El laboratorio sometió a prueba 3 lotes de cada marca que se compraron en tiendas en la región de New York. Todos contenían la cantidad, indicada en la etiqueta, de EPA, DHA y ácidos grasos tipo omega 3, componentes que pueden reducir el riesgo de ataques cardíacos y derrames cerebrales.
Ninguno sobrepasó el límite de plomo, mercurio, dioxinas o bifenilos policlorados (PCB) fijado por la Farmacopea de Estados Unidos (USP, por sus siglas en inglés), un grupo no gubernamental que establece estándares, o por la Unión Europea.
Pero los resultados de las pruebas revelaron una cantidad total de PCB que podría requerir que los productos llevaran etiquetas de advertencia según la Propuesta 65 de California, una ley del derecho a saber del consumidor, en una muestra de productos de CVS, GNC y Sundown, y en 2 muestras de Nature’s Bounty.
Puntos clave
- Se analizaron 15 de los suplementos de aceite de pescado más consumidos.
- Y cinco no tuvieron resultados óptimos.
- Explican quiénes necesitan especialmente de estos suplementos.
La mayoría de las cápsulas sometidas a prueba dicen ser “purificadas” o estar “libres” de PCB, mercurio u otros contaminantes, afirmaciones para las que no hay definiciones regulatorias específicas, según indica la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés).
La FDA no ha tomado ninguna medida coercitiva contra ningún fabricante de omega 3 con respecto al contenido de PCB u otros contaminantes porque la entidad federal no ha visto que existan riesgos para la salud pública, señaló una portavoz de la FDA.
Hubo 2 muestras de Kirkland Signature que no pasaron la prueba de desintegración de la USP para cápsulas con recubrimiento entérico, diseñado para evitar el sabor a pescado: su recubrimiento puede romperse en el estómago y no en el intestino delgado, como debería ser.
Lo extraño es que ese producto era uno de los pocos analizados que llevaba la etiqueta de “verificado por la USP”, lo que indica que la USP ha sometido a prueba y verificado los ingredientes indicados en la etiqueta, la potencia y el proceso de fabricación.
Las mejores alternativas
La mayoría de las personas pueden obtener suficiente omega 3 si consumen pescados grasos como el salmón y las sardinas, que también son bajos en mercurio, por lo menos dos veces a la semana.
Sin embargo, las personas que padecen de enfermedad cardíaca coronaria necesitan aproximadamente un gramo diario de ácidos grasos, cantidad que suele requerir que se tome un suplemento.
Consulte con su médico antes de tomar cápsulas de omega 3 porque éstas pueden interactuar con algunos medicamentos. Elija una cápsula de la lista que se encuentre bajo el rubro de “cumple con los estándares de calidad”.
Las cápsulas cuestan entre 17 y 64 centavos diarios para un gramo de EPA y DHA combinados, cantidad recomendada por la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) para personas con enfermedad cardíaca coronaria.
Para el informe completo sobre los suplementos de aceite de pescado puedes visitar el sitio web de Consumer Reports en español.
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