¿Alguna vez has pensado que una vacuna puede ser más efectiva si la recibes con un buen estado de ánimo? Pues sí.
Una nueva investigación realizada por un equipo de expertos en salud de la Universidad de Nottingham, en Reino Unido, halló pruebas de que tener un estado de ánimo positivo en el día de recibir la vacuna de la gripe, puede aumentar su efecto protector.
Se calcula que la vacunación contra la gripe sólo es eficaz en el 17% al 53% de los adultos mayores, mientras que funciona bien en el 70% a 90% de los jóvenes. Ante la cercanía de la llamada “temporada de gripe”, la investigación es muy oportuna para todos los que piensan en recibir la vacuna para ponerse a salvo de la enfermedad.
Este nuevo estudio de Reino Unido es el primero en examinar varios aspectos psicológicos y de comportamiento que han demostrado que afectan la forma en que funcionan las vacunas.
Los investigadores se propusieron entender qué factor o combinación de factores tienen el mayor impacto en la capacidad de las vacunas para proteger contra la enfermedad.
El estado de ánimo es clave
Los científicos midieron el estado de ánimo negativo, el estado de ánimo positivo, la actividad física, la dieta y el sueño 3 veces a la semana durante un período de 6 semanas en un grupo de 138 personas mayores que recibieron su vacuna contra la gripe.
A continuación, examinaron la forma en que la vacuna estaba trabajando, y lo hicieron midiendo la cantidad de anticuerpos contra la influenza en la sangre a las 4 semanas y 16 semanas después de la vacunación.
Los resultados mostraron que de todos los factores medidos, sólo el estado de ánimo positivo durante el período de observación de 6 semanas predijo lo bien que funcionó la vacuna. El buen humor se asoció a mayores niveles de anticuerpos, que podían mejorar entre un 8 a un 14%.
La profesora Kavita Vedhara, de la División de Atención Primaria de la Universidad de Nottingham, dijo: "Las vacunas son una forma increíblemente efectiva de reducir la probabilidad de contraer enfermedades infecciosas. Pero su talón de Aquiles es que su capacidad de protección contra la enfermedad se ve afectada por lo bien que funciona el sistema inmunológico de una persona. Así que las personas con sistemas inmunológicos menos eficaces, como los ancianos, pueden encontrar que las vacunas no funcionan tan bien para ellos como lo hacen en los jóvenes”.
"Hemos sabido por muchos años que una serie de factores psicológicos y de comportamiento como el estrés, la actividad física y la dieta, influyen en lo bien que funciona el sistema inmunológico y también se ha comprobado que estos factores también influyen en la efectividad de las vacunas de proteger contra las enfermedades" agregó.
El estudio fue publicado en Brain, Behavior and Immunity, y el proyecto fue financiado por el Instituto Nacional de Investigación en Salud de la Escuela de Investigación de Atención Primaria (NIHR SPCR) y el Consejo de Investigación Médica (MRC) de Reino Unido.
Para protegerse contra la gripe, la mejor opción es vacunarse todos los años. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan la vacuna anual desde los 6 meses de edad en adelante.