Resumen:
Desde los tiempos de los antiguos egipcios se ha utilizado el cinc para acelerar la cicatrización de heridas, no obstante la utilidad de este alcance está tan sólo parcialmente confirmada por datos clínicos actuales.
El cinc es un elemento necesario para el funcionamiento de más de 300 enzimas diferentes y tiene un papel vital en un gran número de procesos biológicos. El cinc es un cofactor para la enzima antioxidante superóxido dismutasa (SOD) y está presente en un número de reacciones enzimáticas que participan en el metabolismo de carbohidratos y proteínas.
Entre las actividades de beneficio inmunológico del cinc se incluyen la regulación de los linfocitos T, CD4, células asesinas naturales e interleukina II. Además, se ha afirmado que el cinc posee propiedades antivirales. El cinc ha demostrado un rol de importancia en la cicatrización de heridas, particularmente después de quemaduras o incisiones quirúrgicas. El cinc es necesario para la maduración del esperma y el desarrollo normal del feto. El cinc participa en la percepción sensorial (gusto, olor y vista) y controla la liberación desde el hígado de la vitamina A almacenada. Al interior del sistema endocrino, se ha demostrado que el cinc regula la actividad de la insulina y promueve la conversión de hormonas tiroideas en triyodotironina.
Según evidencia científica disponible, el cinc podría ser eficaz en el tratamiento de la desnutrición (infantil), acné común, úlceras pépticas, úlceras en las piernas, infertilidad, enfermedad de Wilson, herpes y trastornos en el gusto y olfatos. El cinc también ha ganado popularidad en el uso para la prevención del resfrío común.
La función del cinc es controvertida en algunos casos, ya que los resultados de estudios publicados presentan información contradictoria, y/o la calidad metodológica de los estudios no permite una conclusión confiable respecto a la función del cinc en dichas enfermedades.
Usos:
Los siguientes usos están basados en la tradición, teorías científicas o investigación limitada. A menudo no se han probado completamente en humanos y no siempre se han demostrado su seguridad y eficacia. Algunas de estas afecciones son potencialmente serias y las debe evaluar un proveedor médico calificado. Podría haber otros usos propuestos que no están señalados a continuación.
Acrodermatitis enteropática, envejecimiento, alcoholismo, enfermedad de Alzheimer, anemia, hiperplasia benigna de la próstata, cáncer en la vejiga, trastornos del intestino / intestinales (enteropatía en los niños), bulimia, cáncer, retinopatía diabética, diarrea (SIDA), encefalopatía, trastornos visuales (ceguera nocturna, anormalidades de pigmentación retinol), hipoxia, virus del papiloma humano, hipogonadismo, hiperprolactinemia, síndrome de intestino irritable (SII), agrandamiento y trastornos del hígado, menopausia, deficiencias nutritivas (ingesta de tierra), administración de suplementos nutricionales (después de cirugía bariátrica, recuperación de tuberculosis), pancreatitis, psicosis, enfermedad de Parkinson, envenenamiento (níquel), esquizofrenia, convulsiones, trastornos de la piel (paraqueratosis), trastornos del olfato, trastornos del bazo (agrandamiento), estrés, tuberculosis, cicatrización de heridas.
Evidencia:
Se han sometido a prueba los siguientes usos en humanos o animales. La seguridad y eficacia de los mismos no siempre se han demostrado. Algunas de estas afecciones son potencialmente serias y las debe evaluar un proveedor médico calificado.
Diarrea (infantil) (A)
En varios estudios con niños en países en desarrollo se encontró que los suplementos de cinc en niños desnutridos con diarrea aguda pueden reducir la gravedad y la duración de la diarrea, especialmente entre niños con bajos niveles de cinc. Úlceras gástricas (A)
El proceso de cicatrización de las úlceras gástricas puede mejorar mediante el tratamiento con cinc, no obstante, se necesitan estudios adicionales para determinar el alcance de los beneficios del cinc para pacientes con esta afección. La mayoría de los estudios no informan o informan pocos efectos adversos relacionados con su uso. Anemia drepanocítica (manejo) (A)
Se cuenta con evidencia científica sólida que indica que el cinc puede ayudar en el manejo o reducción de los síntomas de la anemia drepanocítica. La mayoría de estos estudios informa de mayor altura, peso, función del sistema inmunológico y niveles de testosterona, y menor número de crisis y de células falciformes después de un tratamiento con cinc. Deficiencia de cinc (A)
Causas: La deficiencia de cinc obedece a la inadecuada ingesta o absorción del mismo, su excreción o al incremento en la necesidad del cuerpo por este elemento. Síntomas: Los síntomas de deficiencia de cinc son retardo del crecimiento, pérdida de cabello, retardo de la madurez sexual, impotencia, afecciones en ojos y piel y pérdida de apetito. También pueden ser pérdida de peso, retraso en la cicatrización de heridas, cambios en los sabores y letargo mental. Diagnóstico: Se puede medir el cinc en el plasma, las células rojas de la sangre y el cabello. Acné común (B)
Según estudios de alta calidad, el uso tópico u oral del cinc parece ser un tratamiento seguro y eficaz para el acné común; sin embargo, algunos estudios informan efectos negativos o la falta de efectos del cinc. Adicionalmente, muchos estudios utilizaron tratamientos combinados. Varios estudios identifican una correlación positiva entre los niveles séricos de cinc y la gravedad del acné, aunque otros no, y queda por determinar hasta qué punto los niveles internos de cinc pueden correlacionarse con la gravedad del acné. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (ADHD) (B)
Estudios preliminares han demostrado una correlación entre los niveles séricos bajos de ácidos grasos libres y los niveles séricos de cinc en niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Otros estudios encontraron que los suplementos de cinc redujeron los síntomas hiperactivos, impulsivos y sociales afectados, pero no redujeron los síntomas de deficiencia de atención. Los suplementos de cinc podrían ser un tratamiento efectivo para niños más grandes con un mayor índice de masa corporal. Síndrome de Down (B)
En varios estudios, los complementos de cinc parecían contrarrestar el hipotiroidismo y reducir ligeramente el número de infecciones en niños con síndrome de Down. Sin embargo, el cinc no pareció mejorar los sistemas inmunológicos deprimidos. Se necesitan investigaciones adicionales en humanos antes de llegar a una conclusión sólida. Infecciones fúngicas (cuero cabelludo) (B)
La evidencia de ensayos clínicos en humanos indica que el champú de piritiona de cinc podría ser un tratamiento eficaz para las infecciones fúngicas de tiña versicolor en el cuero cabelludo. No se observaron efectos secundarios. Se necesita investigación adicional antes de emitir una recomendación sólida. Virus de herpes simple (B)
Se han realizado estudios de inferior calidad para valorar los efectos del cinc (tópico o tomado por boca) para herpes tipo I o II. Varios de estos estudios utilizaron tratamientos combinados o permitieron el uso continuo de otros medicamentos, de manera que la función exacta del cinc en dichos estudios no es clara. Sin embargo, los resultados positivos obtenidos en la mayoría de los ensayos sugirieron que el cinc puede representar un tratamiento alternativo seguro y eficaz para herpes tipo I y II, y debe invitar a mayor investigación en el tema mediante el uso de estudios bien diseñados. Colesterol alto (B)
El cinc puede mejorar los niveles séricos de colesterol en pacientes en hemodiálisis. Existe cierta evidencia de que el cinc puede mejorar la proporción entre HDL "colesterol bueno" y LDL "colesterol malo," lo cual podría considerarse un efecto positivo. Se necesitan ensayos clínicos bien diseñados antes de poder emitir una recomendación firme. Función inmunológica (B)
