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Anatomía normal
El recto es la porción final del intestino grueso y su función es evacuar la materia fecal a través del ano. Las hemorroides son "almohadillas" tisulares llenas de vasos sanguíneos en el punto de unión del recto con el ano.
Indicaciones
Estas almohadillas vasculares pueden hincharse o inflamarse frecuentemente a causa de un aumento en la presión intra- abdominal como, por ejemplo, cuando se hace esfuerzo a causa de estreñimiento o durante el embarazo. Esta inflamación ocasiona dolor, sangrado y prurito (picazón). La extirpación de las hemorroides se recomienda cuando los tratamientos no quirúrgicos (dieta rica en fibra, laxantes, reblandecedores de materia fecal, supositorios, medicamentos o baños tibios) no proporcionan el alivio adecuado de:
- Prurito persistente
- Sangrado anal
- Dolor
- Coagulación sanguínea (trombosis de las hemorroides)
Procedimiento
Se liga la base de la hemorroide para evitar el sangrado interno y luego se extirpa quirúrgicamente. Algunos cirujanos simplemente colocan una banda de caucho alrededor de la base de la hemorroide para impedir el flujo sanguíneo; luego ésta cae y se mezcla con la materia fecal. Otros cirujanos inyectan la base de la hemorroide con un agente esclerosante (escleroterapia) que también destruye los vasos de la hemorroide y hace que ésta caiga y se mezcle con la materia fecal.
Cuidados postoperatorios
Más del 90% de las cirugías de hemorroides son exitosas. Después de la cirugía, el paciente siente un dolor muy fuerte a medida que el ano se contrae y se relaja, pero existen medicamentos para aliviar este malestar. Se utilizan reblandecedores de materia fecal para evitar el esfuerzo durante la evacuación intestinal. De igual manera, debe evitarse cualquier tipo de esfuerzo al orinar. Los baños con agua tibia también proporcionan alivio. Es posible recuperarse totalmente en unas dos semanas.