Anatomía normal
La membrana timpánica o tímpano separa el oído externo del oído medio. La membrana vibra cuando las ondas sonoras chocan contra ella, comenzando as el proceso que convierte las ondas sonoras en impulsos nerviosos que viajan al cerebro.
Indicaciones
La ruptura o perforación del tímpano es causada, generalmente, por infecciones en el oído medio o por trauma (por ejemplo: un objeto dentro del oído, un golpe en el oído, explosiones o presión auditiva frecuente y excesiva cuando se viaja en avión o se practica buceo). Si no se presenta mejoría con el uso de antibióticos o por medio de otros tratamientos no quirúrgicos, se puede recomendar una cirugía o timpanoplastia.
Las infecciones crónicas del oído medio se determinan por:
- Cinco o más infecciones auditivas ocurridas en un año o
- Tres o más infecciones auditivas por año durante un período de dos años
Los signos de infecciones crónicas son, entre otros, dolor persistente en el oído, drenaje del oído o pérdida auditiva (durante un período superior a tres meses).
Procedimiento
El cirujano injerta un pequeño parche de la fascia del músculo de la frente (temporalis) en el tímpano para reparar la ruptura, mientras el paciente se encuentra profundamente dormido y sin dolor (bajo anestesia general).
En los casos de problemas con los huesos pequeños (huesecillos), el cirujano utiliza un microscopio para observar y reparar la cadena de huesos pequeños utilizando dispositivos plásticos o huesecillos de un donante.
Cuidados postoperatorios
En la mayoría de los casos, la operación alivia por completo los síntomas de dolor y de infección y la pérdida auditiva es menor. Sin embargo, si los huesecillos necesitan reparación, los resultados de la intervención pueden no ser tan positivos.
Por lo general, los pacientes salen del hospital ese mismo día. Después de la cirugía es importante evitar que entre agua en el oído y se debe utilizar un gorro de baño para la ducha durante varias semanas.