La anomalía de Peters es es un trastorno ocular que provoca que la córnea y el iris del ojo adelgacen y se enturbien, lo que causa una visión borrosa. Se trata de una enfermedad cosiderada rara, lo que significa que su indiencia es muy baja. Esta afección pertenece a un grupo de trastornos conocidos como opacidades corneales congénitas, que afectan de 3 a 6 personas por cada 100,000.
Se desconoce la causa de la anomalía de Peters, aunque los científicos consideran que se desarrolla por una combinación de genética y exposición a ciertos factores del medio ambiente. Puede presentarse como una afección única, o asociada a otros problemas en los ojos como el aumento de la presión dentro del ojo (glaucoma), o la opacidad del cristalino (cataratas). Debido a la falta de estimulación visual, algunas personas desarrollan "ojo vago" (ambliopía).
Casi la mitad de las personas afectadas por la anomalía de Peters tienen baja visión en una etapa temprana de la vida y aproximadamente una cuarta parte son legalmente ciegas.
En la mayoría de los casos, la anomalía de Peters es bilateral, lo que significa que afecta a ambos ojos, aunque el nivel de discapacidad visual puede ser diferente en cada ojo. Estos individuos pueden tener ojos que no apuntan en la misma dirección (estrabismo). En algunas personas con anomalía de Peters, la opacidad de la córnea mejora con el tiempo y conduce a una mejor visión.
Hay dos tipos de anomalías de Peters, que se distinguen por sus signos y síntomas. La anomalía de Peters tipo I se caracteriza por una separación incompleta de la córnea y el iris y una opacidad corneal de leve a moderada. El tipo II se caracteriza por una separación incompleta de la córnea y el cristalino y una opacidad corneal severa que puede afectar a toda la córnea.
En más del 90% de los casos, la anomalía de Peters es esporádica, lo que significa que ocurre en personas sin antecedentes aparentes del trastorno en su familia. En muchos de estos casos esporádicos se desconoce la causa genética de la afección. Sin embargo, algunos de estos casos son causados por una mutación en un gen que ocurre durante el tercer trimestre del embarazo, o por heredar una mutación de padres no afectados. En casos raros, se ha informado que la afección (o trastornos oculares relacionados) ocurren en varios miembros de la misma familia.
Estudios han reportado una coincidencia entre la mutación que causa la anomalía de Peters y el sindrome de alcoholismo fetal, que ocurre cuando un feto está expuesto al alcohol por el consumo de la madre durante el embarazo.
En general, la presencia de este problema de la vista se detecta cuando el niño va al pediatra y dice que no ve "claro". Un examen genético puede determinar si está presente la mutación genética que causa esta anomalía. Esta trastorno suele abordarse de manera interdisciplinaria, es decir que se involucra a especialistas de la vista y también a neurólogos, ya que la dificultad visual puede llevar a problemas neurológicos.
El tratamiento para la anomalía de Peters depende de los problemas visuales que el paciente tenga. Puede incluir tratamiento para el glaucoma, o cirugía para corregir las cataratas u otrasanomalías del cristalino. Un transplante de córnea también es una opción, dependiendo de la gravedad de la anomalía, aunque es compleja si se trata de un niño.