El cinc parece ser un elemento de traza esencial para el sistema inmunológico. Sin embargo, las investigaciones sobre el efecto de los suplementos de cinc en la función inmunológica son escasas y en su mayoría se enfocan en pacientes con enfermedades específicas. El gluconato de cinc parece ejercer efectos benéficos en las células inmunes, mejorar los niveles de CD3 y CD4 aumentar las proporciones de CD4/CD8 en niños. Existen relativamente pocos estudios acerca de los niveles de cinc y los efectos de los suplementos de cinc en la salud de los ancianos. Se necesita más investigación antes de emitir una recomendación. Placa/gingivitis (B)
Pocos estudios han informado de una reducción significativa en la acumulación de placa después de un tratamiento con enjuagues y dentífricos de cinc. La investigación preliminar indica que el dentífrico de citrato de cinc puede reducir la gravedad y ocurrencia de formación de cálculo supragingival. No obstante, se necesitan estudios bien diseñados para confirmar dichos beneficios. Con investigación adicional se podría determinar la eficacia potencial del cinc en otras aplicaciones dentales. Enfermedad de Wilson (B)
La enfermedad de Wilson es un trastorno hereditario del metabolismo del cobre caracterizado por la deficiencia del hígado de excretar el cobre, llevando a su acumulación en el hígado, cerebro, cornea e hígado y que da como resultado cambios degenerativos crónicos. La investigación preliminar indica que el tratamiento con cinc podría ser eficaz para el mantenimiento de la enfermedad de Wilson. Se ha informado de relativamente pocos casos de efectos adversos, incluido un caso que informó de una fatalidad. No obstante, no es claro si la muerte fue causada o no por el cinc. Se han llevado a cabo varios estudios por parte de los mismos autores, lo que resulta en una posible opinión sesgada. Se necesitan más ensayos bien diseñados para confirmar estos resultados iniciales. Alopecia (pérdida de cabello) (C)
Unos pocos estudios que examinaron la eficacia del cinc en el tratamiento de la alopecia informan resultados contradictorios. Se necesita información adicional antes de llegar a una conclusión. Anorexia nerviosa (C)
Los informes de la efectividad del cinc en el tratamiento de síntomas de anorexia nerviosa, observada en adultos jóvenes, se basan en estudios pequeños no aleatorios, aunque todos coinciden en los efectos benéficos del cinc. Se necesitan ensayos bien diseñados con un número más grande de participantes antes de confirmar estos resultados. Antioxidante (C)
No es claro si el cinc por vía oral puede cambiar el estrés oxidativo en los ancianos sanos. Más estudios son necesarios en esta área. Mal aliento (C)
Un estudio preliminar indicó que ingerir goma de mascar que contiene cinc o enjuagarse la boca con una solución que contenga cinc parece reducir el mal aliento (halitosis). Beta-talasemia (trastorno hereditario) (C)
Un estudio pequeño informó que los niños que padecen beta-talasemia que ingirieron suplementos orales de cinc entre 1 y 7 años aumentaron de estatura más que aquellos que no ingirieron cinc. Se necesita información adicional para confirmar estos hallazgos. Trastornos sanguíneos (aceruloplasminemia) (C)
La información de reportes de casos indica un papel potencial de la suplementación con cinc en la aceruloplasminemia, una enfermedad neurodegenerativa causada por una mutación genética. Diviesos (C)
Un estudio encontró que en pacientes con diviesos recurrentes (furunculosis) tratados con cinc los furúnculos no reaparecían. Se necesitan ensayos clínicos bien diseñados para confirmar este beneficio potencial. Cicatrización ósea (C)
El cinc puede ser beneficioso para la curación de fracturas óseas. Los ensayos clínicos bien diseñados son necesarios para confirmar este hallazgo. Quemaduras (C)
Los resultados de estudios con suplementos de sulfato de cinc administrados a víctimas de quemaduras para acelerar la cicatrización arrojaron resultados mixtos. Se necesita mayor investigación antes de ofrecer una recomendación. Prostatitis crónica (C)
Estudios preliminares indican que los suplementos de cinc tomados con antibióticos pueden ser más eficaces que los antibióticos solos para reducir el dolor, los síntomas urinarios, la calidad de vida y la presión máxima de cierre de la uretra en pacientes con prostatitis crónica. Se necesita investigación adicional para confirmar estos resultados. Traumatismos cerrados de la cabeza (C)
Estudios con diseños deficientes indicaron que los suplementos de cinc podrían mejorar la recuperación neurológica de pacientes con traumatismos cerrados de la cabeza. Se necesita investigación adicional para confirmar estos resultados. Déficit cognitivo (infantil) (C)
Un estudio señala que los suplementos diarios con cinc podrían tener una utilidad limitada para mejorar la cognición en niños en edad escolar expuestos al plomo. Se necesitan estudios adicionales en esta área. Resfrío común (C)
Los resultados respecto a la eficacia de las formulaciones de cinc para el tratamiento de la duración y gravedad de los síntomas del resfrío común son contradictorios. No obstante el cinc podría ser de beneficio para el tratamiento de los síntomas de la gripe, se necesitan más estudios para aclarar cuáles formulaciones de cinc podrían ser más eficaces, cuáles rinovirus se ven afectados por el cinc, y si los aerosoles nasales ofrecen una ruta útil de aplicación alternativa para el tratamiento con cinc. Un estudio reciente no encontró diferencias significativas entre el aerosol nasal de cinc y el placebo. Los resultados negativos pueden deberse al uso de dosis de cinc que son demasiado bajas o pueden verse afectados por la presencia de compuestos como el ácido cítrico o tartárico, lo que podría reducir la eficacia debido a la quelación del ión cinc. Enfermedad de Crohn (C)
La investigación preliminar de los suplementos de cinc en pacientes con la enfermedad de Crohn ha arrojado resultados positivos. Se necesitan ensayos clínicos bien diseñados para confirmar estos resultados. Caspa (C)
Se ha demostrado que un champú con un contenido de 1% de piritiona de cinc reduce la caspa en algunas personas. Diabetes (tipo 1 y tipo 2) (C)
Los pacientes diabéticos por lo general tienen niveles séricos de cinc significativamente inferiores comparados con controles saludables. Con base en estudios preliminares de alta calida, los suplementos de cinc para la diabetes tipo 2 podrían poseer efectos benéficos para aumentar el nivel sérico de cinc, y mejorar el control glicémico que se observa al disminuir la concentración de HbA1c. Se necesita un estudio más a fondo antes de ofrecer una recomendación firme. Neuropatía diabética (lesión nerviosa) (C)
Los suplementos orales de cinc podrían mejorar el control glicémico y la gravedad de la neuropatía periférica. Se necesita más investigación antes de realizar una recomendación. Brote del pañal (C)
El cinc puede reducir la incidencia del brote del pañal y tener efectos preventivos. Eccema (C)
Los datos respecto a la correlación los niveles séricos de cinc y el eccema son contradictorios. Un estudio indicó que el cinc podría haber sido el causante de más picazón después de varias semanas de ingerirse como suplemento. Se necesita información adicional para aclarar estos resultados. Desempeño en el ejercicio (C)
El cinc podría mejorar el desempeño físico de los atletas con bajos niveles séricos de cinc o deficiencias de cinc. Se necesita evidencia adicional antes de realizar una recomendación. Síndrome de Gilbert (C)
El síndrome de Gilbert es un trastorno común, a menudo hereditario que afecta el procesamiento por parte del hígado de los pigmentos café verdosos de la bilis (llamados bilirrubina). El aumento anormal resultante de bilirrubina en el torrente sanguíneo puede llevar a que la piel se torne amarilla (ictericia) pero el hígado como tal permanece normal. Es más común en hombres que en mujeres y su nombre se debe a un gastroenterólogo francés. En un estudio de menor escala, los suplementos de sulfato de cinc parecieron reducir los niveles séricos de bilirrubina no conjugada. Se necesitan ensayos clínicos bien diseñados para confirmar estos resultados. Crecimiento en infantes atrofiados (C)
