La gonorrea es una infección de transmisión sexual que ha estado presente en la vida del ser humano desde hace mucho tiempo, de hecho, durante la mayor parte del siglo 20, fue la infección de transmisión sexual más común en el mundo.
La gonorrea es una de las infecciones que pueden tratarse de forma eficaz y cuyas complicaciones pueden prevenirse acudiendo al médico y cumpliendo el tratamiento recomendado. Una de estas complicaciones es la artritis gonocócica, entre otras.
Esta infección de transmisión sexual es causada por una bacteria, llamada Neisseria gonorrhoeae, se transmite mediante contacto sexual, pero la infección también puede ser pasada de madre a hijo durante un parto normal y tener serias complicaciones durante el embarazo.
En mujeres usualmente causa infección en el cérvix (la parte interna de la vagina) y desde ahí puede afectar la uretra y causar una infección urinaria o el útero causando una endocervicitis.
Sino se recibe un tratamiento a tiempo puede complicarse a una enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) en la cual se afecta todo el sistema reproductor femenino y desde ahí causar una infección en todo el organismo (septicemia).
En los hombres la infección afecta la uretra y de ahí puede complicarse a una infección de vías urinarias o hacia una infección en el aparato reproductor masculino (prostatitis o vesiculitis) y de ahí causar una infección en todo el organismo.
Prevención es la clave
El principal factor de riesgo para contraer esta infección es tener relaciones sexuales sin protección y, aunque la mayoría de los síntomas son relacionados con el aparato reproductor, también puede causar infección en zona anal, en boca y en los ojos si es que alguno de estos lugares llegara a entrar en contacto con secreciones contaminadas.
Una vacuna podría ser eficaz contra la gonorrea, sin embargo se necesitan más estudios al respecto.
¿Cuáles son los síntomas?
La presencia de secreción vaginal con pus, dolor o ardor al orinar, dolor al tener relaciones sexuales, dolor leve en abdomen bajo y sangrado entre periodos son los síntomas más comunes que se presentan en mujeres con esta infección.
En hombres los síntomas son dolor al orinar y la aparición de una secreción con pus a través de la uretra. En caso de infecciones anales puede haber dolor, comezón, que haya secreción de pus a través del ano (usualmente es más notorio porque la ropa interior se mancha) y dificultad para poder evacuar.
Reconocer los síntomas de esta infección es muy importante para poder saber cuándo acudir a consulta con un médico.
Tratamiento con antibióticos
El tratamiento de esta infección es con el uso de antibióticos por lo que se requiere de una prescripción médica. Como recomendaciones adicionales se pide no tener relaciones sexuales mientras se está en periodo de tratamiento ya que esta infección puede propiciar un riesgo de contraer alguna otra infección como VIH.
Se recomienda un tratamiento conjunto, es decir tú y tu pareja, para evitar infectarse de nuevo mutuamente o infectar a otras personas.