La resistencia a los antibióticos es un problema de salud pública, y las infecciones bacterianas son cada vez más difíciles de tratar. Los gérmenes evolucionan a una velocidad mucho mayor que la producción de nuevos medicamentos, de hecho, los que se usan ahora han estado disponibles durante décadas.
En 2019, alrededor de 35,000 personas murieron en los Estados Unidos a causa de infecciones resistentes a los antibióticos. Durante el primer año de la pandemia, más de 29,400 personas fallecieron, y el 40% de las personas se infectaron mientras estaban en el hospital. ¿Adónde buscar nuevas medicinas? La ciencia ahora está explorando un lugar nunca antes imaginado: el propio cuerpo humano.
Investigadores de la Universidad de Pennsylvania han estado utilizando métodos computacionales para diseñar piezas muy pequeñas de proteína, llamadas péptidos, como alternativas a los antibióticos convencionales.
El equipo dirigido por el doctor César de la Fuente-Núñez recurrió al cuerpo humano como fuente potencial de nuevos antibióticos. Casi todos los organismos vivos producen péptidos que ayudan a defender el cuerpo de las infecciones. Muchos tienen otras funciones, como ayudar con la digestión y la circulación sanguínea. Pero también parecen jugar un papel en la defensa del cuerpo contra los patógenos.
Para identificar los antibióticos peptídicos, el equipo utilizó inteligencia artificial para examinar todo el proteoma humano, el conjunto de todas las proteínas del cuerpo humano. Buscaron péptidos ocultos en el proteoma, llamados péptidos encriptados, con rasgos específicos que delatan propiedades antibacterianas.
Una exploración inicial del proteoma identificó alrededor de 2,600 péptidos encriptados con posibles propiedades antibióticas. El equipo seleccionó 55 candidatos principales y los sintetizó en el laboratorio para realizar más pruebas. En cultivos de ocho bacterias infecciosas comunes, más del 60% de los péptidos mostraron cierta capacidad para matar al menos uno de los microbios.
Inesperadamente, estos péptidos también tuvieron efectos de bajo nivel en las bacterias que se encuentran comúnmente en el intestino y en la piel. Esto sugiere que pueden desempeñar un papel en el mantenimiento de un equilibrio saludable entre el cuerpo humano y sus microbios residentes.
5 puntos para entender la resistencia a los antibióticos
1. La resistencia a los antimicrobianos ocurre cuando los gérmenes derrotan a los medicamentos diseñados para matarlos, llamados antibióticos o antifúngicos. NO significa que el cuerpo sea resistente a los antibióticos o antifúngicos.
2. La resistencia a los antimicrobianos puede afectar a las personas en cualquier etapa de la vida. Las infecciones causadas por gérmenes resistentes son difíciles, a veces imposibles, de tratar. En muchos casos, estas infecciones requieren estadías prolongadas en el hospital, visitas adicionales al médico de seguimiento y el uso de tratamientos que pueden ser costosos y potencialmente tóxicos.
3. Se pueden tomar medidas para reducir el riesgo de contraer una infección. Por ejemplo, los hábitos saludables pueden proteger a la persona de infecciones y ayudar a detener la propagación de gérmenes. Estar al día con las vacunas recomendadas, mantener las manos y las heridas limpias y manejar bien las enfermedades crónicas, como la diabetes.
4. Hablar con el proveedor de atención médica si se necesitan antibióticos o antimicóticos. Los antibióticos y los antifúngicos no funcionan con los virus, como los del resfriado y la gripe. Estos medicamentos salvan vidas. Pero, cada vez que se usan, o si se usan en exceso, pueden provocar efectos secundarios y resistencia a los antimicrobianos. Si la persona ha estado tomando estos medicamentos, hay que hablar con el médico si la persona tiene tres o más episodios de diarrea en 24 horas.
5. Informar al proveedor de atención médica si recientemente se ha viajado, o recibido atención en otro país. La resistencia a los antimicrobianos se ha encontrado en todas las regiones del mundo. El comercio y los viajes significan que puede moverse fácilmente a través de las fronteras y puede propagarse en lugares como hospitales, granjas, la comunidad y el medio ambiente.