Una mujer de 30 años de edad regresó al servicio de urgencias del Hospital Sir Charles Gairdner en Australia, aquejada por un fuerte dolor en el abdomen, dos días después de una primera consulta. Los médicos vieron que la joven sufría taquicardia, aunque el resto de sus signos vitales parecían ser normales.
Las pruebas de sangre que buscan marcadores inflamatorios en los glóbulos blancos, células del sistema inmunológico, eran normales. Esto sugería a los especialistas que el dolor no tenía como origen una infección. También se descartó lo que inicialmente parecía ser un cólico biliar, entonces la paciente fue sometida a una tomografía computarizada, para determinar la existencia de un tumor o la presencia de algún cuerpo extraño. Allí, los médicos se encontraron con una sorpresa: había un pequeño alambre de dos pulgadas y media en una zona del intestino delgado. Inmediatamente, la joven fue operada de urgencia para retirar la pieza metálica, que resultó ser de unos antiguos brackets que estuvieron allí por al menos una década.
El caso fue publicado en un artículo de la revista British Medical Journal, donde los médicos dan a conocer una nueva causa del vólvulo intestinal, un trastorno donde el giro del intestino sobre sí mismo provoca la obstrucción intestinal.
Antecedente
Un caso similar ya había sido reportado en el año 2013 por especialistas de la Universidad de Ciencias Médicas Shahid Sadoughi, en Irán.
En esa oportunidad el paciente era un hombre de 29 años que al comer notó que ingirió un trozo de alambre de los brackets. Al tomarse las imágenes radiográficas, se encontró el alambre en el estómago inferior.
Los médicos alertaron de que la posición más peligrosa para ingerir un bracket es cuando la persona permanece tumbada boca arriba, una situación que se da frecuentemente en las clínicas dentales. El peligro es que la ortodoncia pueda tragarse e ir hacia el esófago o a las vías respiratorias.
Cuerpos extraños
Diversos cuerpos extraños pueden ingresar en el aparato digestivo. Muchos se eliminan espontáneamente, pero algunos pueden provocar una obstrucción y además producir una perforación. El esófago es el sitio de impacto más frecuente (75%).
En general, casi todos los objetos pueden extraerse por vía endoscópica, pero en ocasiones es necesaria una intervención quirúrgica.
Los niños, aunque también algunos adultos, son más propensos a tragar objetos no digeribles. Se requiere la extracción endoscópica inmediata en caso de objetos filosos, monedas o cualquier obstrucción que cause síntomas importantes. Asimismo, las baterias o pilas de botón alojadas en el esófago pueden provocar una lesión corrosiva, quemaduras de bajo voltaje y necrosis por compresión, por lo que deben ser extraídas sin demora.