En consulta sucede que cuando se pregunta sobre enfermedades que se tuvieron en la infancia, es frecuente que las personas se confundan y no sepan si tuvieron varicela, viruela o sarampión, pero “alguna les dio”.
Las primeras dos (varicela y viruela) se entiende porque tienen nombres muy similares, pero el sarampión y la varicela tienen características diferentes y son relativamente fáciles de diferenciar.
Tanto la varicela como el sarampión son enfermedades causadas por virus y ambas son típicas de la infancia, otra característica que tienen en común es que ambas pueden prevenirse al aplicarse la vacuna SRPV así llamada en México o MMRV en Estados Unidos.
¿Cuáles son los síntomas del sarampión?
El sarampión usualmente inicia con fiebre (temperatura mayor a 40°C o 104°F), conjuntivitis, tos y escurrimiento nasal. Después aparecen unos puntos rojos dentro de la boca, en el paladar y posteriormente estos mismos puntos rojizos aparecen primero en la cara, cuello y después brazos y piernas al final.
Estos puntos rojos se parecen mucho a los que aparecen cuando da una reacción alérgica, la piel se siente elevada donde inicia la coloración roja, pueden dar un poco de comezón y entre más aparezcan se van juntando haciendo manchas cada vez más grandes.
¿Y la varicela?
Las “ronchas” que aparecen en la varicela, por otro lado son diferentes. Primero aparecen manchas rojas las cuales después cambian y se convierten en pápulas (es decir manchas con esa sensación de elevación de la piel), después vesículas (como las que aparecen en las quemaduras, son bolsitas de agua que aparecen en la piel) y después se convierten en cicatrices. Primero aparecen en el cuero cabelludo, después en la cara, el pecho y los brazos.
Usualmente las “ronchas” de la varicela causan mucha comezón y es en esta enfermedad cuando te dicen que no te rasques o que no rompas las bolsitas de agua porque si no te dejarán cicatrices, lo cual es cierto.
Así que si tienes cicatrices en donde te rompiste las bolsitas de agua por no aguantarte la comezón, lo que te dio fue varicela. El sarampión, al menos en la piel, no deja evidencia de que haya ocurrido.
Prevenir sarampión o varicela con vacunas es la clave
Recuerda que la mejor manera de prevenir estas enfermedades y sus complicaciones es a través de la vacunación; se aplica en dos ocasiones, a los 12 meses de vida y después a los 4 años, posterior a lo cual ya no se requiere un refuerzo nuevamente.
Recuerda llevar a tus hijos a que se les aplique esta vacuna tan importante. Los esquemas de vacunación pueden variar según la localidad. Pregunta a tu proveedor de salud.