Cómo afecta a las personas con dolor crónico la crisis de opioides

La cantidad de muertes por sobredosis en Estados Unidos aumentó en casi un 30% de 2019 a 2020 y se ha quintuplicado desde 1999. Cerca del 75% de las 91,799 muertes por sobredosis de drogas en 2020 involucraron un opioide, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

La crisis del consumo de opioides, que son altamente adictivos, ha puesto en el banquillo de los acusados a las farmacéuticas y a los propios médicos, en algunos casos acusados de recetar demasiados de estos "painkillers". Para enfrentarla, hay leyes y guías de uso más duras, que algunos consideran que dejan desprotegidos a los que realmente necesitan la medicación: los pacientes que viven con dolor crónico. 

Cómo afecta a las personas con dolor crónico la crisis de opioides
| Foto: GETTY IMAGES

Qué es el dolor crónico 

Mientras que el dolor agudo es una sensación normal que se desencadena en el sistema nervioso para alertar sobre una posible lesión y la necesidad de cuidarse, el dolor crónico es diferente. El dolor crónico persiste

En el caso del dolor crónico, las señales de dolor se siguen activando en el sistema nervioso durante semanas, meses e incluso años. Es posible que haya habido un disparador inicial un esguince de espalda o una infección grave o puede haber una causa constante de dolor como artritis, cáncer, o una infección de oído), pero algunas personas sufren dolor crónico en ausencia de lesiones anteriores o evidencia de lesiones corporales. 

Muchas condiciones de dolor crónico afectan a los adultos mayores. Las quejas comunes de dolor crónico incluyen dolor de cabeza, dolor de espalda, dolor de cáncer, dolor de artritis, dolor neurogénico (resultado del daño a los nervios periféricos o al propio sistema nervioso central), dolor psicógeno (dolor que no se debe a una enfermedad o lesión pasada o cualquier signo visible de daño dentro o fuera del sistema nervioso). 

Una persona puede tener dos o más condiciones de dolor crónico coexistentes. Tales condiciones pueden incluir síndrome de fatiga crónica, endometriosis, fibromialgia, enfermedad inflamatoria intestinal, entre otras. No se sabe si estos trastornos comparten una causa común, indica el Instituto Nacional de Desórdenes Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares.

El tratamiento del dolor crónico

Existen muchos tratamientos naturales para tratar el dolor crónico como masajes, ejercicios o acupuntura. En el peor de los escenarios se necesita una cirugía, y en la mayoría, el abordaje clínico combina opciones naturales con farmacológicas.

El problema de la crisis de estos fármacos se disparó cuando las recetas se fueron de las manos. La primera ola de lo que hoy se conoce como "la epidemia de los opioides" comenzó con un aumento en las recetas en la década de 1990, lo que llevó a un incremento de las muertes por sobredosis de opioides recetados (naturales, semisintéticos y metadona) al menos desde 1993. 

La segunda ola comenzó en 2010, con un rápido aumento en las muertes por sobredosis de heroína. Se considera que la tercera ola comienza en 2013, con un dramático aumento de las muertes por sobredosis de fentanilo y heroína.

En 2016, los CDC lanzaron una guía para controlar las prescripciones, que la nueva guía de 2022 de alguna manera profundiza. Esta guia recomienda a los médicos las siguientes acciones para el manejo de los casos de pacientes con dolor crónico:

  • Determinar si iniciar o no un tratamientos con opioides para el dolor
  • Si se requiere, determinar el opioide y la cantidad
  • Decidir la duración inicial del tratamiento y realizar seguimientos periódicos

Algunos estados, como Nueva York, están yendo un paso mas allá, limitando las recetas y requiriendo a los medicos que trabajan en el manejo del dolor recetar naloxona, la medicación que revierte una sobredosis, en caso que pacientes con dolor crónico tomen demasiadas dosis.

En la mayoría de los casos no existe un trabajo conjunto entre el médico experto en dolor y un profesional de salud mental que pueda determinar si un paciente puede tener tendencia a la adicción, o intervenir en caso de una crisis de un paciente con dolor crónico vinculada al consumo recetado de opioides.

El paciente con dolor crónico debe informarse, hacer preguntas, trabajar con el médico para determinar el mejor camino a seguir. Factores a tener en cuenta son el tipo de dolor, la localización, y la intensidad y duración. 

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