La evidencia indica que la suplementación con cinc y hierro (no con cinc únicamente), podría mejorar el crecimiento lineal (longitud) de infantes atrofiados con niveles bajos de hemoglobina. Encefalopatía hepática (C)
La encefalopatía hepática es una función anormal del cerebro causada por el paso de sustancias tóxicas del hígado hacia la sangre. Ensayos de alta calidad de cinc para esta indicación han arrojado resultados contradictorios. Infección viral de hepatitis C (crónica) (C)
Estudios preliminares han demostrado que el cinc combinado con interferon o interferon y ribavirina para pacientes con la infección viral de hepatitis C no mostró beneficios significativos, excepto por una menor incidencia de efectos gastrointestinales secundarios en un estudio. Se requieren estudios adicionales en esta área. La evidencia reciente de alta calidad indica que la suplementación con polaprezinc en pacientes bajo tratamiento con interferon alfa-2b y ribavirina puede disminuir la lesión en las células del hígado. VIH/SIDA (C)
Los pacientes con VIH/SIDA, particularmente aquellos con bajos niveles de cinc, podrían beneficiarse de los suplementos de cinc. Algunos estudios de baja calidad citan una reducción en las infecciones, mayor peso y mejor función del sistema inmunológico, incluido el aumento de células CD4 y CD8. No obstante, otros estudios de calidad inferior contradicen estos hallazgos. Se necesita mayor investigación antes de llegar a una conclusión. Hipotiroidismo (C)
La información de casos reporta que la suplementación con cinc puede mejorar los niveles de la hormona tiroides (particularmente T3) en mujeres con hipotiroidismo. Heridas por incisión (C)
No obstante se cita al cinc con frecuencia por tener efectos benéficos para la cicatrización de heridas por incisión, pocos estudios han investigado este uso. Se necesitan más investigaciones antes de emitir una recomendación firme. Infertilidad (C)
Muchos estudios informan de resultados benéficos con los suplementos de cinc en la infertilidad, según se refleja en la calidad y cantidad mejoradas de esperma, no obstante este efecto puede depender de la causa de la infertilidad. En un estudio se observó un aumento menor en espermatozoos anormales entre hombres subfértiles que tomaban cinc. Se necesita información adicional antes de llegar a una conclusión sólida. Función renal (C)
Estudios preliminares muestran una mejoría potencial en los pacientes urémicos que toman suplementos de cinc. Se necesita información adicional para confirmar estos resultados. Los suplementos de cinc podrían recomendarse únicamente a pacientes con deficiencia demostrada de cinc, pero son cuestionables para todos los pacientes con insuficiencia renal crónica. Kwashiorkor (desnutrición por ingesta inadecuada de proteínas) (C)
Los suplementos de cinc a corto plazo podrían aumentar el peso y disminuir la infección, inflamación, diarrea, anorexia y úlceras cutáneas en niños con desnutrición extrema. Úlceras en las piernas (C)
Los hallazgos respecto al beneficio potencial del cinc para cicatrizar las úlceras en las piernas son contradictorios. Sin embargo, los estudios no reportaron efectos adversos, o los reportados fueron muy pocos. Lepra (C)
Pocos estudios han examinado la eficacia del tratamiento del cinc para la lepra. Los estudios del cinc ingerido por boca informan de resultados positivos, mientras que un estudio de cinc tópico informa resultados negativos. Se necesitan más investigaciones antes de llegar a una conclusión. Cirrosis hepática (C)
Las personas con cirrosis hepática alcohólica podrían tener deficiencias de cinc. Los estudios preliminares indican que el cinc podría ser de beneficio para estos pacientes. Se necesita más evidencia para confirmar estos hallazgos. Infecciones respiratorias inferiores en niños (C)
Los resultados obtenidos de ensayos clínicos a gran escala indican que los suplementos de cinc podría reducir la incidencia de infecciones respiratorias inferiores. Algunos estudios indican que estos efectos son aparentes únicamente en niños mas no en niñas. Se observó en un estudio una tendencia hacia mayores infecciones respiratorias en niños. Un estudio reciente no confirma el beneficio en el uso de suplementos de cinc en el manejo de infecciones respiratorias inferiores agudas que requieren hospitalización en niños indígenas que habitan en áreas remotas. Debido a los resultados en conflicto, se necesita más investigación antes de llegar a una conclusión. Los estudios futuros deben examinar si estas poblaciones de adultos arrojan una respuesta similar. Degeneración macular (C)
La mayoría de los estudios que examinan la relación entre la ingestión de cinc en la dieta en el transcurso de muchos años y la degeneración macular no han informado de correlaciones positivas. Sin embargo, un estudio de gran escala, bien diseñado y de alta calidad, que examinó la eficacia de los suplementos de cinc para evitar la pérdida de agudeza visual, encontró que los suplementos de cinc son de beneficio para evitar la degeneración macular relacionada con la edad. Dado que los resultados de los estudios son contradictorios, se necesitan ensayos clínicos bien diseñados antes de emitir una recomendación. Malaria (C)
Son contradictorios los resultados respecto al efecto del cinc para los síntomas de la malaria. Algunos ensayos clínicos de calidad no indican efectos de los suplementos de cinc para la gravedad de la malaria, mientras que otros indican que los suplementos de cinc pueden reducir el número de estadías en el hospital y el índice de mortalidad debido a la infección P. falciparum. Se necesitan estudios aleatorios y controlados, bien diseñados para abordar estas discrepancias. Calambres musculares (cirrosis) (C)
Los resultados de una serie de casos indican que los suplementos de cinc podrían mejorar los calambres musculares en pacientes con cirrosis. Se necesita más investigación para confirmar estos resultados. Calambres menstruales (C)
Reportes de casos indican un posible papel de los suplementos de cinc en los calambres menstruales. Se requiere investigación adicional para confirmar tales hallazgos. Mortalidad (C)
La evidencia arrojada de estudios de calidad no encontró relación entre los suplementos de cinc y la mortalidad en niños. Se requiere investigación adicional en esta área. Parásitos (C)
En algunos estudios con diferentes niveles de claridad, se inyectaron pacientes que padecen de leishmaniasis cutánea con sulfato de cinc entre lesiones. Un estudio encontró que el sulfato de cinc era mejor que el antimoniato de meglumina por las primeras cuatro semanas, pero no se observaron diferencias estadísticas después de seis semanas. El cinc puede disminuir la gravedad de infección y re-infección de S. mansoni, pero no parece evitar la infección inicial. Se debe realizar más investigación en esta área para examinar de qué manera el cinc afecta el ciclo de vida de S. mansoni y si estos datos se pueden extrapolar a otras especies de Schistosoma. Se han examinado en niños los efectos del cinc en el índice de re-infecciones parasitarias y no se encontró un efecto significativo del tratamiento con cinc. Información reciente derivada de estudios de alta calidad indica que los suplementos de cinc y vitamina A puede alterar de manera favorable la tasa de infección y duración en niños. Debido a resultados contradictorios en esta área, se necesita más investigación antes de poder recomendar el cinc para el tratamiento de parásitos. Envenenamiento (arsénico) (C)
