La oclusión tubárica bilateral (OTB) o salpingectomía (ligadura de trompas) es un método quirúrgico de control prenatal muy común que se han realizado aproximadamente 138 millones de mujeres a nivel mundial debido a que es un método seguro y eficaz.
Consiste ya sea a través de un abordaje laparoscópico o abierto en pinzar, cortar y ligar las salpinges para ya no tener bebés.
Anteriormente se consideraba como un método definitivo, el cual elegían las mujeres que tenían paridad satisfecha.
Sin embargo, actualmente gracias a los avances tecnológicos y técnicas de reproducción asistida, existe la posibilidad de revertir este proceso y poder volver a tener un bebé.
Procedimientos reversibles para volver a tener bebés
Cirugía laparascópica
Ya sea por medio de una cirugía laparoscópica en la cual se produce la recanalización de las tubas uterinas.
Fertilización in vitro
O a través de una fertilización in vitro (FEVI) que consiste en la aspiración de un óvulo y la unión con un espermatozoide por medio de una inyección intracitoplasmática del espermatozoide en el óvulo.
Y posteriormente la transferencia embrionaria que usualmente se realiza cuando tiene de tres a cinco días y posteriormente se congela hasta que la paciente tenga un endometrio receptivo adecuado y se pueda implantar para tener resultados satisfactorios.
Y es que se ha visto que entre el 1 al 26% de las mujeres que se realizaron la OTB se arrepienten de su decisión y entre el 1 y 13% de ellas quieren nuevamente tener un hijo y solicitan la recanalización tubárica o deciden someterse a una FEVI.
Motivos para solicitar recanalización de las tubas uterinas o fertilización in vitro
Siendo el principal motivo el cambio de pareja, la pérdida de un hijo, así como la edad a la que decidieron realizarse el procedimiento ya que la mayoría de las mujeres que lo solicitan en promedio se realizaron la cirugía entre los 20 a 28 años.
Valoración médica para ver si se es candidata a recanalización tubárica o fertilización in vitro
Es importante tener en consideración diferentes factores para valorar si una paciente es candidata a una recanalización tubárica o a una fertilización in vitro.
Empezando por el tipo de técnica empleada para la oclusión tubárica bilateral, la longitud de las salpinges, el tiempo que ha transcurrido desde la realización de la cirugía, así como la edad de la paciente ya que en pacientes menores de 37 años se recomienda la recanalización y en mayores de 37 la fertilización in vitro, así como los costos entre otros factores a considerar. O revisar si existe otra razón de infertilidad.
También es necesario realizar estudios en la pareja para descartar que no tengan alguna enfermedad crónico degenerativa o algún otro factor que impida el embarazo como por ejemplo una disfunción ovulatoria, que tenga una reserva ovárica adecuada, ausencia de patología endometrial, que el análisis de semen sea normal, así como una adecuada evaluación psicológica.
Actualmente es más frecuente que las mujeres acudan a consulta y que soliciten estas alternativas que existen y se encuentran disponibles en diferentes hospitales o clínicas de reproducción asistida, para que puedan volver a tener un hijo.
Como cualquier procedimiento quirúrgico tiene sus riesgos y complicaciones entre ellos se incluye el tener un embarazo ectópico, por lo que es ideal que tengan una asesoría e información detallada de estos procedimientos y junto con su médico elijan cual es la mejor opción.