Antes del desarrollo de la vacuna contra las paperas en 1967, más del 90 % de los niños y jóvenes de Estados Unidos sufrían esta dolorosa y muy contagiosa infección viral antes de cumplir los 20 años.
Tras décadas de progresiva reducción de los casos de paperas (mumps) gracias a la vacunación generalizada, en 2006 se observó un aumento entre adolescentes y jóvenes adultos en el país, con alrededor de 6,700 casos. Luego de unos años de calma, las paperas resurgieron con fuerza en 2016, con alrededor de 6,400 casos y en 2017 con un estimado de 5,800 casos.
Este año, desde el 1 de enero hasta el 24 de febrero de 2018, 32 estados y el Distrito de Columbia en EE. UU. informaron infecciones de parotiditis (paperas) en 304 personas, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
¿A qué se debe este resurgimiento? El reciente repunte de los casos de paperas en el país podría deberse a la cada vez más débil protección inmunitaria que ofrece la vacuna, según informó un grupo de investigadores.
Con el objetivo de determinar si el virus de las paperas había evolucionado para burlar a la vacuna o si la inmunidad que ésta proporciona disminuía de forma natural con el paso del tiempo -que permitiría saber si se necesitaban nuevas vacunas para controlar la transmisión-, Joseph Lewnard y Yonatan Grad, del Centro de Dinámicas de las Enfermedades Contagiosas de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, examinaron detalladamente los datos epidemiológicos de 6 estudios sobre la efectividad de la vacuna contra las paperas, realizados en Estados Unidos y Europa.
Los científicos concluyeron que la vacuna protege al individuo durante un tiempo promedio de 27 años (con un rango de entre 16 y 51 años) y no ha mostrado ser menos efectiva frente a nuevas cepas de la enfermedad. También estimaron que el 25% de los estadounidenses que fueron vacunados contra las paperas cuando eran niños, podrían perder la protección en unos 8 años, el 50% en 19 años y el 75% en 38 años.
Los autores explican que los resultados de sus estudios -publicados en Science Translational Medicine- sugieren que una dosis de refuerzo a los 18 años podría ayudar a controlar los brotes de la enfermedad.
Además, sostienen que sus descubrimientos resaltan la necesidad de realizar nuevos ensayos clínicos que midan los beneficios de administrar la mencionada dosis de refuerzo.
¿Qué son las paperas?
Paperas es el nombre más común para la parotitis. Es una infección viral que hace que las glándulas parótidas, que están ubicadas entre la oreja y la mandíbula, se hinchen. Estas glándulas producen la saliva, que ayuda a que una persona mastique y trague los alimentos.
Esta infección es muy contagiosa y se propaga con facilidad a través de la tos y los estornudos. No hay tratamiento para las paperas, y pueden causar problemas de salud a largo plazo. Es más común en niños de 2 a 12 años.
Por lo general, las paperas causan los siguientes síntomas por aproximadamente 7 a 10 días:
• Fiebre
• Dolor de cabeza
• Dolores musculares
• Cansancio
• Falta de apetito (no querer comer)
• Inflamación de las glándulas debajo de las orejas o la mandíbula
Algunas personas que contraen paperas no presentan síntomas. Otras pueden sentirse mal, pero sin tener las glándulas inflamadas.
¿Cómo protegerse?
La mejor manera de protegerse contra las paperas es obtener la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (llamada vacuna triple vírica o MMR).
Los médicos recomiendan que todos los niños reciban la vacuna MMR, según informan los CDC.