Los resultados de un estudio muestran que una combinación de extracto de espirulina con cinc puede ser de utilidad para el tratamiento de envenenamiento crónico con arsénico que presenta melanosis y queratosis. Se necesita más investigación para confirmar los efectos del cinc por sí solo. Embarazo (C)
De acuerdo con múltiples revisiones, no hay pruebas que indiquen que el suplemento de cinc ofrezca beneficios durante el embarazo, aunque existe una posible reducción en las complicaciones del parto y los nacimientos antes de término. Sin embargo, los resultados de estudios individuales indican un posible beneficio con el suplemento de cinc para la presión sanguínea durante el embarazo y un ensayo clínico ha mostrado que cinc puede causar mayor peso al nacer en los recién nacidos. Se necesita investigación adicional antes de llegar a una conclusión. Soriasis (C)
Existen tan sólo unos pocos estudios que examinan la eficacia del tratamiento de cinc para los síntomas de la soriasis, incluidos los síntomas inducidos tipo artritis de soriasis. Un ensayo observó una reducción en el dolor y en la inflamación de las articulaciones. Otros estudios no apoyaron que el cinc tuviera un rol en el alivio de los síntomas de la soriasis. Se necesitan estudios clínicos adicionales bien diseñados para aclarar estos resultados. Mucositis por radiación (C)
La radiación tiene el potencial de provocar efectos secundarios de mucositis, la cual es la inflamación de las membranas mucosas al interior de la boca, nariz y garganta. Dos ensayos indicaron que el cinc podría reducir el grado de mucositis de los pacientes que reciben radiación. Se necesita investigación adicional para confirmar estos resultados. Enfermedad respiratoria (papilomatosis respiratoria) (C)
Los reportes de casos indican un posible papel de los suplementos de cinc como terapia coadyuvante en la papilomatosis respiratoria juvenil recurrente. Se requiere investigación adicional en esta área. Artritis reumatoide (C)
La mayoría de los ensayos no muestra mejoras significativas en los síntomas de la artritis después de un tratamiento con cinc. Sin embargo, la interpretación de algunos datos se dificulta debido a que los pacientes de los estudios podían continuar con su medicamento previo para la artritis y que la mayoría de los estudios se basó en un número pequeño de participantes. Se necesitan ensayos clínicos bien diseñados antes de tomar una decisión. Daño en la piel por causa de la incontinencia (C)
La evidencia preliminar indica que el aceite tópico de óxido de cinc podría ayudar a tratar la piel perianal y de los glúteos en los pacientes con incontinencia. Se necesita investigación adicional para confirmar estos resultados. Estomatitis (C)
Se ha estudiado el sulfato de cinc para el tratamiento de estomatitis aftosa recurrente (úlceras bucales). Los resultados de los estudios están en conflicto y no se puede llegar a una conclusión clara en este momento. Percepción del gusto (hemodiálisis, cáncer) (C)
Los resultados de estudios que investigan el rol potencial del cinc para el tratamiento de los trastornos con el gusto y el olfato son contradictorios. Un ensayo reciente grande y de alta calidad no mostró evidencia benéfica de los suplementos de cinc en la alteración del gusto en pacientes bajo terapia de radiación por cáncer de cuello y cabeza. Se necesitan investigaciones bien diseñadas para determinar si el cinc contribuye al tratamiento de los trastornos del gusto y del olfato. Tinitos (C)
Los estudios acerca de la eficacia del cinc para el tratamiento del tinitos arrojan resultados contradictorios basados en hallazgos subjetivos. Es necesario realizar más investigación antes de llegar a una conclusión. Tricomoniasis (C)
Existe poca investigación disponible acerca de la eficacia del cinc para el tratamiento de la tricomoniasis, una enfermedad transmitida sexualmente. Un estudio muy pequeño indica que una ducha de sulfato de cinc y el antibiótico por prescripción metronidazol podrían ser eficaces para tratar a pacientes con tricomoniasis recalcitrante. Sin embargo, se necesitan más estudios bien diseñados en humanos antes de llegar a una conclusión sólida. Verrugas virales (C)
Los estudios han encontrado resultados contradictorios sobre la efectividad del cinc en las verrugas virales. Se necesitan estudios bien dirigidos para confirmar estos resultados prematuros. Enfermedad celiaca (D)
En un estudio muy pequeño, los suplementos orales de cinc no parecieron mejorar el estado clínico de pacientes con síndrome celiaco sin respuesta. Enfermedad reumática inflamatoria crónica (D)
La evidencia preliminar indica que los suplementos de cinc no parecieron tener un efecto beneficioso en los síntomas de los pacientes con enfermedad reumática inflamatoria crónica. Diálisis peritoneal ambulatoria continua (D)
Los suplementos de cinc no mejoraron el estado nutritivo de los pacientes que recibían diálisis peritoneal ambulatoria continua, según un ensayo bien diseñado. Fibrosis quística (D)
Los suplementos de cinc no parecen afectar el estado clínico, la velocidad de crecimiento o la función pulmonar de niños con fibrosis quística. Enfermedad inflamatoria del intestino (D)
Estudios preliminares indican que los suplementos de cinc no parecen mejorar la enfermedad inflamatoria del intestino. Neumonía (infantil) (D)
Los estudios indican que los suplementos de cinc no parecen reducir la duración de la taquipnea, hipoxia (oxigenación inadecuada), retracción costal, incapacidad de alimentar, letargo, enfermedad grave u hospitalización de niños.
Seguridad:
Los profesionales de la salud que tienen instrucción formal practican muchas técnicas complementarias, de acuerdo con los estándares de organizaciones nacionales. No obstante, este no es el caso universal; es posible que se presenten efectos adversos. Debido a la limitada investigación existente, en algunos casos solamente hay poca información disponible sobre la seguridad del tratamiento.
Alergias
Un estudio de caso reportó un paciente con alergia al óxido de cinc.
Efectos secundarios y advertencias
Se considera que el cinc es relativamente seguro y en general es bien tolerado cuando se toma en las dosis indicadas. Pocos estudios indican que tenga efectos secundarios. Ocasionalmente se observaron efectos adversos tales como náusea, vómito o diarrea.
Se han recibido reportes de casos individuales de anemia sideroblástica, leucopenia, anemia microcítica y neutropenia, posterior a la ingesta de grandes cantidades de cinc.
Se ha observado disminución en los niveles de la lipoproteína de alta densidad (HDL) o colesterol "bueno," posterior a la ingesta diaria de suplementos de cinc.
Se han documentado casos de sabor desagradable, trastornos del sabor y calambre abdominal especialmente en estudios que examinan la eficacia de tabletas de chupar con contenido de cinc para el tratamiento de los síntomas del resfrío común o de la diarrea en niños. Hay reportes de casos individuales de erosión gástrica con sangrado, hepatitis (inflamación del hígado), insuficiencia hepática y sangrado intestinal, posteriores a la ingestión de grandes dosis de cinc.
Se tiene reporte de casos de necrosis tubular aguda y nefritis intersticial posterior a la ingesta de grandes cantidades de cinc (no se especificó la dosis). Los pacientes con enfermedades renales severas deben reducir u omitir la ingesta de cinc debido a que se elimina principalmente en la orina.
Existe un reporte de un caso de una fatalidad debido a degeneración cística en el putamen y necrosis en el hipotálamo. Se informó que fue a consecuencia del tratamiento de la enfermedad de Wilson con cinc. No obstante, el paciente había recibido penicilamina, seguida de una dosis diaria de cinc relativamente alta durante varias semanas y seguida nuevamente de penicilamina durante un período de tiempo no especificado. Por ello, no hay claridad acerca de si el cinc fue el causante de la muerte.
