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Anatomía normal
El tabique nasal es la división de cartílago y hueso que separa las dos fosas nasales.
Indicaciones
La cirugía nasal se recomienda en caso de:
- Obstrucción de las vías nasales
- Dolor de cabeza producido por el espolón del tabique
- Sangrado nasal profuso
- Deformidad del tabique nasal en presencia de otras cirugías intranasales
La obstrucción de las vías nasales es, por lo general, el resultado de una deformidad del tabique que ocasiona respiración bucal, apnea del sueño o infecciones nasales recurrentes que responden muy lentamente a los antibióticos.
El dolor de cabeza producido por el espolón del tabique se define como un dolor de cabeza secundario a la presión del tabique nasal en el revestimiento interior de la nariz (impactación septal). Los síntomas se alivian mediante anestesia local (aplicada en un área localizada de la piel) en el lugar de la impactación septal.
Otras intervenciones quirúrgicas intranasales para las que se recomienda la septoplastia son la polipectomia (extirpación de un pólipo), etmoidectomía (operación del hueso etmoide en la parte superior de la cavidad nasal), turbinectomía (operación de la concha nasal) y extirpación de tumores.
Procedimiento
El objetivo de la cirugía es enderezar el tabique nasal, con el fin de corregir las obstrucciones u otros problemas relacionados con la desviación del tabique. Se hace una incisión interna a un lado del tabique; una vez apartada la membrana mucosa del hueso, se extraen las partes obstructivas del hueso y cartílago y se realiza la cirugía plástica, si es necesario. Posteriormente, la membrana mucosa vuelve a su posición original.
Cuidados postoperatorios
Otras cirugías intranasales que requiren de septoplastia son: polipectomía (extirpación de un pólipo), etmoidectomía (operación del hueso etmoides ubicado en la parte superior de la cavidad nasal), cirugía de los cornetes nasales y extirpación de tumores.