermedades del sistema respiratorio.
Dichos resultado se basan en un estudio prospectivo entre 487,375 personas inscritas en el China Kadoorie Biobank, cuyas edades estaban entre los 30 y 79 años de edad y pertenecientes a 10 diferentes áreas geográficas de China. Todos los participantes completaron un cuestionario sobre su salud en general, sus mediciones físicas y su consumo de alimentos picantes, carne roja, vegetales y alcohol.
Las personas con historial de cáncer, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular fueron excluidas del estudio, y se consideraron factores como la edad, estado civil, nivel de educación y actividad física. Durante el período de seguimiento de 7.2 años, se registraron 20,224 muertes.
Los chiles frescos y secos fueron las especias más utilizadas por los participantes y su posterior análisis mostró que quienes consumieron guindilla fresca mostraban un menor riesgo de muerte por cáncer, cardiopatía isquémica y diabetes.
Debido a que se trato de un estudio observacional y la información disponible no ofrecía detalles precisos de cómo fueron preparados y cocinados los alimentos picantes, los autores del estudio consideran que serán necesarias más investigaciones para demostrar sus hallazgos. De confirmarse en futuros ensayos clínicos, podrían elaborarse recomendaciones dietéticas y desarrollar suplementos basados en el picante.
Las especias han sido parte integral de varias culturas culinarias en todo el mundo y tienen una larga historia de uso como saborizantes, colorantes y en la conservación de los alimentos, así como fines medicinales.
Natural Medicines, empresa de investigación internacional sobre medicina alternativa, refiere que el capsicum (contiene una sustancia química llamada capsaicina), también conocido como pimienta roja o chile se usa para varios problemas de la digestión incluyendo malestares estomacales, gas intestinal, dolor de estómago, diarrea y calambres. Además, se emplea para problemas del corazón y de los vasos sanguíneos incluyendo baja circulación de la sangre, coagulación excesiva de la sangre, colesterol alto y para prevenir las enfermedades del corazón.
Algunas personas aplican el capsicum a la piel para el dolor causado por el herpes zóster, la osteoartritis, la artritis reumática y la fibromialgia. También se utiliza en forma tópica para el dolor de nervio (neuropatía) asociado con la diabetes y para el dolor de espalda.