Existen reportes de sensación de hormigueo o ardor leve en la ventana nasal a consecuencia de la aplicación de gel nasal de cinc. Se ha notado una tendencia incremental en las infecciones respiratorias en niños. Existe reporte de un caso de neumonitis por hipersensibilidad.
Hay reportes de afecciones cutáneas; un estudio observa el empeoramiento de una afección de acné posterior a la aplicación tópica de cinc, aunque muchos estudios demuestran los efectos positivos del cinc en el tratamiento del acné. Existe reporte de un caso que indica la presencia de dermatitis debido a deficiencia de cinc.
Estudios de alta calidad evidenciaron una relación entre el uso de suplementos de cinc en altas dosis y la hospitalización por causa de complicaciones urinarias tales como hiperplasia prostática benigna, retención urinaria, infección del tracto urinario y litiasis urinaria. Estos efectos fueron especialmente evidentes en los hombres.
Existe un reporte de muerte posterior a la ingesta de 400 monedas (en su mayoría de un centavo de dólar). Estas monedas están mayormente compuestas de cinc. Se ha observado también una reducción en la respuesta inmunológica, según un estudio pequeño.
Embarazo y lactancia
Embarazo, categoría A: El cinc está clasificado en la categoría A para los embarazos. La posibilidad de daño fetal parece remota cuando esta droga se usa durante el embarazo. No obstante, los estudios no pueden descartar la posibilidad de que sea perjudicial por lo que solamente debe usarse acetato de cinc durante el embarazo cuando la necesidad es clara. El cinc parece ser seguro cuando se usa en las cantidades que no excedan el nivel máximo de consumo tolerable.
Embarazo, categoría C: No se han realizado estudios sobre el efecto del cloruro de cinc en la reproducción animal. También se desconoce si el cloruro de cinc puede ocasionar daño fetal cuando se administra a mujeres embarazadas o si afecta la capacidad reproductiva. Solamente se debe administrar el cloruro de cinc a las mujeres embarazadas que realmente lo necesitan, y bajo supervisión médica.
Las posibles interacciones:
Interacciones con drogas
La terapia de reemplazo hormonal y la colestiramina pueden reducir la excreción de cinc en la orina. La amilorida (Midamor®) reduce la excreción urinaria de cinc e incrementa los niveles sanguíneos de cinc. En teoría, el uso concurrente de amilorida con suplementos de cinc puede causar toxicidad. La clortalidona (Hygroton®) puede incrementar los niveles séricos de cinc.
La cafeína y el alcohol pueden disminuir las concentraciones de cinc. Las píldoras anticonceptivas y los diuréticos de asa y de tiazida pueden disminuir la absorción de cinc.
La deferoxamina (Desferal®) aumenta la eliminación del cinc en la orina. El Captopril (Capoten®) y el enalapril (Vasotec®) pueden incrementar la excreción urinaria de cinc en pacientes que tengan presión arterial alta. No se dispone de datos con respecto a otras drogas inhibidoras ECA (enzima convertidora de angiotensina). Se desconoce la consecuencia clínica de la pérdida urinaria de cinc en pacientes con presión arterial alta.
El sulfato de cinc puede interactuar con la carbenoxolona análoga (BX24).
Los suplementos de cinc tienen el potencial de mejorar la eficacia de la vacuna oral contra el cólera en niños.
El cinc puede interactuar con los niveles de LDL, lipoproteínas HDL y los triglicéridos, disminuyendo los niveles de colesterol "bueno" HDL. Debe usarse con precaución con medicamentos para el colesterol debido a posibles efectos aditivos.
El cinc puede aumentar la citotoxicidad del cisplatín (Platinol-AQ®) cuando está en presencia del ácido quelado etilendiaminotetraacético (EDTA), en comparación a cuando se trata con el cisplatín, únicamente.
El cinc puede disminuir la absorción de la eritromicina. Sin embargo, un estudio comparativo entre la eritromicina sola y la eritromicina con adición de cinc demostró una significativa reducción en el número y la severidad de las lesiones del acné común (incluidas las lesiones por inflamación) en el grupo tratado con cinc, comparado con aquellos que tomaron la eritromicina sola.
El cinc puede disminuir la eficacia de los antibióticos de fluoroquinolonas (e.g. Cipro®). El cinc disminuye la absorción de los niveles séricos de demeclociclina, minociclina y tetraciclina, debido al efecto de fijación del cinc. Aparentemente la doxiciclina no interactúa con el cinc. La penicilamina (Cuprimine®) forma quelatos con el cinc y puede reducir los efectos de los suplementos de cinc. Las dosis deben administrarse con una separación mínima de dos horas.
El cinc puede mejorar la secreción de insulina y la sensibilidad a la misma, así como causar efectos similares a los que produce la insulina. Debe usarse con precaución con medicamentos para la diabetes.
La administración de grandes cantidades de cinc puede evitar la liberación del interferón e interactuar con el Interferón Alfa-2B (Intron A®).
Los reemplazos de enzimas pancreáticas pueden mejorar la absorción de cinc, en comparación a la insuficiencia pancreática.
Se ha demostrado que los suplementos de cinc alteran el metabolismo hormonal de la tiroides en pacientes discapacitados que tienen deficiencia de cinc.
Interacciones con hierbas y suplementos dietéticos
El cinc puede interactuar con LDL, lipoproteínas HDL y los triglicéridos, al reducir los niveles de colesterol "bueno" HDL. Debe usarse con precaución con hierbas y suplementos ingeridos para el colesterol debido a posibles efectos aditivos.
El cinc puede interferir con el metabolismo del cobre. Sin embargo, un estudio realizado durante un período de seis semanas en individuos saludables voluntarios demostró que no había efectos nocivos del cinc en los niveles de cobre en el plasma.
El hierro no heme puede disminuir la absorción de cinc. El hierro no heme y el cinc compiten por la misma ruta de absorción en los intestinos. Sin embargo, cuando el hierro y el cinc se toman con los alimentos, es improbable que esta interacción ocurra. Cuando se ingiere con los alimentos, la absorción del cinc se facilita por las proteínas en los alimentos, a través de una ruta de absorción alterna que no compite con la del hierro. Parece que la proteína del hierro heme (presente en la carnes rojas) no afecta la absorción de cinc.
Se ha demostrado que los suplementos de cinc alteran el metabolismo hormonal de la tiroides en pacientes con deficiencia de cinc.
El cinc puede interactuar con hierbas y suplementos que contienen cafeína o que tienen efectos, antibióticos, hormonales, diabéticos, hipoglicémicos, diuréticos o que alteran la presión arterial.
Dosificación:
Dosis en adultos (18 años y mayores)
Oral:
Efectos secundarios de la acetazolamida: Se han estudiado 0.2 gramos de sulfato de cinc tres veces al día en pacientes con efectos secundarios de gravedad causados por la acetazolamida.
Acné común: Se han estudiado dosis que oscilan entre 45 y 220 miligramos de sulfato de cinc (Orazinc® o efervescente), tres veces al día, hasta por 12 semanas. Se han estudiado dosis de 45-135 miligramos de cinc en dosis divididas hasta por 12 semanas, y se han usado 30-200 miligramos de gluconato de cinc hasta por tres meses.
