Fueron considerados una "maravilla humana", e hicieron mucho dinero sacando provecho de una condición médica extremadamente rara y muchas veces mortal. Los gemelos Chang y Eng Bunker nacieron unidos por el pecho, una unión de 5 pulgadas por la cual compartieron parte del corazón y algunas funciones respiratorias, según documentos que se conservan en la Wilson Library de la North Caroline University.
La biografía de los hermanos, que se guarda en la misma biblioteca, revela que Chang y Eng tuvieron una infancia bastante normal en Siam, en una pequeña aldea de la cual migraron siendo adolescentes. Por casi una década, viajaron por Estados Unidos, Canadá y Sudamérica, ofreciendo presentaciones —entre circenses y académicas— en las que hablaban de su condición.
Lejos de considerarlos un fenómeno, la madre de Chang y Eng los ayudó a ejercitarse desde pequeños, por eso, a pesar de vivir unidos, el músculo que los unía se volvió tan flexible que les permitía correr, nadar y hasta bailar en perfecta coordinación y sin perder balance.
Pero sin dudas lo que más llamó —y aún llama— la atención es cómo lograron concebir 21 hijos. En 1830, los siameses Chang y Eng se establecieron en Carolina del Norte, en donde se casaron con las hermanas Adelaide y Sarah Wilkes (foto familiar abajo, de dominio público).
En la enorme granja que obviamente compartían los dos matrimonios, construyeron una cama matrimonial con espacio para cuatro y allí, sin estricta intimidad, concibieron a los 21 descendientes.
La Clínica Mayo explica que los siameses (conjoined twins en inglés) son dos bebés que nacen unidos generalmente por el pecho, el abdomen o las nalgas. Suelen compartir uno o más órganos.
Aunque muchos de estos embarazos no llegan a término, o los pequeños nacen muertos o mueren apenas nacer, en otros casos sobreviven y pueden ser separados en complejas cirugías. El éxito de estas operaciones depende de cuántos órganos estén comprometidos.
El fenómeno por el cual dos bebés nacen unidos ocurre cuando, por alguna razón, dos embriones no se separan por completo pasados los 15 días de la concepción. Sin embargo, hay más preguntas que respuestas sobre por qué falla el mecanismo biológico que debería generar a dos individuos completos.
De acuerdo con estadísticas del Centro Médico de la Universidad de Maryland, hay 1 caso de siameses unidos por cada 200,000 nacimientos. Del 40% al 60% nacen muertos, y el 35% muere al día de nacer. El resto forma parte de las maravillosas historias que escuchamos o leemos en los medios.
No es claro por qué hay más nacimientos de siameses en Latinoamérica que en otras partes del mundo.
Chang y Eng murieron con dos horas y media de diferencia, en 1874, a los 63 años. La autopsia reveló que Chang sufrió un ataque cerebral producto de un coágulo, lo que llevó a su muerte y a la de su hermano poco después.
Según cuenta Cynthia Wu en su ensayo "Chang and Eng Reconnected: The Original Siamese Twins in American Culture" (2012), los descendientes de los siameses se continuaron reuniendo hasta 1980, todavía con los ecos del caso más famoso de gemelos unidos, que aún deja a la ciencia con la boca abierta y sin respuestas.