Ajenjo, alternativa contra la malaria

Los hallazgos publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, refieren que aunque se duplicará la dosis de los medicamentos que contienen artemisinina y que hoy constituyen la forma estándar de tratar la malaria, usar el ajenjo dulce seguiría siendo dos veces más eficaz.

Para llegar a dicha conclusión, los investigadores dirigidos por el microbiólogo Stephen Rich, realizaron una serie de experimentos con ratones para comparar el impacto terapéutico que tenían al tratar la malaria con la planta, previo análisis de los tipos de malaria, opciones de tratamiento y parásitos que resistían la enfermedad.

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Se eligieron dos tipos de malaria de los roedores. La primera, Plasmodium yoeliibecause, una cepa resistente a los fármacos elaborados con artemisinina y, una segunda cepa, el Plasmodium chabaudi, una de las que más se parece biológicamente al más mortal de los cinco parásitos del paludismo humano, el Plasmodium falciparum.

Los resultados mostraron que el uso de la planta entera puede vencer la resistencia del parásito y su evolución, es decir, a los parásitos les toma más tiempo desarrollar resistencia, aumentando así la vida útil efectiva de la terapia.

La malaria o paludismo es causada por un parásito que se transmite de un humano a otro por la picadura de mosquitos anofeles infectados. Después de la infección, los parásitos (llamados esporozoítos) migran a través del torrente sanguíneo hasta el hígado, donde maduran y producen otra forma, los merozoítos. El parásito pone huevos, que dan origen a más parásitos que se alimentan de las células sanguíneas hasta que la persona se enferma gravemente. Si no se trata, la malaria puede volverse muy grave rápidamente y puede incluso ser mortal.

La malaria es una importante causa de muerte en todo el mundo, pero está prácticamente erradicada en los Estados Unidos. Esta enfermedad es un problema principalmente en los países en vías de desarrollo con climas cálidos y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) calculan que cada año se presentan de 300 a 500 millones de casos de malaria y más de un millón de muertes.

Existen cuatro tipos distintos de malaria causada por cuatro parásitos relacionados. El tipo más mortal se presenta en el África, al sur del desierto del Sahara. En algunas regiones del mundo, los mosquitos que transmiten la malaria han desarrollado resistencia contra los insecticidas. Además, los parásitos han desarrollado resistencia a algunos antibióticos.

Entre los síntomas de la malaria se incluyen los escalofríos, síntomas parecidos a los de la gripe, fiebre, vómitos, diarrea e ictericia. Se diagnostica mediante una prueba de sangre. La enfermedad puede poner en peligro la vida. Sin embargo, es posible tratarla con medicinas. El tipo de medicamento dependerá del tipo de malaria que tenga y del lugar donde se contagió.

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