Acrodermatitis enteropática: Se han estudiado diversas dosis: 100 miligramos de cinc, tres veces al día; 45 miligramos, dos veces al día; 30 miligramos-65 miligramos diarios; 200 miligramos diarios (Solvezink®, Tika AB); 135 miligramos diarios de sulfato de cinc; 220 miligramos, tres veces al día, o 50 miligramos, dos veces al día; 45 miligramos de cinc, tres veces al día (Solvezink®, Tika AB); y 45 miligramos de cinc, tres veces al día por dos meses.
Leucemia linfoblástica aguda: Se han estudiado 0.02 miligramos/kg de peso corporal de cinc como una terapia adjunta para la leucemia.
Alopecia areata: Se ha estudiado el Zincomed, 220 miligramos de sulfato de cinc dos veces al día durante tres meses.
Anorexia: Se han estudiado 45-100 miligramos diarios de cinc, sulfato de cinc o acetato de cinc. También se han usado 15 miligramos de cinc (en sulfato), tres veces al día por dos semanas, seguidos de 50 miligramos, tres veces al día.
Quemaduras: Se ha usado una dosis de 660 miligramos de sulfato de cinc (ZnSO4).
Cáncer: Se han usado 90 miligramos de sulfato de cinc diarios por cinco días, con una dosis de mantenimiento de 180 miligramos diarios para tratar pústulas en una mujer con carcinoma de células escamosas y deficiencia de cinc.
Enfermedad reumática inflamatoria crónica: Se han usado 45 miligramos de cinc en forma de gluconato diariamente por dos meses.
Cirrosis/alcoholismo: Se han usado 200 miligramos en forma de sulfato tres veces al día. Se ha estudiado una ingesta oral de 200 miligramos de sulfato de cinc durante dos meses por sus efectos para mejorar el sistema inmunológico en estos pacientes.
Gripe común/infección respiratoria inferior: Las dosis oscilaron entre 4.5-23.7 miligramos cinc/tabletas de chupar que se tomaban cada media hora mientras se está despierto. Se tomaron tabletas de chupar que contienen 5 miligramos u 11.5 miligramos de acetato de cinc o 13.3 miligramos de gluconato de cinc (Quigley Corporation PA) cada 2-3 horas mientras se está despierto (total de seis tabletas al día). Se han estudiado tabletas de chupar de cinc (Heiko Chemicals, PA) que contienen acetato de cinc, 42.96 miligramos, 12.8 miligramos cinc). Se han usado tabletas de chupar de cinc con 10 miligramos de cinc (Quigley Corporation) tres veces al día. Se han tomado tabletas de chupar de 23 miligramos de cinc (en forma de gluconato) diariamente por siete días. Se han usado tabletas de chupar (Quigley Corporation, PA) que contienen cinc (13.3 miligramos de gluconato de cinc trihidratado con concentraciones de glicina molar) cada dos horas mientras se está despierto. También se han estudiado tabletas efervescentes (que contienen 10 miligramos de acetato de cinc) tomadas por tres días, y al menos cuatro tabletas al día. Se usaron en un estudio 23 miligramos tabletas de chupar de cinc con un contenido de 2% de ácido cítrico tomadas cada media hora mientras se está despierto. Se usaron tabletas de chupar de 23 miligramos de cinc (Truett Laboratories, TX) en un estudio en el cual se indicó a los pacientes que las dejaran disolver en la boca. La dosis inicial consistió en dos tabletas de chupar, luego una cada dos horas.
Diálisis peritoneal ambulatoria continua (CAPD): Se han estudiado 100 miligramos diarios de cinc elemental por tres meses.
Enfermedad de Crohn: Se han estudiado 60 miligramos por día ZnSO4; 200 miligramos por día ZnSO4durante tres meses para la función de la tiroides en pacientes con la enfermedad de Crohn. También se han estudiado 200 miligramos de sulfato de cinc por seis semanas.
Leishmaniasis cutánea: Se han usado 2.5-10 miligramos de sulfato de cinc (Analar [BDH]).
Aplicación dental: Se ha estudiado una o dos piezas de una goma de mascar de cinc por al menos diez minutos, tres veces al día por una semana para tratar la halitosis. También se ha estudiado el uso de dentrífico de citrato de cinc al 0.5% durante tres meses.
Diabetes: 30 miligramos diarios en forma de aminoácidos quelados durante tres semanas. Se han administrado 30 miligramos de cinc, (en forma des glicina) durante tres semanas para aliviar el estrés oxidativo en diabéticos; se han estudiado 30 miligramos de cinc (en forma de gluconato); se han usado diariamente 50 miligramos de cinc durante 28 días.
Neuropatía diabética: Se ha estudiado el tratamiento con sulfato de cinc (660 miligramos) durante seis semanas.
Diálisis: Se han usado 50 miligramos diarios de acetato para pacientes en diálisis para efectos en la función de linfocitos y granulocitos.
Brote del pañal: Se han usado suplementos de 10 miligramos de gluconato de cinc como medicamento adjunto a las cremas antifúngicas para el brote del pañal.
Síndrome de Down/hipotiroidismo: Suplementos de cinc (1 miligramos/kg/peso corporal) por dos meses, seguido de un descanso de diez meses, y luego nuevamente por dos meses de tratamiento de cinc. Dosis de 135 miligramos de cinc (en forma de sulfato) a diario por dos meses.
Disgeusia: 140 miligramos de gluconato de cinc a diario.
Eccema: Se han estudiado 220 miligramos de tratamiento de cinc oral diario en la forma de sulfato.
Desempeño en el ejercicio: Se ha estudiado el tratamiento durante cuatro semanas de cinc en 3 miligramos/kg de peso corporal.
Furunculosis: Se han usado 45 miligramos tres veces al día (Solvezink, Tika) por cuatro semanas.
Úlceras gastro-duodenales: Se han estudiado dosis de acexamato de cinc de 300-1800 miligramos, tres veces al día por cinco semanas con dosis de mantenimiento de 600 miligramos hasta por seis meses. También se han usado 220 miligramos de sulfato de cinc tomado tres veces al día por tres semanas
Enfermedad gastro-intestinal: 300 miligramos diarios de acexamato de cinc.
Úlceras gástricas/gastro-duodenales: A-84, 300 miligramos, tres veces al día por tres semanas. Dosis de acexamato de cinc en 300 miligramos-600 miligramos diarios. Dosis de 220 miligramos en sulfato, tres veces al día por cuatro semanas.
Síndrome de Gilbert: Se han usado 40 miligramos de ZnSO4en una sola dosis para cuadros agudos, y 100 miligramos ZnSO4en una sola dosis administrada durante siete días para afecciones crónicas.
Encefalopatía hepática: Se ha usado sulfato de cinc o acetato de cinc en dosis de 600 miligramos por siete a diez días.
Hipercolesterolemia (colesterol alto): Se han adoptado las dosis diarias de 15-100 miligramos de cinc para un máximo de tres meses. La dosis más común es de 50 miligramos por día. Hiperlipidemia (niveles elevados de lípidos en sangre): Se han estudiado dosis de 150 miligramos de cinc a diario durante 12 semanas.
Hiperprolactinemia (niveles elevados de prolactina en sangre): Se han usado 37.5 microgramos de cinc oral en sulfato y 15.9 miligramos en sulfato tres veces al día por 60 días.
VIH/SIDA: Se han usado 200 miligramos de sulfato de cinc a diario durante cuatro semanas como ayuda para la respuesta del sistema inmunológico. Se ha usado gluconato de cinc (125 miligramos de gluconato de cinc) dos veces al día por tres semanas.
Función inmunológica: Se han investigado 30 miligramos de cinc a diario durante 14 semanas. Se han usado 200 miligramos de sulfato de cinc por dos meses.
