- Eliminar los copagos o costos compartidos (de los planes de seguro) en el caso de medicamentos genéricos de bajo costo que se consideren importantes para la prevención y el control de enfermedades, tales como los medicamentos que tratan la presión arterial alta, el colesterol alto y la diabetes.
- Ajustar los costos compartidos a la capacidad de pagar y a los riesgos de salud. Por ejemplo, las víctimas de ataques cardíacos podrían obtener a muy bajo costo o sin costo alguno los medicamentos para prevenir otro ataque.
- Programas de descuento para los consumidores que renueven sus recetas con puntualidad.
- Más y mejores servicios de ayuda para contribuir a que las personas que no pueden pagar sus medicamentos se inscriban en programas de asistencia farmacéutica.
- Líneas telefónicas gratuitas de asistencia que respondan preguntas sobre el uso, los efectos secundarios y las interacciones de medicamentos (a tendidas por farmacéuticos).
- Uso más cotidiano y mayor aceptación de compras con recetas enviadas por correo para personas que padecen enfermedades crónicas. La compra por correo facilita el resurtido de recetas cada 90 días.
- Control más estricto del resurtido de recetas por parte de administradores de beneficios farmacéuticos (PBM, por sus siglas en inglés), con un seguimiento de las personas que no resurten sus recetas con puntualidad.
- Llamadas telefónicas o mensajes de correo electrónico del consultorio de su médico, de su farmacéutico o del administrador de beneficios farmacéuticos para hacer un seguimiento de su uso de un medicamento, cualquier efecto secundario o problema, y para recordarle cuándo es el momento de resurtir una receta.
- Un mayor uso de programas especiales de "atención farmacéutica" que ayuden a las personas que padecen múltiples afecciones crónicas a administrar sus complejas necesidades farmacéuticas. Hay estudios que muestran que dichos programas son muy eficaces para mejorar el cumplimiento.
- Recordatorios de texto diarios, por correo electrónico, teléfono celular o asistentes personales digitales (PDA, por sus siglas en inglés) para tomar los medicamentos según lo indicado. (Algunos analistas consideran que esto es una exageración, pero una encuesta indica que el 28% de los consumidores lo consideraron una buena idea).
- Un uso más extendido de dispositivos recordatorios y pastilleros electrónicos que avisan cuándo se deben tomar los medicamentos.
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Cambios que ayudarían a cumplir con las recetas médicas
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