La investigación publicada en la revista científica Infection and Immunity, refiere que los experimentos realizados han demostrado que las proteínas producidas a partir de las algas, cuando se inyectan en ratones de laboratorio, producen anticuerpos que bloquean al parásito que transmite la enfermedad.
"La mayoría de los enfoques de la vacuna de la malaria están dirigidas a prevenir la infección al ser picados por los mosquitos portadores del parásito", indició Joseph M. Vinetz, autor principal del estudio. "Nuestro enfoque es prevenir la transmisión del parásito de la malaria a los humanos infectados a los mosquitos”, añadió.
En el estudio, un grupo de mosquitos fueron alimentados con los parásitos de la malaria en presencia de suero de control o suero inmune obtenido de los ratones vacunados con la proteína de alga. Ocho días más tarde, los mosquitos fueron examinados para detectar la presencia del parásito de la malaria.
Los resultados mostraron que sólo uno de los 24 mosquitos (4.2%) que fueron tratados con la proteína de alga dio positivo para el parásito de la malaria, en comparación con los 28 mosquitos infectados de 40 en el grupo control (70%).
Los autores del trabajo señalan que gracias a los anticuerpos generados por la reacción a las proteínas producidas por el alga, se reconocen a las proteínas nativas de la malaria y ya dentro del mosquito portador, bloquean el desarrollo del parásito de modo que no puede transmitir la enfermedad.
El hallazgo hace a las proteínas obtenidas de las algas candidatas viables para una vacuna y a un costo muy bajo, toda vez que las algas se pueden cultivar en bolsas de plástico y fácilmente se pueden producir grandes cantidades de la proteína deseada.
Malaria en el mundo
La malaria o paludismo es causada por un parásito que se transmite de un humano a otro por la picadura de mosquitos anofeles infectados. Después de la infección, los parásitos (llamados esporozoítos) migran a través del torrente sanguíneo hasta el hígado, donde maduran y producen otra forma, los merozoítos. El parásito pone huevos, que dan origen a más parásitos que se alimentan de las células sanguíneas hasta que la persona se enferma gravemente. Si no se trata, la malaria puede volverse muy grave rápidamente y puede incluso ser mortal.
La malaria es una importante causa de muerte en todo el mundo, pero está prácticamente erradicada en los Estados Unidos. Esta enfermedad es un problema principalmente en los países en vías de desarrollo con climas cálidos y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) calculan que cada año se presentan de 300 a 500 millones de casos de malaria y más de un millón de muertes.
Existen cuatro tipos distintos de malaria causada por cuatro parásitos relacionados. El tipo más mortal se presenta en el África, al sur del desierto del Sahara. En algunas regiones del mundo, los mosquitos que transmiten la malaria han desarrollado resistencia contra los insecticidas. Además, los parásitos han desarrollado resistencia a algunos antibióticos.
Entre los síntomas de la malaria se incluyen los escalofríos, síntomas parecidos a los de la gripe, fiebre, vómitos, diarrea e ictericia. Se diagnostica mediante una prueba de sangre. La enfermedad puede poner en peligro la vida. Sin embargo, es posible tratarla con medicinas. El tipo de medicamento dependerá del tipo de malaria que tenga y del lugar donde se contagió.
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