El clima tropical es un caldo de cultivo para los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus, dos especies que transmiten la fiebre Chikungunya, una enfermedad que puede transformarse en epidemia en algunas regiones. Hasta fin de enero de 2015, hubo más de 1,135, 000 casos en las islas del Caribe, países de América Latina y EE.UU., mientras que 176 muertes fueron atribuidas a este virus, informa la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Tan sólo en Puerto Rico, desde mayo hasta la fecha hubo más de 27,000 casos, según las autoridades locales, y algunos países como Canadá, México, Francia, Italia y EE.UU. están importando la enfermedad a través de los turistas. En el país, se estima que más de 2,300 viajeros regresaron con Chikungunya, y cerca de una docena de personas en Florida, lo contrajeron por picaduras de mosquitos que proliferan allí.
Pero Florida no es el único estado que podría estar en riesgo. Las dos especies de mosquitos transmisores viven en el sureste y partes limitadas del suroeste; el Aedes albopictus también se encuentra más al norte hasta la costa este, en los estados del Atlántico medio, y también en la región central inferior, informan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
"Estamos muy preocupados por los viajeros, porque Tennessee tiene los mosquitos y el clima para que la enfermedad se disemine allí”, dijo Abelardo Moncayo del Departamento de Salud de ese estado en una conferencia de la Sociedad Americana de Medicina Tropical e Higiene, realizada en Nueva Orleans en noviembre.
La enfermedad que provoca fiebre y dolor en las articulaciones que pueden durar varios meses, sólo se transmite por la picadura de mosquitos y no de persona a persona, pero es peligroso porque los mosquitos sí trasladan el virus a la gente sana. "En cualquier lugar que es cálido y húmedo, puede haber mosquitos durante todo el año. Así que en Florida, Texas o cualquiera de esos estados del sur, puede registrarse este virus", dijo Stephen Higgs, de la Universidad del Estado de Kansas a Fox News.
Lo más preocupante es que todavía no hay una vacuna para prevenir este mal, sólo tratamientos para combatir los síntomas, que no se sabe cuándo desaparecerán. "Puede ser muy malo y los dolores pueden durar por mucho tiempo, a veces incluso durante años", dijo el Dr. Jacques Simkins, de la Escuela de Medicina Leonard Miller, de la Universidad de Miami.
La única esperanza es una vacuna en estudio que podría estar lista para el año 2016. Científicos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte están trabajando junto a una empresa de biotecnología de Raleigh para desarrollarla, y cuenta con la pre-aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA).
¿Cómo protegerse del virus?
Los CDC aconsejan que hay que controlarlo evitando las picaduras de mosquitos. Y es más frecuente padecerlas en los meses de calor, y en los horarios donde el sol es más suave, como el amanecer y el ocaso.
Lo ideal es usar ropa que cubra el cuerpo lo máximo posible para evitar dejar zonas expuestas al ataque de los mosquitos, tales como pantalones y camisas manga larga, y usar repelentes: los más eficaces son los que contienen una sustancia llamada DEET, que se aplica directamente sobre la piel o la ropa.