El implante subdérmico es actualmente uno de los métodos más empleados y solicitados —sobre todo por mujeres jóvenes en edad reproductiva— ya sea después de algún evento obstétrico o como su primer método de planificación familiar.
Muchas mujeres deciden optar por el implante ya que consideran que es un método discreto, temporal, práctico, eficaz y seguro.
Aunque el implante subdérmico pareciera ser un anticonceptivo moderno, su desarrollo comenzó en 1966, cuando se realizaron los primeros estudios para comprobar su seguridad y eficacia; y se comercializó en los Estados Unidos en los años 90. Actualmente es uno de los métodos anticonceptivos más utilizados en diversos países.
Como su nombre lo dice consiste de un implante (varilla flexible) que contiene una hormona denominada progestágena, la cual va liberándose de forma paulatina con una duración de tres años, generando una protección anticonceptiva con un alto grado de eficacia y seguridad.
El implante está fabricado con un material radiopaco, ya que si se llegara a insertar en una región muy profunda y si no se pudiera palpar al momento de retirarlo con una radiografía fácilmente se puede localizar para realizar su extracción guiada.
Como cualquier método de planificación familiar tiene tanto sus pros y sus contras pero sigue siendo uno de los favoritos de las pacientes.
Dentro de los contras tenemos que mencionar que requiere de personal calificado y capacitado para la colocación de dicho implante, el cual se puede colocar de forma ambulatoria en el consultorio, requiriendo únicamente analgesia local y se inserta en la región del brazo a unos 2.7'' a 3.1'' (7-8 cm) de distancia del codo y que se inserta con un dispositivo que ya viene prefabricado de fácil uso y que debe de colocarse justo debajo de la piel (subdérmico), inmediatamente se coloca un vendaje compresivo que se deja en el brazo por un día para evitar la formación de un hematoma.
De los principales efectos secundarios que se encuentran reportados son irregularidades menstruales siendo una de las principales, así como la ausencia de la menstruación, menstruaciones abundantes y prolongadas, cefalea, acné, aumento de peso, que en ocasiones estos síntomas son demasiado intensos y molestos por los cuales tiene que ser retirado el implante antes de los 3 años de su colocación que es el tiempo de vida útil del implante, aunque usualmente estos efectos principalmente aparecen durante el primer mes y posteriormente mejoran de forma considerable.
A pesar de estos efectos secundarios que puede tener el implante muchas mujeres lo continúan eligiendo por su practicidad, comodidad y seguridad.
Su retiro al vencerse el tercer año, también debe de ser por personal calificado y la forma de retirarlo es haciendo una pequeña incisión en piel para poder extraerlo con una pinza. Al término de este implante se puede quitar y colocar otro implante si así lo desea la paciente o puede optarse por descansar de los anticonceptivos hormonales y usar un método anticonceptivo no hormonal.
Dentro de las recomendaciones, consiste en acudir con un profesional de salud para que te oriente sobre las diversas alternativas de métodos anticonceptivos disponibles en tu localidad, que seas candidata para ser usuaria de dicho anticonceptivo, así como ser colocado y retirado por personal capacitado y que lleves tu seguimiento con tu ginecólogo, siendo una excelente opción como método anticonceptivo con un 99% de efectividad.