El útero o matriz es el órgano más grande del aparato reproductor femenino, y es el órgano muscular donde ocurre el milagro de la fertilización: un embrión se desarrolla en un feto y luego se convierte en un bebé.
Pero existen casos sorprendentes donde las mujeres pueden llegar a tener más de un útero, tal como lo es el caso de Leona Doherty, quien nació con una rara condición llamada útero didelfo.
Doherty, de Irlanda, logró dar a luz a un bebé a pesar de tener dos úteros y dos vaginas; una anomalía uterina que le causo complicaciones renales y hepáticas, un derrame cerebral y una aguda depresión a causa de cuatro abortos involuntarios antes de poder abrazar a su primer hijo.
Aún más insólito que el caso de Doherty, fue la reciente historia de una madre en Inglaterra que dio luz a gemelos procedentes de sus dos úteros, una posibilidad que sus doctores llamaron “un caso en 500 millones”.
Jennifer Ashwood, la madre de los gemelos, también nació con una malformación uterina parecida a la de Doherty, pero conocida como útero bicorne –dos úteros, una vagina–.
A diferencia de Doherty, Ashwood desconocía la existencia de un segundo útero dentro de su cuerpo. Tanto, que incluso dio a luz a una bebé hace ocho años, sin saber que su matriz estaba dividida en dos.
“Lo interesante de este caso es que Ashwood haya logrado el embarazo a término y que haya sido en los dos úteros, ya que usualmente la ovulación sólo ocurre en uno de los ovarios”, dijo el Dr. Juan C Fuentes Romero, médico ginecólogo e integrante del equipo HolaDoctor Consultas.
A pesar de que estas malformaciones solo llegan a afectar a menos del 5% de la población femenina, un 25% de los abortos espontáneos y partos de bebés prematuros resultan a causa de estas anomalías uterinas, según la Universidad de Medicina de Columbia.
¿Cuáles son las anomalías o mutaciones uterinas?
Las anomalías uterinas congénitas son malformaciones del útero que se desarrollan durante la vida embrionaria, es decir, cuando una mujer se encuentra en la matriz de su madre.
Si el útero de una mujer se desarrolla de manera diferente, se le denomina anomalía uterina.
“Estas malformaciones genéticas empiezan desde el proceso embrionario de la mujer, y son defectos en la fusión de los conductos de Muller y que al no fusionarse precisamente crean dos úteros, dos cérvix y dos vaginas”, explicó Fuentes.
El útero didelfo, como el de Doherty, y el útero bicorne, como el de Ashwood, son dos de las cinco anomalías uterinas que pueden llegar a cambiar la anatomía del útero de una mujer.
Por lo regular, las malformaciones no llegan a afectar la habilidad de una mujer para concebir y muchas de las que padecen estas anomalías, se enteran de su condición después de quedar embarazadas o cuando están tratando de tener un bebé.
Estas son las cinco anomalías uterinas que una mujer puede llegar a tener:
Útero arcuato
Es el que más se asemeja a un útero normal (forma de pera), con la diferencia que la parte de arriba llega a caer un poco.
Útero septado o septo
El útero está dividido por una pared muscular conocida como septo. Puede dividir al útero parcialmente o completamente haciéndolo un útero septo, esto complica las posibilidades de concebir.
Útero bicorne
El útero en forma de corazón que fue mencionado en el caso de Ashwood. También se le conoce como “útero con dos cuernos” y puede presentar dificultades a la hora de tener un bebé.
Útero unicorne
Se le conoce como “útero de un cuerno” y es muy pequeño a comparación de un útero normal. Solo tiene una trompa de Falopio y aunque una mujer con este tipo de anomalía puede lograr quedar embarazada, corre un gran riesgo de sufrir un aborto involuntario.
Útero didelfo
También conocido como “útero doble”. Fue el caso de Doherty, quien sufrió de cuarto abortos involuntarios antes de poder dar a luz a su primer hijo. Es una malformación poco común y se distingue por tener dos cuellos uterinos y dos vaginas, ambas capaces de llevar a cabo la misma función. “Las mujeres con útero didelfo pertenecen a un grupo de alto riesgo, aunque el resultado del embarazo es comparativamente bueno” informó un estudio publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.
No se sabe a ciencia cierta cuales son los factores que causan las anomalías uterinas, y no hay un tratamiento –que no involucre la cirugía– para remediar la malformación de un útero.
Las mujeres con estas condiciones no presentan algún síntoma específico, por ejemplo, algunas personas pueden llegar a sentir dolor durante los ciclos de menstruales, informó la Universidad de Medicina de Columbia en su sitio web.
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Fuentes: Baby Center, Office of Women's Health, NIH
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