Desde su desarrollo hace más de un siglo, los populares antibióticos han sido eficaces para combatir las infecciones causadas por bacterias, pero no las que provocan los virus.
Pero ahora, estos escurridizos microorganismos parecen estar acorralados. Investigadores del Laboratorio Lincoln del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) están desarrollando una droga para combatir cualquier tipo de infección viral, que hasta ahora ha demostrado ser efectiva contra 15 tipos de virus distintos, desde el resfriado común y la influenza, hasta el Ébola.
Puntos clave
- La nueva droga está siendo investigada por el MIT.
- Funciona detectando el material genético del virus y destruyendo las células infectadas.
- Hasta ahora ha mostrado ser efectiva con 15 tipos de virus.
La nueva droga, llamada DRACO, funciona identificando cierto tipo de material genético exclusivo de los virus, por lo que en teoría actuaría contra todos los virus y todas sus cepas.
Al detectar las células infectadas con este material genético, se las destruye terminando así con la infección, explica Todd Rider, del Laboratorio Lincoln de Química, Biología y Nanotecnología. No hay que temer errores: DRACO destruye sólo las células infectadas, dejando las células sanas intactas.
Este nuevo tratamiento supera con mucho los anteriores intentos por combatir infecciones virales: "los virus son muy buenos para desarrollar resistencia, pero en este caso es difícil pensar que podrán defenderse", declaró Karla Kirkegaard, profesora de Microbiología e Inmunología de la Universidad de Stanford.
En un experimento, se trató a ratones infectados con AH1N1, que se curaron por completo luego que se les administrara la droga. Asimismo, DRACO ha resultado efectiva contra el rinovirus, el virus de la polio, un virus estomacal, el dengue, el Ébola y otros virus causantes de fiebres hemorrágicas.
Ya se están realizando pruebas con más tipos de virus, y se espera que los resultados sean igual de alentadores. Tal vez pronto DRACO sea la solución para tratar infecciones como el VIH y la hepatitis C, hasta ahora incurables.