Función inmunológica en los ancianos: Se han investigado 25 miligramos de fosfato de cinc, 220 miligramos de sulfato de cinc, dos veces al día por un mes. Se han usado a diario 50, 100 y 150 miligramos de cinc elemental. Se han usado 12 miligramos de Zn+ a diario por un mes en sujetos ancianos infectados.
Infertilidad: Se han usado 50 miligramos de cinc a diario, 66 miligramos de sulfato de cinc a diario por 26 semanas para mejorar el conteo de espermas en hombres fértiles y subfértiles. Se han usado 250 miligramos de sulfato de cinc dos veces al día por tres meses. Se han usado 220 miligramos de sulfato de cinc una vez al día, por cuatro meses (Cap, ZINCOLAK, Shalaks Chemicals). Dosis de 440 miligramos de sulfato de cinc por 12 meses. Dosis de 220 miligramos de sulfato de cinc para la impotencia y el hipogonadismo en pacientes con cirrosis hepática. Se han usado 500 miligramos de cinc a diario como suplemento con hidroclorotiazida y efectos secundarios sexuales.
Enfermedad inflamatoria del intestino: Se han usado 300 miligramos de aspartato de cinc (equivalente a 60 miligramos de cinc elemental) a diario durante cuatro semanas.
Malabsorción intestinal: Se han usado 100 miligramos, tres veces al día y 19 miligramos a diario.
Úlceras en las piernas: Se han estudiado 220 miligramos de sulfato de cinc, 1-3 veces al día hasta por diez meses. Dosis de 200 miligramos de sulfato de cinc, tres veces al día (Solvezink, Astra) hasta por un año.
Lepra: Se han estudiado 220 miligramos de sulfato de cinc diarios como un medicamento adjunto para la lepra hasta por 18 meses.
Degeneración macular: Dosis de 100 miligramos, dos veces al día hasta por dos años.
Calambres musculares (cirrosis): Se han usado dosis de 220 miligramos de sulfato de cinc oral dos veces al día tres veces a la semana por 12 semanas.
Pacientes positivos al níquel: Se ha estudiado el sulfato de cinc en 100 miligramos, tres veces al día, por 30 días.
Pancreatitis/nutrición parenteral en casa: Se han usado 30 miligramos de sulfato de cinc por los primeros tres días de nutrición parenteral total.
Embarazo: Se han estudiado 30 miligramos de cinc elemental durante los últimos dos trimestres de embarazo, pero no se mejoró el resultado de nacimientos entre los pobres de zonas urbanas de Bangladesh. Se ha estudiado una dosis de 14 miligramos de hierro y 250 microgramos de folato con 15 miligramos de cinc durante el embarazo.
Soriasis: 220 miligramos, tres veces al día por seis semanas, luego por seis meses. 220 miligramos de sulfato de cinc tres veces al día por dos meses; 50 miligramos de cinc, tres veces al día.
Artritis reumatoide: Se han usado 220 miligramos de sulfato de cinc tres veces al día hasta por 12 semanas (Mericon Industries, Ill). Se han usado 220 miligramos hasta tres veces al día por seis meses (356).Se han usado 200 miligramos tres veces al día. Se han usado 220 miligramos de sulfato de cinc, tres veces al día por al menos dos meses (Solvezink®, Astra). Se han usado 600 miligramos cada 24 horas, (dividido en tres dosis) por ocho meses, pero con poco éxito.
Anemia drepanocítica: Se han usado 220 miligramos de cinc, tres veces al día. Se han usado 75 miligramos de suplementos de cinc diarios hasta por tres años. Se ha u sado una solución de 1% de sulfato de cinc en agua destilada. Se han usado 15 miligramos de cinc en acetato dos veces al día. Se han estudiado 25 miligramos cada cuatro horas parar acelerar la cicatrización de las úlceras en las piernas y controlar la deformación de eritrocitos en personas con anemia drepanocítica. Se han usado 15 miligramos de cinc en acetato tres veces al día por 12 meses para tratar la deficiencia sérica de testosterona en adultos con anemia drepanocítica.
Lesiones en la piel: Se han usado 400 miligramos de sulfato de cinc a diario.
Estomatitis: Se ha estudiado una dosis de 200 miligramos de sulfato de cinc una vez al día hasta por 12 semanas.
Suplementos: Se han estudiado 15 miligramos ó 100 miligramos a diario por tres meses en personas ancianas saludables.
Formación de cálculos supragingivales: Se han usado dentríficos que contienen 0.5% de citrato de cinc.
Trastornos del gusto: Se han usado 45 miligramos de sulfato de cinc, tres veces al día como un medicamento adjunto a la radioterapia externa. Se han usado 100 miligramos de cinc ión a diario por tres meses. Se han usado 220 miligramos de sulfato de cinc a diario por seis semanas. Se han usado 29 miligramos en cápsulas de picolinato de cinc tres veces al día por tres meses. Se han usado 100 miligramos de sulfato de cinc a diario por seis meses. Se han usado 50 miligramos de acetato de cinc a diario.
Tinitos: Se han tomado 22 miligramos de tabletas de zinklet (tabletas de liberación lenta) tres veces al día por más de ocho semanas. Se han tomado 50 miligramos de cinc a diario; cinc (34-68 miligramos diarios, por dos semanas).
Tricomoniasis: Se han usado 220 miligramos de Zincaps dos veces al día por tres semanas para el tratamiento de la infección de tricomoniasis que no tuvo respuesta al metronidazol.
Verrugas virales: Se ha administrado el sulfato de cinc oral en dosis diarias que varían entre 10 miligramos y 600 miligramos por kilogramo-1 diarios hasta por seis meses.
Enfermedad de Wilson: Se han estudiado varias dosis de mantenimiento. Por ejemplo, se han tomado entre 25 y 150 miligramos de acetato de cinc en dosis divididas hasta por un año. Se han investigado dosis de 25-50 miligramos tres veces al día para mantener el equilibrio de cobre en personas con la enfermedad de Wilson. Para el sulfato de cinc se han usado dosis entre 100 y 400 miligramos tres veces al día.
Cicatrización de heridas: Se han usado 220 miligramos de sulfato de cinc, tres veces al día después de cirugía para acelerar la cicatrización de heridas.
Deficiencia de zinc: Cinc elemental de 15 a 120 miligramos al día se ha utilizado hasta que los síntomas y signos se resuelvan.
Tópico:
Acné común: Una dosis que se estudia comúnmente es la eritromicina (4%) más 1.2% de cinc administrado por 12 semanas. Esta dosis se ha estudiado hasta por un año.
Caspa: Se ha demostrado que el champú con un contenido de piritionato de cinc (ZPT) al 1% reduce el número de microorganismos PAS-positivos (pero no los microorganismos Gram-positivos).
Aplicación dental: Se ha utilizado citrato de cinc al 0.5%.
Las infecciones por hongos (cuero cabelludo): Champú que contiene cinc del pyrithione puede ser un tratamiento efectivo para las infecciones por hongos (tiña versicolor) del cuero cabelludo.
Herpes: Se ha estudiado el efecto de dos aplicaciones diarias de una crema de óxido/glicina de cinc al 0.3%. También se ha utilizado Virunderim Gel®, que contiene 10 miligramos de sulfato de cinc, hasta por 12 días. Se han aplicado soluciones de sulfato de cinc al 0.01%-0.05% durante la fase de aparición y una vez a la semana durante la fase de remisión. Se ha usado tratamiento de inmersión con un jabón líquido que contiene sulfato de cinc al 1% durante tres meses, seguido de una aplicación semanal. También se ha usado una solución en agua de sulfato de cinc al 4%.
