La infección por el virus del papiloma humano (VPH) pasa desapercibida en la mayoría de las personas.
Eso se debe a que el sistema de defensas del cuerpo es capaz de mantener controlado a este virus de forma que no cause ninguna molestia, ocasionando que esta sea la infección de transmisión sexual más común en Estados Unidos y probablemente en el mundo.
¿Qué pasa cuando las defensas del organismo no son suficientes para controlar la infección?
Actualmente no existe un tratamiento que elimine la infección por VPH, al igual que le sucede al cuerpo humano, el reto está en que este virus se esconde dentro de las células y para poder eliminarlo se corre el riesgo de también dañar a las células sanas del organismo.
El objetivo al dar un tratamiento es reducir las molestias ocasionadas por la aparición de los condilomas (que son las verrugas típicas de esta infección) y eliminar aquellas verrugas que puedan sugerir un proceso cancerígeno.
Al ir eliminando estas verrugas visibles le damos oportunidad al organismo de poder controlar al virus antes de que éste se salga de control.
Tratamiento para los condilomas
La mayoría de los tratamientos que existen para los condilomas son tratamientos aplicados en la zona donde se encuentra la verruga.
La eliminación de éstas puede ser usando medicamentos, usando frío (crioterapia) o cirugía.
Independientemente del método que se utilice para quitar las verrugas, la mayoría de las personas requieren de varias sesiones de tratamiento.
Usualmente son mínimo 3 sesiones, aunque eso depende de qué tan severa es la infección. Cuando no se observa una mejoría en 6 sesiones entonces se considera cambiar a un tratamiento diferente.
Cuando se requieren mayores cuidados en el tratamiento
Se debe tener especial consideración con personas que tienen las defensas bajas, como personas con VIH, que tengas otras infecciones de transmisión sexual e incluso las mujeres embarazadas, ya que las lesiones pueden seguir apareciendo a pesar del tratamiento.
Opciones de tratamientos
Hay ciertos tratamientos que pueden ser más efectivos que otros dependiendo de la zona donde se encuentre el condiloma, por ejemplo, la crioterapia puede ser muy efectiva en verrugas localizadas en el pene o en la vulva, pero no es tan efectiva en la zona anal.
Es por eso que la decisión de cuál es la mejor opción de tratamiento siempre debe ser recomendada por un médico.
Ya que se debe considerar no sólo la severidad de la infección, sino la zona, el estado de salud general de la persona y las posibles complicaciones que pueda haber del tratamiento.