La hemorragia digestiva alta es la pérdida de sangre que se origina en el esófago, el estómago o la primera parte del intestino delgado.
Esta condición es más común en hombres que en mujeres, ocurre con mayor frecuencia en personas mayores y es una causa común de hospitalización. Cuando no se da el tratamiento adecuado puede causar la muerte.
¿Cuál es la causa más frecuente del sangrado por úlceras?
La causa más común es el sangrado por úlceras en el estómago o la primera parte del intestino, estas se relacionan con la infección por Helicobacter pylori y el uso de antiinflamatorios no esteroideos (incluso la aspirina en dosis bajas para prevenir ataques cardíacos).
Aunque los medicamentos como el omeprazol han disminuido mucho la frecuencia de las úlceras, siguen siendo la causa más común de hemorragia digestiva alta.
¿Cuáles son los síntomas?
Los pacientes con este tipo de hemorragia suelen vomitar sangre fresca o evacuar sangre digerida, estar pálidos y con palpitaciones. Requieren de tratamiento urgente con líquidos a través de la vena, en ocasiones siendo necesaria la transfusión sanguínea.
El manejo definitivo de la hemorragia puede realizarse por endoscopía: se introduce un tubo que lleva una cámara a través de la boca hasta el estómago y es posible controlar el sangrado con diferentes técnicas.
Las técnicas más comunes incluyen la inyección de epinefrina, la coagulación con calor o la colocación de clips para cerrar los vasos que sangran.
Recientemente la Food and Drug Administration (FDA) aprobó un novedoso tratamiento para el control de la hemorragia digestiva.
Novedoso tratamiento
Se trata de un polvo formado por nanopartículas (partículas ultrafinas) que se adhieren al área de sangrado y forman un tapón que detiene el sangrado y favorece la formación de un coágulo.
Las ventajas del nanopolvo incluyen que es sencillo de aplicar, no requiere contacto con el tejido y puede utilizarse para detener el sangrado causado por úlceras, tumores y várices.
Esta nueva terapia es muy prometedora, pues es útil para estabilizar pacientes antes de darle un tratamiento definitivo o cuando las técnicas tradicionales han fallado.