Mejoramiento de la función inmunológica: Se ha estudiado el tratamiento con 10 miligramos de gluconato de cinc y en casos de diarrea, 20 miligramos de gluconato de cinc.
Úlceras en las piernas: Se ha estudiado la aplicación tópica de 250-510 microgramos/centímetro2 de óxido de cinc en pirrolidona polivinil, durante ocho semanas. Se han investigado vendajes con óxido de cinc (Mezinc®) durante ocho semanas. Se ha estudiado la aplicación de compresas de gasa medicadas con óxido de cinc (400 microgramos ZnO/cm2) durante ocho semanas.
Soriasis: Se ha estudiado la aplicación de ungüento de ubre de vaca (que contiene cinc) en el tratamiento de la soriasis.
Niveles de sebo: Se han estudiado lociones de eritromicina (4%) con (loción Zineryt® 1.2%) durante tres meses, para analizar los efectos en los niveles de sebo.
Anemia drepanocítica: Se ha estudiado la toma de 10 miligramos diarios de cinc en 5 mililitros de caldo de cereza, durante un año.
Tricomoniasis: Se han utilizado duchas de sulfato de cinc (1%) y metronidazol.
Intravenoso, intramuscular:
Anorexia: Se han presentado reportes de aplicación de 40 micromoles de cinc diarios, de manera intravenosa durante siete días, seguido de 15 miligramos diarios durante 60 días.
Leismaniasis cutánea: Se ha estudiado la aplicación de inyecciones entre lesiones de ZS 2% y ZnSO42%.
Nasal:
Resfrío común: Se han presentado reportes del uso de sulfato de cinc al 0.12% administrado con un rociador nasal cuatro veces diarias, en cada ventana nasal. Se ha usado un gel que contiene gluconato de cinc (Zicam®) en la dosis recomendada de una rociada (120 microlitros) en cada ventana nasal, cada cuatro horas.
Niños (menores de 18 años)
Trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH): Se ha estudiado sulfato de cinc 150 miligramos al día durante 12 semanas.
Desnutrición infantil: Se ha estudiado la administración de 10 miligramos diarios o 1 miligramos/kilogramo de peso corporal al día, por vía oral.
Resfrío común: Se ha estudiado la toma oral de 10 miligramos diarios o 23 miligramos de tabletas de cinc para chupar (Truett Laboratories, TX), en una dosis inicial de una tableta (que es la mitad de la dosis de adultos) cada dos horas, con un máximo de seis en el día.
Diarrea: Niños entre seis meses y dos años de edad recibieron cinc (20 miligramos como acetato, en jarabe) para el tratamiento de la deshidratación y la diarrea. También se han utilizado 14.2 miligramos de acetato de cinc o 40 miligramos de acetato respectivamente, en niños entre seis meses y dos años de edad. Se han usado 20 miligramos de acetato de cinc en bebés de 3-24 meses de edad, administrados diariamente durante dos semanas. Se utilizó un jarabe que contenía 15 miligramos de cinc en niños con edades entre 6-11 meses y un jarabe con 30 miligramos en niños con edades entre 12-35 meses. Se ha estudiado la administración de 15 miligramos de cinc elemental (en niños hasta 12 meses de edad) o 30 miligramos (en niños mayores de 12 meses) al día, en 3 dosis divididas durante 14 días. Otro estudio presenta un reporte del uso de 10 miligramos de cinc al día durante cinco días a la semana o 50 miligramos de cinc una vez a la semana, durante 16 semanas. Otras dosis que se usaron en niños fueron 20 miligramos de cinc por día, por un período máximo de dos semanas; 20 miligramos de sulfato de cinc, dos veces al día; de 10-20 miligramos de una fórmula multivitamínica de cinc durante seis meses; un jugo multivitamínico de 15 miligramos de acetato de cinc por kilogramo de peso; 10 miligramos de sulfato de cinc en 4 mililitros de líquido al día, durante siete meses y gluconato de cinc (10 miligramos de cinc elemental) para bebés y 20 miligramos para niños mayores.
Síndrome de Down: Se demostró que la administración de 20 miligramos/kilogramo de cinc al día durante dos meses incrementa la síntesis del ADN. Se ha demostrado que la administración de 50 miligramos (máximo por seis meses) y 1 miligramo/kilogramo al día (máximo por cuatro meses) de cinc reduce el número de infecciones.
Eccema: Se ha estudiado la administración de 22.5 miligramos cinc, tres veces al día (en cápsulas de liberación lenta) durante ocho semanas.
VIH/SIDA: Se ha estudiado el efecto medicinal en la función inmunológica de los niños, en dosis de 1.8-2.2 miligramos/kilogramo de peso al día, durante tres a cuatro semanas.
Infecciones: Se ha estudiado el uso de 20 miligramos de cinc durante un año para el tratamiento de episodios de enfermedades infecciosas y atrofias del crecimiento.
Infección por Schistosoma mansoni : Se ha estudiado el efecto de 30-50 miligramos de sulfato de cinc cinco veces por semana durante 12 meses para la infección S.mansoni en niños.
Kwashiorkor: Se han estudiado dosis de 2-5 miligramos/kilogramo de suplementos de cinc durante una semana, administrada a niños.
Infecciones del tracto respiratorio inferior: Se estudiaron dosis de 10 miligramos de gluconato de cinc seis veces por semana; 10 miligramos de sulfato de cinc en 4 mililitros de líquido al día, durante siete meses; 10 miligramos administrados a bebés o 20 miligramos para niños mayores o un placebo durante cuatro meses y 10 miligramos de acetato de cinc (dos veces al día, durante cinco días).
Malaria: Se estudiaron dosis de 12.5 miligramos de sulfato de cinc seis días a la semana, durante seis meses; 10 miligramos de gluconato de cinc al día durante seis días a la semana; 10 miligramos de cinc elemental seis días a la semana durante 46 semanas y 20 miligramos de cinc al día en bebés o 40 miligramos al día en niños mayores, durante cuatro días.
Parásitos: Se han usado suplementos de 10 miligramos de cinc como aminoácido quelado.
Anemia drepanocítica: Se han usado 10 miligramos de cinc al día en 5 mililitros de caldo de cereza para el tratamiento de niños.
Percepción del gusto: Se ha usado 1 miligramos/kilogramo de cinc quelado al día, durante tres meses para el tratamiento de niños.
Enfermedad de Wilson: A pacientes pediátricos entre 1-5 años de edad se les administró dosis de 25 miligramos de cinc dos veces al día. A pacientes de 6-15 años de edad con peso inferior a 125 libras se les administró 25 miligramos de cinc tres veces al día, y a pacientes con 16 años de edad o mayores se les administró 50 miligramos de cinc tres veces al día.
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No obstante se han estudiado de forma científica ciertas técnicas complementarias y alternas, para la mayoría de las terapias hay limitación o controversia sobre los datos de alta calidad respecto a la seguridad, eficacia y mecanismo de acción. Se recomienda, al máximo posible, que los practicantes cuenten con licencias expedidas por una organización profesional reconocida que se adhiera a normas claramente publicadas. Además, antes de iniciar una nueva técnica o contratar a un practicante, se recomienda que los pacientes consulten con su(s) proveedor(es) médico(s) principal(es). Se deben considerar atentamente los beneficios y riesgos potenciales (incluye los costos financieros) así como las alternativas. La siguiente monografía está diseñada para ofrecer una historia y un resumen de la investigación con orientación clínica, y la misma ni defiende ni se opone al uso de una terapia en particular.